01 -ST-

162 25 11
                                    

~Anna~

La vida te pone pruebas. La vida nos pone a prueba. Fáciles o difíciles. Pero de cada una se aprende algo nuevo.

Cuando decidi que era hora de comenzar un capitulo nuevo o hacer algún cambio me sentía vulnerable. Todo es nuevo. Pero jamás desistí de mi camino. Cuando uno tiene claro de donde viene y hacia donde se dirige. Nada ni nadie podrá impedir que camine ese nuevo camino. Lleno de errores y aciertos. Llena de nuevas AVENTURAS.

Lo que siempre me caracterizó en la vida fue seguir mis impulsos. Eso de "pienso, luego existo". Nunca fue lo mío.

Quería hacer algo nuevo. Comenzar una nueva aventura. Pero había estado ocupada en mi nueva vida que perdí el rumbo. Salvar vidas siempre fue mi meta. Ser una gran médica, salvar a niños con cáncer. Y jamás rendirme. Pero mi vida se había vuelto tan rutinaria. Que me estaba absorbiendo en el sistema.

Me senté en el sillón de mi departamento. Ese que compartía con el chico que robaba mis suspiros desde tiempos inmemorables. Me habían despedido de mi trabajo. Si, ese que tanto soñe. Ese por el cual deje todo. No fue lo que me imagine. La vida a veces da giros inesperados. Había desperdiciado un año de mi vida. Un año donde solo veía a mi novio y amigas por videollamadas. Donde la rutina estaba acabando con lo poco que tenía de relación.

Entonces recordé las palabras de mi madre.

"Se la protagonista de tu propia aventura y no tengas miedo a vivir tal y como siempre has soñado"

Puse las manos en mi rostro. Me iba a estallar la cabeza. Ya había llorado. Ya había gritado y pateado todo lo que estuvo a mi alcance. Pero me faltaba algo. Y ese algo era Thiago o mis amigas.

-Eres solo una médica más. Nunca harás la diferencia. - eso me dijo mi jefe.

El muy idiota, luego de que confesara sus sentimientos hacia mi y yo muy cortésmente rechazarlo me despidió. No sabía a quien acudir o a quien llamar. Todos estaban ocupados en sus trabajos o respectivas actividades. Solamente Karolth me había contestado el teléfono. Hablamos por casi una hora. Y me confesó tratando de animar mi día que había una probabilidad de que estuviese embarazada. Me dio mucha emoción y eso logró hacerme olvidar por completo lo que había ocurrido unas horas antes.

Me di una ducha bastante larga. Me quede esperando a que el agua tibia arrastre mis problemas fuera. Como si el agua pudiese alejar todo mal de mi y mandarlo lejos al desagüe.

Me volví a tirar en el sofá. Esperando a que mi novio regresará de su trabajo. Hacia semanas que no había podido pasar por el nuevo hotel. Estaba hecha un caos. Todo lo que siempre había soñado para mi era trabajar de lo que me recibí. Pero todo en esta vida pasa por algo. Todo tiene una causa y un efecto. Un porque.

Sentí que la puerta se abrió. Thiago había llegado. Todo podía mejorar. Mire por encima del respaldar del sofá y entró al departamento. Se veía malditamemte hermoso. Mi corazón latia a mil por hora.

-¡Buenas noches! - Hable desde mi lugar. Encendí la luz del velador y el se sobresalto.

-¡Carajos! - dejo todo sobre la mesa. - Me asustaste como la mierda Anna.

Me miro confundido. Y le regale una de mis tímidas sonrisas. No tenía ánimos ni de sonreír, todo estaba oscuro para mi.

Locuras Contigo -Editando-Where stories live. Discover now