Capítulo cuarenta y siete

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**Remus**

—¡Remus! Te necesito en la Torre de Astronomía conmigo, Dora tu les ayudas a hacer hechizos protectores allí. Vamos— Nos gritó Kingsley y obedecimos, detrás venía Arthur con Fred y George. Miles de alumnos corrían en todas direcciones, los mayores de edad se unían a nosotros y formaban fuertes de ataque, Dora se despidió de mi por unos segundos y observé sus hechizos flotar hasta chocar con los de los demás.

—¿Probabilidades de ganar?— Preguntó Kingsley.

—La fuerza no la determina el número de tus seguidores, sino la convicción de sus acciones— Le dije y me asintió.

—Tienes razón... vamos, tenemos los dos puntos más propensos a ataques, tenemos unos 30 minutos. Voldemort no se quedará cruzado de manos... así es, la profesora McGonagall tiene razón... llámenlo por su nombre.— Exclamó Kingsley.

—¿Dónde nos colocamos?— Preguntó George a Arthur.

—Donde nos los vean pero que pueda atacar—

—Tenemos el lugar perfecto— Dijo Fred y ambos se fueron. La varita comenzaba a resbalar de mi mano debido al sudor.

—Bien, Remus ve por Dora, necesito a mi mejor auror cerca de mí— Le asentí y bajé corriendo, la vi allí sujetando la varita fuertemente y sonreí.

—Señorita chicle... su jefe la necesita arriba— Se giró y me sonrió, ya no era esa misma niña insegura que había conocido casi 18 años atrás, era una mujer valiente y segura de sí misma, además... era la mujer de mi vida.

—Vamos entonces— Me tomó una mano y caminamos esquivando a los estudiantes que corrían miedosos —¿Crees que resista?— Me preguntó observando la capa de hechizos protectores.

—No nos salvarán mucho tiempo— Le dije y ella me abrazó, se puso de puntitas y me besó, le rodeé la cintura y la apreté contra mí como si quisiera que estuviera dentro de mí para protegerla.

—Remus... te amo desde el primer día que te vi, mi cabello solo se ponía gris cuando sabía que no podía estar contigo, porque era Rosa si sabía que era posible— La miré y sonreí.

—La mayor parte del tiempo era Rosa Chicle—

—Por eso— Me dijo y medio sonrió.

—Pase lo que pase, quiero que sepas que no me arrepiento de nada y que... si volviera a vivir, te elegiría a ti— Le dije y me volvió a abrazar.

—Y yo a ti Remus— Se soltó a llorar en ese preciso momento mientras yo me mordía un labio ahogando el nudo que sentía en la garganta.

—Hey señor y señora Lupin, será mejor que suban— Nos llamó Dean y obedecimos.

—Tranquila Dora, saldremos de esta— Le dijo Kingsley y ella asintió — Los necesito detrás de mí... ya llegaron los aurores, están abajo, hay miembros del ministerio y padres de los alumnos rodeando el castillo—

—¿Todos pelearán?— Pregunté y él negó.

—No... ya están siendo desalojados— Entonces el cielo crujió, Dora y yo nos miramos y luego vimos el cielo romperse, los hechizos se habían roto por pedazos. Le extendí la mano y me la sujetó como si no me quisiera soltar.

**Tonks**

Me extendió la mano y se la sujeté sin querer soltarlo... y es que podíamos hacer nada más, los mortífagos al fin habían terminado con los hechizos y ahora era el momento en que comenzaba la guerra. Sujetando su mano, lo miré fijamente, si moría, quería recordar así durante toda mi eternidad, no había amado a nadie como a él, no era un capricho de niña pequeña, lo sabía luego de dos hijos con él.

Luna Llena Color Rosa Chicle (Remus & Tonks)Där berättelser lever. Upptäck nu