CAPÍTULO XV

7.9K 661 22
                                    

POV ANASTASIA

Estoy más que sorprendida, no sé qué decir ¿estoy soñando? No lo sé, tocó su cara y no, él es muy real, maldita sea lo dijo en serio.

- Yo... - trato de decir alguna palabra, pero estoy en shock no sé qué responder, bueno si se pero me fallan las palabras.

- Maldición, me precipite - dice Christian angustiado mientras me levanta de su regazo y camina por su despacho - Lo siento Ana, yo.. - trata de decir, pero me levanto rápidamente mientras tomo su rostro.

- Si quiero - le digo con una enorme sonrisa y mis ojos cristalizados - Me sorprendiste, pero claro que si - digo nerviosa mientras él sonríe y me toma en sus brazos y me hace dar vueltas mientras río.

- Te quiero - me susurra al odio haciendo que mi piel se erice.

- Yo también te quiero - le digo tímidamente mientras lo beso con pasión.

-¿Sabes ahora qué quiero hacer? - me pregunta de manera sensual Christian.

- No - digo en un susurro.

- ¿Recuerdas cuando compramos esa fusta y te azote hasta que te corriste una noche en tu casa mientras estabas amarrada a tu cama? - dice y mi piel se eriza por el maravilloso recuerdo - lo quiero repetir, pero con un poco de música y ya no solo tus manos, sino tus pies - me dice mientras muerde el lóbulo de mi oreja.

-Hagámoslo - le digo tímidamente.

-Vamos - me dice mientras volvemos a su habitación - Desnúdate y acuéstate, ya vuelvo - me dice y asiento sonrojada.

Mierda, aún recuerdo ese día, me corrí como nunca lo había hecho en mi vida. Me desnudo, bueno solo me quito la camisa y ya estoy lista.

Christian llega con un antifaz, la fusta y unas corbatas, me sonríe, y tiene una parte dominante que me encanta.

Me amarra mis manos a la cabecera de la cama y mis piernas abiertas dejándome totalmente expuesta, sonríe y me coloca el antifaz mientras coloca un poco de música .

-Ahora nena, vamos a disfrutar - me dice con voz ronca, llenándome de anticipación.

Agudizo más mi odio y sus pasos son pausados y calculados, y de repente siento el pequeño azote en uno de mis senos haciéndome jadear por la sorpresa y el exquisito escozor que siente mi piel por el impacto. Sigue con su pequeña y placentera tortura azotando mis senos y mi sexo de vez en cuando haciendo que se me escapen algunos gemidos de placer.

-¿Quieres que te haga correr así Anastasia? - dice Christian con voz ronca.

- Si - digo jadeando - Por favor... - le pido retorciéndome en la cama - Te necesito - digo en un susurro.

- Yo también, pero esperemos un poco, te quiero disfrutar - me dice mientras vuelve a azotarme - Tú piel tiene un hermoso color rosa casi rojizo que me fascina - dice mientras azota con un poco más de fuerza mi clítoris y siento que no puedo más
Gimo en respuestas y jalo con fuerza las corbatas de mis manos tratando de resistir el placer y todo lo que este maravilloso hombre me hace sentir.

Vuelve a azotarme y ya mi cuerpo no puede más y me rindo ante el delicioso clímax que me llevo este hombre mientras gritó entre gemidos su nombre. Mí respiración es entrecortada y siento que no podre más. La cama se hunde y sé que es Christian su olor tan varonil lo siento muy cerca.

- Eres perfecta mí dulce Anastasia - me susurra al oído mientras deja un reguero de besos húmedos desde el mi cuello hasta mi clavícula.

- Por favor - le suplicó porque ya me siento excitada y lista de nuevo, para él, solo para él.

- ¿Me deseas nena? - pregunta en voz ronca mientras sus manos pasan lentamente tocando mi cuerpo.

- Si - digo jadeando cuando siento su boca en uno de mis pechos - Sólo a tí - digo de manera entrecortada y sin más siento como me embiste - ¡Christian! - grito y gimo por la sorpresa y el placer de tenerlo dentro de mí.

Me toma de la cadera y me alza un poco el trasero de la cama mientras me penetra de manera salvaje pero deliciosa, gimo como una loca y él gruñe y jadea mientras mordisquea mis pechos y me dice cuanto me quiere, yo sólo puedo jadear y pedir más.

Mi cuerpo junto con el suyo se tensa y sé que llegara un glorioso orgasmo, siento como mi piel tiene una fina capa de sudor e imagino que así estará Christian, me encanta porque estoy tan enamorada de él que no me reconozco. Después de tres embestidas más llegamos juntos al clímax gritando nuestros nombres mientras Christian cae encima mío, tratamos de regularizar nuestras respiraciones. Ya menos agitados Christian me desamarra los pies y las manos mientras me da un suave masaje, me quita el antifaz y lo veo sonriendo mientras me da un casto beso.

- Eso fue intenso - le digo mientras acaricio su cara y él sonríe.

- Lo sé, me encanto - dice y sonrió, pero debo decirle algo.

- Christian - lo llamo y el me abraza.

- Dime - dice y suspiro.

- No quiero que nadie se entere de nuestra relación - le digo rápidamente haciendo que él se tense y se separe de mí.

- ¿Y porque? - dice un poco molesta.

- Quiero evitar habladurías - le digo con calma tratando de que me entienda.

- No entiendo - dice frustrado.

- Christian, no quiero ser la cotilla de todo el mundo y que se digan cosas que no son - le digo con tranquilidad
- Te quiero y quiero gritárselo al mundo entero, pero prefiero evitarlo, además tendré más encima al par de arpías, por favor, así sea sólo por un tiempo - le pido y él se ve enojado.

- No me importa lo que diga la demás gente Anastasia, no me parece - dice enojado.

- Lo sé, pero te lo pido - le digo haciendo un puchero - Hasta que consiga un trabajo - digo y el me mira con ganas de matarme - Christian, no quiero problemas, además son políticas de tú empresa - digo a manera de defensa .

- Soy el maldito jefe y si quiero cambiar mis reglas, las cambio - dice enojado pero luego suspira - está bien, por un tiempo, pero cumplirás una fantasía mía - dice de manera seductora y se lo que me pedirá.

- Lo que quieras mi amor...



50 FANTASÍAS JUNTO A TÍ  #FSOG  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora