Capítulo 41

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Creo que no pensé en un buen momento para herirle el ego a Luka pues desde ayer casi no me habla y ahora lo necesito para la cita con Tobías y su chica

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Creo que no pensé en un buen momento para herirle el ego a Luka pues desde ayer casi no me habla y ahora lo necesito para la cita con Tobías y su chica.

Estoy en el estacionamiento, a unos minutos de subir al autobús veo a Luka a lo lejos y, tragándome el orgullo, hago un ademán para que se acerque. Con aires de superioridad​, camina hacia mí con una mano en su bolsillo y la otra meciéndose al compás de sus pasos.

—Hola, Luka.

—Hola, Rojita. —Me acerco a darle un beso y el imbécil me pone la mejilla. Ok, eso fue un golpe a mi confianza. Que no te importe, Lucy.

—Oye, ¿quieres ir mañana al cine con unos amigos? —El haberme rechazado el beso definitivamente le agregó peso a su lado de la balanza. Suspira mirando por encima de mi hombro y sonríe.

—Gracias, hermosa, pero no. Tengo cosas que hacer.

Agradezco a mi sistema circulatorio por no mostrar el grado de mi enojo cambiando el tono de mi piel; es un pelmazo y también sabe jugar, pero Luciana Hamilwein no se queda callada nunca.

—Oh, está bien. Le diré a Mike. —Me encojo de hombros—. Quise invitarte a ti primero. —Me acerco y pongo mi mano en su brazo, luego me inclino y le susurro al oído—. Pensé que podíamos ir a algún lugar después, para recompensarte lo de ayer.

—¿En seri...?

—Pero ya qué. —Me separo dejándolo con la palabra en la boca—. Si no se puede, nada qué hacer. Adiós, Luka.

—Espera. —Me agarra de la muñeca cuando pretendo alejarme—. ¿A qué juegas, Lucy?

Sus ojos me analizan con seriedad y por un instante me pregunto si sabe algo de nuestro plan Halcón; sin embargo, parece desistir de su observación al tiempo que me suelto de su agarre.

—Yo no juego a nada, Luka. Sólo te invité al cine. —Le doy beso amistoso en la mejilla, negándome a que me rechace de nuevo—. No importa.

Me acerco dos pasos a mi bus y entonces escucho que dice:

—El viernes. —Giro hacia él de nuevo con una ceja levantada—. Te llevaré a un lugar el viernes.

Curiosidad, ven a mí.

—¿A dónde?

—A la purga. —Sonríe de lado con picardía. Antes de que pregunte, habla de nuevo—. No vayas en tacones.

—¿Por...?

—Por si tenemos que salir a correr. —Esa sonrisa misteriosa no me gusta, me encanta. Una mezcla de inocencia y lujuria—. Hablamos mañana.

Subo a mi bus con la emoción de saber qué me espera. ¿Será ilegal? ¿serán carreras? ¿habrá delincuentes? Igual debo invitar a alguien, en casos normales, a mi hermano, pero como Mike está, mejor con él. Sea como sea no me arriesgo a ir a ningún lado misterioso sola con Luka.

Dulce venganza  •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora