Locuras Contigo -Editando-

16 -ST-

~Barbara~

Mientras Travis preparaba las cosas para cenar. Megan jugaba con sus nuevos juguetes.

Tenía una sensación extraña.
No me sentía fuera de lugar o incómoda en esta casa. Es como si siempre hubiese vivido aquí y con ellos. Era extraño pero de una forma bonita y tranquila.

Ya habían pasado unos dias desde que tuvimos que venir a la casa de Travis. Y aunque extrañaba mis hermanos y cuñadas, sabía que permanecer aquí era lo mejor. Para mi y para ellos. Tampoco tenía noticias de Damián.

Me apoye en el marco de la puerta. Me abrace a mi misma. Aquí dentro era el paraíso comprado con el ambiente de afuera. Sólo faltaba que nevara y sería el clima perfecto.

Megan jugaba con los pony y pintaba uno de los libritos que eligió para colorear.

-¿Jugamos a My Little Pony? - me hablo mientras pintaba. Y mire detenidamente, lo hacia a la perfección. No se salía de la raya, no mezclaba colores. Sonreí. Ella es igual a su padre.

-¿Como? - pregunté. Me miro incrédula y puso sus ojos en blanco. Me acerque a ella y le hice un par de cosquillas. Me dio un leve empujoncito y siguió con lo suyo.

-Papá explícale. - continuo pintando muy concentrada.

-Debes elegir un personaje y eso es todo. - grito Travis desde la cocina.

-Okey. -Mire el libro que tenía de los pequeños caballitos y elegí el mío. -Sere Pinkie pie.

Ella alzó sus ojos hacia mi y sonreí. -Yo sere Twilight. ¿Tu papi quien serás?

-Puede ser el de cabello de todos colores. -sugerí sentandome en la isla que separa la cocina de la sala. Megan me miro y soltó una risita.

-Esa es otra niña. Pero es celeste, tu color favorito papi.

Nos miro con cara de pocos amigos. Y más nos partimos de la risa.

-Ahhh... Así que ponen en mi contra. - hablo mientras se secaba las manos con el reparador. Continúe mirando a Megan. Ella estaba muy entretenida coloreando. Y me alegre mucho que no se este aburriendo. Me sobresalte al sentir las manos de Travis en mi cintura. Lo mire de reojo y dejo un beso en mi mejilla.

-Sere el dragón. - hablo captando la atención de Megan. -¿Spike?

Asintió. -Ahora me comeré a Pinkie pie.

-Spike no comas a mis amigas. - corrió hasta donde yo estaba e intento alejar a su padre de mi.
-Eres un dragón malo.

Se trepó por mis piernas y la ayude a sentarse sobre mi regazo.

-Esta es la parte divertida del juego. - susurro Travis. Y lo mire confundida. Me guiño el ojo y Megan me abrazo fuertemente.
- Deben correr por sus vidas.

-Corramos Pinkie. - hablo asustada. -Spike eres un dragón malo.

Tome a la niña entre mis brazos y corrí con cuidado por la isla, luego por la sala. Y ya no me quedaban ideas.

- Vamos a la habitación. - susurro Megan.

El estaba detrás nuestro. Corrí rápidamente y fijándome de no chocar con nada. Nos metimos en la habitación y a los pocos segundos apareció Travis detrás nuestro. Nos abrazo y comenzó a hacernos cosquillas. La risa de Megan inundó la habitación. Y no pude evitar unirme a ella. Mientras él nos hacia cosquillas por todo el cuerpo. Caímos los tres a la cama. Riéndonos como unos locos.

Megan río un poco más, y nos hacia cosquillas a nosotros. Y nos pusimos de acuerdo para hacerle cosquillas a su padre. Pero el ni se inmutó. Callo rendida entre nosotros dos. Los tres estábamos con la respiración agitada y mirando el techo. Cuando no sentí más risas me incorpore apoyando mi cabeza mi mano y el codo sobre el colchón. Megan dormía. Mordí mi labio inferior admirando la belleza natural de la pequeña.