Capítulo cuarenta y cuatro

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**Remus**

Inmediatamente atendieron a Tonks y se la llevaron en una camilla me senté en la sala con Liana quien temblaba ligeramente.

—Papá... no quiero que ella...—.

—No, no Li-li ella está bien y tu hermano también, no pasa nada— La abracé y ella aún temblaba.

—¿Me prometes que estará bien?—

—Claro... le faltaban dos semanas para cumplir los 9 meses hay riesgo, pero no tanto— La despeiné, pero por dentro estaba muy nervioso creía que James exageraba aquél día que nació Harry pero ahora entendía todo. Abrazaba a Liana por los hombros mientras ella jugueteaba con los botones de mi chamarra. Yo meneaba los pies y miraba todo a mí alrededor.

—Ya tranquilos vamos a jugar...mira...— Comenzó a dibujar en un papelito un símbolo de número, un gato (#) —Debes hacer una línea en cualquier dirección mira yo escojo las "x" tú los círculos yo comienzo— Y en una casilla colocó un círculo yo puse una equis en otra ella colocó otra y finalmente ella ganó.

—Ya entendí, otra vez— Ahora yo saqué mi varita y dibujé la casilla con ella. Liana señaló una casilla y yo coloqué su equis. En ese momento llegó Andrómeda con Arthur.

—¿Qué sucedió?—

—No me han dicho nada— Me levanté desesperado.

—Remus solo llevas dos horas aquí— Me dijo Arthur.

—¿Nada más?—

—Cariño, esto puede tardar hasta 15 horas o más— Me dijo Andrómeda.

—¡¿QUÉ?!— Eso me alteró aún más y me tiré al lado de Li-li.

—¿Acaso no pediste que te dejaran entrar?— dijo Arthur.

—¿Eso se puede?—

—Claro... eres el padre— Al escuchar a Arthur me levanté y corrí a la sala donde se habían llevado a Tonks.

—Soy Remus Lupin, doctor ,mi esposa está dentro—

—¿Es la chica del cabello arco iris?—

—Sí, ella—

—Está gritando por usted, vamos acompáñeme— Y lo seguí hasta un cuarto donde había mucha ropa azul.

**Tonks**

—¡Ya doctor por favor!—

—Nymphadora debes tranquilizarte... todavía no puedes dar a luz, te falta aún—

—Pero... ¡Ahhh!—

—Cálmala es primeriza y no escuchará razones— Le dijo un ayudante a otro.

—No hace falta, traigo su medicina— Entonces entró otro medimago con un Remus envuelto en una bata verde.

—¡Dora!—

—Ay Remus, diles que ya no puedo por favor—

—Tranquila, tranquila, ya estoy aquí— Me tomó de la mano y eso me calmó, respiraba frecuentemente y sentía como las caderas se me rompían.

Por la puerta veía pasar un montón de gente, chicas embarazadas, gente lastimada y un montón de barbaridades. Remus respiraba conmigo mientras sus nervios aumentaban.

Luna Llena Color Rosa Chicle (Remus & Tonks)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora