- Llevo deseandolo desde que pisamos este planeta- bajo mi espada y volteo a ver al de ojos verdes esmeraldas- ¿Seguirás con la farsa?

- Acaban de arruinar mi momento de mayor triunfo en mi vida- habla indignado caminando hacia mi- ¿No pudieron escoger otro lugar?

- Eso mismo debería preguntarte yo a ti- gruñe la castaña- ¡¿Qué diablos haces aquí?!, ¡Eres un erizo ordinario ante los ojos de todos!

- Ese comentario fue algo ofensivo niña, cuida tus palabras- habla creyéndose de alta gama, lo golpeo con el mango de mi espada para que reaccione- ¡¿Qué diablos te pasa Sombra?!

- Nada, solo que me apetecía golpearte- respondo con simpleza, ganandome una mirada llena de odio y otras llenas de veneno.

- ¡¿Un maldito traidor?!- grita un erizo histérico- ¡Y esta de su lado!, ¡Matenlo a él también!, ¡A todos menos a la chica!- comienza a dar órdenes- ¡Me encargaré de darle una noche que jamás olvidará!- la ojimiel se ríe con gracia.

- Lo lamento para ti, pero ya me hicieron esa oferta antes, ¿Y que crees que le ocurrido al descarado?- le pregunta con una sonrisa fingida- Se encuentra diez metros bajo tierra ahora mismo- su semblante se vuelve serio de inmediato.

- Estos idiotas siempre dejándose llevar por sus instintos- se queja el erizo a mis espaldas- Hagan lo que quieran, esto ha acabado.

El primer choque de armas se escucha frente a mi, el erizo rubio que Asuna hirió antes, se abalanzó sobre ella con una espada muy aburrida para mi gusto, uno de piel azúl grisácea se abalanza sobre mí, comenzamos a batallar, esquivando y haciendo nuevos ataques, logro ver por el rabillo del ojo, al caballero oscuro peleando con el líder, el cual solo se dedica a esquivar, enfureciendolo aún más, este niño necesita aprender demasiado, capto a Melphies haciendo un espectáculo de ballet, por algún motivo, es mucho más flexible de lo que era antes. Mi interior comienza a sentirse más cálido, anunciando el cambio de posiciones, retrocedo, la castaña hace lo mismo, el de ojos azúles se ve obligado a retroceder, nuestras espaldas chocan.

- Melphies- lo llamo- Es mejor que te vayas de este lugar ahora mismo- hablo lo mejor posible, la habilidad del habla poco a poco desaparece.

Alzo mi espada por puro instinto, de a poco, mi cuerpo deja de responder las órdenes que le envía mi cerebro, el filo de la espada se posa sobre los dedos de mi mano izquierda y hacen un corte limpio en todos ellos, menos en el pulgar, la espada se clava en el suelo.

- ¡¿Qué diablos están haciendo?!- escucho como grita uno.

- ¡Eso que importa!- grita otro- ¡Es nuestra oportunidad de matarlos y conseguir a la chica!- agacho la cabeza con pesadez, comienzo a sentir mucho cansancio y sueño, cierro los ojos, unos segundos después mal contados, mis ojos vuelven a abrirse, mi cuerpo recupera la compostura, pero, no soy yo quien lo maneja, el demonio, quien se apodera de nosotros una vez cada año para robarnos nuestra sangre, nos da la oportunidad de brindarle cantidades de sangre de otros como ofrenda, pero el mismo debe llevar a cabo los asesinatos o no serviría de nada, mi propio yo se encuentra escondido en lo más recóndito de mi subconsciente, brindándole total libertad de hacer lo que desee.

- Esto es horrible- identifico la voz del erizo de vetas verdosas, quien está como a cinco metros de donde estamos- Nunca creí que estaría presente para presenciar esto.

Los ataques de los oponentes dan en el blanco, pero no generan mayor daño.

- ¿Es lo mejor que unos simples canchosos pueden brindar?- mi boca se mueve gesticulando la pregunta, mi voz sonó más ronca, más inhumana de lo normal.

- No es posible- habla uno con cierto temor- Hemos dado a sus corazones pero no ha sucedido nada.

- ¡Llamen a los refuerzos!- gritonea uno que se encuentra alejado de los que atacaron- ¡No podremos detenerles con los que contamos aquí!- se alejan los que nos apuñalaron, mi brazo se dirige hacia la daga y la quita de un solo jalón, mi cuerpo voltea atacaron mirar a la castaña y al erizo hurano, sus ojos se encuentran con los míos, sus orbes son completamente rojos, una especie de delineo aparece en ambos párpados de la eriza, haciéndola resaltar más sus ojos, una marca aparece en la mejilla derecha de ambos, la palabra veneno ha aparecido en otro idioma, las anteriores marcas aparecen en sus brazos.

Pequeñas mentiras grandes verdades (Shadamy)Onde histórias criam vida. Descubra agora