Luna Llena Color Rosa Chicle (Remus & Tonks)

Capítulo Trece

[Tonks]

-Pero Dora, no me explico porque no me contaste que el chico era... Remus...  no tenías nada que perder-.

-Lo siento Molly, supongo que teníamos miedo de lo que pudieran decir... oye... ¿Tú sabes?... tu...-. Pero no pude terminar la frase porque un Remus chorreando sangre apareció en la habitación lleno de lágrimas me asusté al verlo, en verdad, chorreaba sangre.

-Dora... Dora por favor, perdóname-.

-¿Qué pasa?-. Me alarmé, intenté moverme pero un dolor en el abdomen me lo impidió.

-Por favor, perdóname-. Él seguía llorando mientras yo sentía el dolor hacerse más grande, me alarmé aún más y entonces recordé todo, la sangre que chorreaba de mi entrepierna, el golpe en el abdomen, el lobo... sí, algo había pasado.

-Mi bebé-. Susurré.

-¿Qué?-. Preguntó Molly.

-Nada-. Me mordí el labio comenzando a llorar. Sirius y un medimago se llevaron a Remus mientras su sangre se introducía en mi habitación, de pronto el dolor se fue, ya no sentía mi cuerpo, solo la cabeza estallarme.

-Dora... cálmate, Remus estará bien-.

-Quiero... quiero hablar con Sirius, por favor... Molly por favor-.

-Claro, ya vengo-. Molly salió del lugar y a cambio entró mi madre con mi padre, fruncí el ceño.

-Hola...-.

-Hija... Sirius ya nos contó todo-. Dijo mamá.

-¿Qué les contó?-.

-Todo-. Ambos me sonrieron tiernamente.- Todo Dora-. Mi padre acarició mi vientre.- Lo sentimos mucho-. Ellos lo sabían... claro ¿y como no si eran mis padres? Mi madre me extendió los brazos y rompí a llorar...

-¿Por qué mi bebé?-.

-No podemos creer que haya sido por eso, créelo hija, adoramos a Remus-. Dijo mi madre.

-Él no tiene la culpa, yo lo sé mamá, no pudo ser él-.

-Nosotros sabemos que no fue Remus hija, lo sabemos-.

-Sí, pero...-. Entonces Sirius entró.

-Chiclito...-. Corrió y me abrazó.

-Ay Sirius, gracias por salvarme-.

-No hice lo suficiente-. Casi lloró.

-No... hiciste lo que pudiste... Sirius, Remus no tiene la culpa-.

-Lo sé... créeme que lo sé, yo tampoco lo culpo... sólo te pido seas paciente con él, esto es muy fuerte, negará todo lo que le digas, lo conozco, pero tú tranquila, nunca nadie lo había cambiado tanto... hiciste que el muchacho serio cambiara-.

-Yo... no quiero que él se culpe... yo lo quiero-.

-Yo lo sé, tranquila y... no pierdas la fe-. Le asentí y luego abracé a mi padre, me dolía mucho, sentía un vacío en mi pecho... justo cuando todo parecía estar yendo de maravilla algo pasó.

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[Remus]

Volví a abrir los ojos y esta vez no había nadie cerca, supuse que nadie quería verme, claro... era un monstruo, mira que matar a tu propio hijo, no, eso no tenía nombre... podía intentar matarme allí pero fui un cobarde y no lo hice... eso era yo, un cobarde...