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Anna:

No siempre necesitamos un plan. A veces sólo es necesario dejarse ir y ver como termina.

Siempre fui de esas personas impulsivas, efusivas. Que disfrutan de todo y de cada detalle. Que arman todo a último momento y no espera que todo salga bien. Porque a pesar de que el cielo esta nublado, siempre pero siempre detrás hay un sol radiante. Soy optimista.

Simplemente me gusta vivir. Amo mi vida tal y como es. Amo mis heridas, mis buenos momentos y los malos. Porque de cada uno de ellos aprendí. Todos me han dejado una enseñanza. De cada uno de ellos aprendí. Y no me arrepiento de nada. Si pudiera volver a vivir y pasar por todo lo que pase lo haría nuevamente. Porque todo eso me llevaría a aquí y ahora. Estoy donde quiero estar, con las personas que amo y viviendo los mejores momentos.
Porque la tormenta ya paso. Y cuando la tormenta pasa, siempre pero siempre hay un sol radiante y espectacular. Que trae buenas cosas. Más momentos buenos o malos. Pero siempre se puede seguir aprendiendo de ellos.

Mi abuelo siempre decia: disfruta tu vida, vive como si no hubiera un mañana. Al fin y al cabo es sólo eso lo que nos llevaremos. Los momentos, las sensaciones  lo bueno y lo malo. Sólo eso nos llevaremos cuando nuestro corazón deje de latir.

Eso se me grabó a fuego en mi memoria. Siempre disfruto de todo y de todos.

-¡Anna! - sentí la voz de Thiago desde fuera de la casa. Tome la correa de Toto, mi bolso y las llaves. Pero él no aparecía por ningún lado.

-¡Anna! - volvió a insistir.

-¡Mierda! - susurre. Me gire dispuesta a gritar que espere un segundo cuando lo vi. Me quede sin palabras. Él estaba apoyado en el marco de la puerta, con sus brazos cruzados en su abdomen, su pelo revuelto y una sonrisa de colgate en su cara. Y yo aún no lograba encontrar a mi pequeño desastre.

-¿Aún no estas lista? - preguntó. Sentí la satisfacción en su voz. En este momento lo odie. No me gusta que me apuren y el esta haciéndolo. Puse los ojos en blanco.

-Sólo...- mire por todos lados. Donde de había metido Toto.

-¿Sólo? - repitió mis palabras.
-¿Que estas buscando?

No respondí inmediatamente. El me había pedido que vigilará a nuestro pequeño ya que estaba destrozando todo a su paso. La madre de Thiago estaba de los pelos ya que el pequeño animal le había destrozado el Jardín. Esa era la vida agitada de Toto, romper todo a su paso y luego dormir como un angelito.

-¿Anna? - insistió.

-¿Que carajos? - me deje vencer.

Unos días antes habíamos estado hablando de la responsabilidad que era tener a un cachorro. Y si bien estábamos juntos en esto, parte era mi decisión, yo había insistido en adoptar a un cachorro. Y si bien era un cachorro, era bastante revoltoso.

No podía con un perro.

No podía cuidar a un perro y pretendía cuidar a mis futuros hijos. Solté un suspiro de cansancio y lo enfrente. El estaba en el mismo lugar. Mirándome sorprendido.

-Tu ganas. - Solté cansada y tire la correa en su dirección. El sólo atinó a agarrsrla antes de que la fuera en el rostro. -No puedo con un perro.

- Anna...- hablo desde su lugar. Si había algo que mi novio sabía era que en una discusión debía mantener las distancias.

-Dime "Te lo dije" - tome mi bolso. E intente buscar a Toto. Pero no sabía en donde se había metido. El estaba a mi cuidado y no podía con ello. No podía con algo simple -No tanto - como cuidar de un cachorro.

-Dímelo. Me lo advertiste. Pero como siempre seguí mi necedad. - las lágrimas estaban asomándose y trague duro. Hubo un par de segundos silenciosos entre nosotros. El no decía nada y yo estaba a punto de largarme a llorar porque se me había perdido mi cachorro.

-Estoy esperando a que me lo digas.

Iba a decir algo más pero la mamá de Thiago apareció con Toto entre sus brazos. Supire de alivio, ya que me imagine cualquier cosa.

-Este jovencito estaba durmiendo atrás de la plantera.

Cerré mis ojos por un momento. Puse mis dedos en mi entrecejo y me limpie las lágrimas que se habían escapado. Ella nos miraba en silencio como si no entendiera lo que estaba sucediendo.

-Gracias Diana. - tome a Toto entre mis brazos. Le di un beso y ella me dio un abrazo efusivo.

-Los voy a extrañar. - confesó. -Y a ti te faltan modales. -Le acarició la cabeza a Toto. -Pero ya aprenderás.

Sonreí. Ella se acercó a Thiago y le dio un abrazo. - Me había acostumbrado a tenerlos por aquí. Te portas bien y no hagas enfadar a Anna.

Lo escuche reír.

-Claro que no mamá. - me dedicó una mirada que no fui capaz de responder. Ellos se quedaron hablando un segundo en la sala y me encamine fuera.

En la entrada de la casa estaban mis padres y el señor James despidiéndose de los demás. Karolth me vio. Sabía que a ella no podía ocultarle nada.

-¿Que ocurre Ann? - pregunté u negué con la cabeza incapaz de confiar en mi voz. - No te creo.

-N.. nada. - mi voz se quebró.

-Hablaremos más tarde. - susurró

-Esta bien. - respondí y se encaminó al auto. Thomas la esperaba dentro ya que el se había despedido de sus padre y los míos.

Espere unos segundos a que dejarán de estrangular a Mika y me acerque a ellos.

Me tuvieron media hora cada uno. Me hicieron prometer que pronto tendrían noticias nuestras, que los detalles de la boda iban bien encaminados y no lo dudaba. Pero ahora necesitaba descansar de todo eso. Aún no habia hecho mucho y ya estaba agotada. Me despedí y me encamine al auto. A los pocos segundos Thiago salió junto a su madre.

Encendí la radio ya que el silencio en el auto era molesto. Estaba enojada y molesta conmigo misma. Y sospecho que este viaje iba a ser largo. La puerta del piloto se abrió, Thiago estaba aquí. Me extendió la correa de Toto. Y la tome. Pero ya lo había dejado en la jaulita de viaje con comida por si las dudas. Aunque apenas lo deje se quedó dormido.

-¿No piensas hablarme? - no respondí. No tenía ganas de discutir. -Vamos Anna.

Me gire para enfrentarlo. Sus ojos oscuros me hicieron temblar. - No tengo ganas de hablar y mucho...

-No se porque piensas que voy a decirte eso que dices. - hablo. Y no respondí nada. Volví a mirar a un lado.

-Por que siento que esperas a que me equivoque para hacermelo saber. - Dije sin mirarlo. - Te siento detrás de mi, vigilando cada paso que doy. Y no quiero Seguir hablando de esto.

Lo escuche suspirar. -Somos adultos.

-Si somos adultos. Y por esta razón no quiero seguir hablando de ello.

Abroche mi cinturón. Y le envie un mensaje a los demás diciendo que ya salíamos detrás de ellos. Él solamente arranco.

-Hablaremos cuando lleguemos. - no respondí.

Intente calmar mis nervios. Entonces decidi pensar en otra cosa. Para intentar bajar estos nervios que me habían entrado. Debía calmarme. No quería decir cosas que luego se que voy a arrepentirme.

Cerré mis ojos y me enfoque en el viaje que nos esperaba. Baje un poco la ventanilla y sentí el viento en mis manos. Ama esa sensación de poder tocar el aire, el viento. Era algo tranquilizador. 

***


Holaaa holaaa holaaaa...

¿Como están? Espero que muy bien.

Momentos de tensión. Pero son imaginaciones de Anna. Esta muy sensible.

Espero les guste.

Nos leemos prontito. Besos mil Vale :)

Locuras Contigo -Editando-Where stories live. Discover now