Capítulo 51

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¿Me dolieron las palabras de Luka? Sí, bastante

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¿Me dolieron las palabras de Luka? Sí, bastante.

¿Me voy a derrumbar por eso? No.

Pero eso no quita el hecho de que todo lo que dijo quedó rebotando en mi cerebro haciéndome pensar en todo. Sé que estaba dolido y que por ende dijo muchas cosas solo con la intención de hacerme daño; sin embargo, pensar en que eso de «ni tu ni yo estamos hechos para eso» pueda ser cierto, me tiene intranquila.

Mi estancia en ese parque se prolongó por unos diez minutos mientras el impacto inicial de todo lo sucedido pasaba dando lugar a la calma posterior que trato de tener. No voy a huir de Luka o de su mirada o, entrados en gastos, de la de todo el mundo porque así el rubio no haga el rompimiento público, muchos —si no todos— están enterados de la mitad, y dado que ya no nos verán juntos, deducirán o inventarán la otra mitad. El mundo no se detiene, pero sí daremos de qué hablar por varios días.

Siendo franca, los posibles apelativos que nazcan hacia mí por todo este asunto me tienen sin cuidado. Si Katherine quiere decirle a todo el mundo que soy una zorra y todos lo repiten, no me interesa, lo único que sí me lastima de todo es la imagen y el recuerdo que Luka tendrá de mí de ahora en adelante. No le mentí al decirle que le había tomado aprecio y con todo lo que le hice me va a odiar igual o más a como Totó lo odia a él. La situación en sí nos expuso a los tres y, aunque solo nosotros tres somos realmente conocedores de las versiones completas, las paredes hablan demasiado y afectan a Luka y de paso a mí.

Lamentándome no voy a lograr gran cosa, eso lo sé, así que con la cabeza en alto y habiendo limpiado todo rastro de tristeza de mis ojos, volví a Crismain para la segunda clase. La primera la perdí, pero las demás las cursé normal y sin emoción aparente. A mi paso se escuchaban los murmullos de la gente, pero no agaché la cabeza en ningún momento. Totó estuvo a mi lado todo el tiempo que pudo, también con la frente en alto, y según ella misma dijo, afrontando mejor la situación ahora conmigo que hace unos años ella sola.

La duda creciente que nació desde que Ramón nos contó todo esta mañana sobre cómo se habían enterado Katherine y Penélope de la historia, fue resuelta en la hora del receso cuando desde nuestra mesa, vimos cómo Luka llegaba de la mano con Annie. No tardó mucho en conseguir a alguien. Quiero pensar que siempre supe que ella no era de fiar, pero en realidad no me lo esperaba; ella sufrirá de nuevo, lo sé, pero ya dejó de ser asunto mío. Los ojos de Luka y los míos se cruzaron por un efímero instante en que borró su sonrisa de fingida indiferencia y dejaba ver su sentimiento de rencor por mi traición.

La culpa latente por saber lo que hice y lo que significó para él me hicieron agachar la cabeza por primera vez en el día entre avergonzada y dolida. Además, pensar en todo lo que Luka hizo por mí sin dobles intenciones hacen que mi remordimiento aumente... infortunadamente, lo hecho, hecho está.

Cuando volví a clases luego de mi discusión con Luka, Totó quiso preguntar qué había pasado, pero sintiendo el temor de volver a llorar y con tantos ojos alrededor, le dije que en su casa le contaría con más calma.

Dulce venganza  •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora