17. Siempre

2.6K 168 3
                                    

KHALESSI

Caigo en la cuenta de lo que acaba de salir de mi boca cuando Patch me mira lleno de decepción, indicándome que algo en él se ha roto al momento en que me ha escuchado decir esas palabras. Mi corazón late con fuerza cuando se hace a un lado caminando hacia donde se encuentra su novia, mientras que Judah se acerca a mí mirándome incrédulo.

—¿En serio piensas eso de mí? —pregunta dolido. Me quedo callada —. ¿Que solo soy un muerto de hambre que no puede complacer cada uno de tus caprichos?

—No quise decirlo de esa manera...

—¡¿Entonces cómo querías decirlo?! —me grita, con lágrimas en los ojos. Mi corazón se rompe al verlo llorar por primera vez en mi vida, pensando en que solo soy yo la causante de aquellas lágrimas —. ¡Porque a todos aquí les acaba de quedar muy en claro de que piensas que solo soy alguien que no tiene ni en donde caerse!

—Te juro que ha sido algo que ha salido de mi boca por estar pensando con la cabeza caliente —le digo sintiendo mis mejillas calientes de la vergüenza. Mis ojos pican gracias a las lágrimas acumuladas en ellos.

—¡Pues yo te voy a decir esto con la cabeza caliente también! —Se acerca a mí hasta quedar nariz con nariz conmigo. Un sollozo saliendo de sus labios. Trago saliva con fuerza deseando que no diga lo que sé que va a decir —. Hasta aquí llegué contigo. No puedo estar con alguien que me cree mucho menos que ella. ¿Crees que eso no lo sé? ¡Me lo repito día a día pensando en que jamás podré darte algo cómo esto! —grita señalando el lugar de la boda —. Pero no te preocupes, Khalessi. Me voy a ir con una mujer que también sea una muerta de hambre cómo yo.

—¡Deja de llamarte así! —grito empujándole lejos de mí.

—¡Pero si eso es lo que yo soy para ti, ¿o no?! —grita en mi oído, a lo que cierro mis ojos para no verle seguir derramando lágrimas —. Pensé que eras diferente a todo lo que se dice de ti.

—¡Soy diferente! —Se aleja de mí comenzando a caminar rápidamente hacia la otra dirección alejándose de todos, quienes nos miran incrédulos. Ya no me importa, no en este momento en que puedo perderle. Corro hacia él abrazándole por detrás —. Solo déjame explicar.

Se suelta bruscamente de mí y se voltea para mirarme a los ojos. Niega con la cabeza dándome a entender que ya ha tomado una decisión con respecto a nosotros y que no hay vuelta atrás. Mi labio inferior tiembla con impotencia pensando en que otra vez se va a ir lejos de mí.

—Desaparece de mi vida, Khalessi —pide —. Si de verdad me has querido aunque sea un poco, me dejarás en paz. No quiero que me llames, que me escribas, no quiero saber nada de ti por el resto de mi vida.

—¡Pero tú me amas! —replico tomando sus manos.

Se suelta de mí mirándome a los ojos —. Te equivocas —susurra —, yo te amé.

Con eso último se va corriendo dejándome sola en mi lugar. Me abrazo a mí misma dejando que los sollozos salgan de mi boca. Siento los brazos de alguien rodearme y descubro que son los de mi hermano, quien apoya su frente en mi cien diciéndome que todo va a estar bien.

—Le he perdido, Derek —sollozo mirándole a los ojos —. Y todo ha sido nada más que mi culpa y me estúpida boca.

—Kai, todo va a estar bien. Dale tiempo para pensarlo, ¿sí? —dice, sin mirarme a los ojos —. Pero, ¿eso es lo que de verdad piensas de él, Kai?

—Por supuesto que no —digo rápidamente, sintiendo mis mejillas húmedas gracias a mis lágrimas —. Pero ahora él de verdad cree que yo pienso todas esas cosas horribles sobre su persona.

—Derek —ambos nos volteamos para ver a mi padre delante de nosotros —. Tú ve a estar con tu novia en su día especial, vayan a divertirse. Yo tengo un par de cosas que hablar con tu hermana.

Mi hermano mellizo asiente para después depositar un beso en mi mejilla deseándome suerte con nuestro progenitor. Le miro tímidamente rodeando mi cuerpo con mis brazos, para luego bajar mis ojos al césped, escuchando su lenta respiración.

—Kai, me acabas de decepcionar y mucho —admite, a lo que yo asiento aun sin mirarle a los ojos —. Y no solo a mí, sino también a todos nosotros. Yo no te he creado para que pienses en lo que las personas tienen, si no en lo que hay dentro de sus corazones.

—¡Y yo sé! ¡Tampoco quise decir aquello! —le aseguro, a lo que él asiente sin decir nada dándome aquella mirada que solía ofrecerme cuando era niña, aquella llena de molestia y decepción.

—Pero eso no te ha impedido de ofender no solo los sentimientos de ese muchacho que te ama de verdad, si no que también me has ofendido a mí como padre al igual que a tu madre, haciéndole pensar a todos que te hemos criado pensando en nada más que en el dinero —replica cruzándose de brazos —. Me has hecho creer que no has aprendido nada de lo que he tratado de enseñarte todo este tiempo.

—Juro que no soy así.

—Sí, sí eres de esa manera —dice firme, enojado —. Y me acabo de dar cuenta de que aquello es por mi culpa, siempre te he dado todo lo que has pedido y ha habido veces en las que no te las has merecido —cierro los ojos dejando mis lágrimas caer —. He tomado una drástica decisión, Khalessi, y lo estoy haciendo solamente por tu bien.

Le miro esperando su sentencia, y por su rostro sé que no habrá vuelta atrás una vez que lo diga. Solo me queda aceptar cada una de las cosas que me va a decir. Nada puede ser peor que haber perdido al único hombre del cual me voy a enamorar de verdad.

—He decido quitarte todo mi apoyo económico —dicta, a lo que me quedo callado —. Quiero que te ganes sola cada centavo, para que veas que una persona no es muerta de hambre por trabajar duro día a día por lo que quiere. Todos en el mundo hacen aquello.

—Lo entiendo.

—Te voy a devolver mi apoyo cuando vea con mis propios ojos que has aprendido toda tu lección —me dice, mis ojos conectándose con los suyos —. Ahora no sé que puedo decirte con respecto a Judah. Lo único que puedo hacer es decirte que has perdido a un gran muchacho. Y no sé si lo has hecho para siempre.

Siempre.

Solo Primos ©Where stories live. Discover now