- Adrián —susurré.
6 meses atrás...
- Hola amor, ¿te falta mucho para llegar?
- No, en 10 minutos llego... Déjame hablar —escucho que dice a lo bajo —en 10 minutos estoy ahí —y colgó.
Tengo suerte de que ya tenía parte de la cena adelantada. Prepare la mesa y serví todo, estaba terminando cuando sonó el timbre.
Abrí y ahí estaba mi novio, Adrián y yo hemos sido novios desde hace casi un año y es de los más atento y cariñoso conmigo, nos conocimos en un evento que organice a su familia.
- ¿Cómo te fue hoy? —le di un beso al que él me correspondió.
- Mucho trabajo cielo, esta cena se ve deliciosa —dijo mientras se aflojaba la corbata y caminábamos a la mesa.
La cena transcurrió como siempre hablando sobre nuestro día.
Habíamos terminado de comer y Adrián se estaba bañando mientras yo recogía la mesa, cuando comencé a lavar los platos escuche el sonido de su teléfono avisando que llegó un mensaje y no le preste atención, seguí fregando, cuando sonó de nuevo, y luego otra vez. Me seque las manos y me acerqué, vi que eran de un número desconocido, me mordí la uña del pulgar preguntándome si revisar o no que tanta intensidad en los mensajes. Escuche que todavía estaba la regadera abierta y leí el primer mensaje.
"¿Llegaste amorcito?"
Sentí como me recorría un frío desde la punta de los pies a la cabeza. ¿Puede ser un mensaje equivocado no?
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Dulce Infierno
RomanceAda Woods esa mujer sin filtro que dice lo primero que le pase por la cabeza, es torpe como ella sola, habla hasta por los codos y está más dormida que despierta. Pero ante todo es fiel a su familia y a sus seres queridos. A sus 23 años se traslada...