CAPÍTULO VIII

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POV CHRISTIAN

Después de uno de mis mejores orgasmo, no uno, el mejor orgasmo de mi vida, es que maldición fue hasta la mejor mamada que me han hecho y la mejor cabalgada, me sentí en el puto éxtasis, tengo a Anastasia debajo de mi cuerpo mientras la beso con ferocidad y toco todo su cuerpo, la siento tan cálida y entregada a mí que no me puedo contener, necesito estar de nuevo dentro de ella y hacerla mía.

- Anastasia necesito estar dentro de ti de nuevo - digo mientras beso su cuello y pellizco sus pezones.

- Hazlo Christian - dice jadeando - en la mesa hay condones - logra pronunciar mientras se retuerce debajo mío.

Tomo el condón y me lo coloco mientras me meto entre sus piernas y hago que se abra ante mí, nos miramos como dos cómplices y la penetro de una sola estocada haciéndola gemir y cerrar los ojos con fuerza mientras araña mi espalda y arquea la de ella. Comienzo a embestirla con fuerza y rapidez, mis movimientos son tan fuertes que sus senos rebotan y ella gime como una loca haciendo que me encienda a cada momento. Salgo de ella y la volteo para que quede en cuatro, la volvo a embestir mientras tomo su cabello en una cola jalando para que se encuentre mejor con mis caderas y mi pene entre más profundo en ella, como lo desee hace un rato azoto un par de veces sus nalgas haciendo que ella gima.

- Ahh así Christian - gime Ana - Más ... dame más - dice llevada por el éxtasis de la pasión que sentimos en este momento.

Me siento en el puto paraíso mientras la penetro con más dureza, hasta siento que en cualquier momento la puede partir en dos, pero no me importa porque ella solo gime y me está haciendo nublar el juicio entre el dolor y el placer que podemos sentir más que todo ella en este momento.

Siento como su cuerpo se tensa junto con el mío, pero me niego a que terminemos tan pronto, así que salgo de ella nuevamente mientras la giro y coloco sus piernas en mis hombros para volverla a embestir mientras ella gime y toma las sabanas en puños mientras gime con fuerza.

- Vamos nena córrete... para mí, pero... no cierres los ojos... te quiero ver - le digo con dientes apretados y de manera entrecortada por mis gemidos.

Ella abre de nuevo sus ojos y muerde su delicioso labio mientras trata de no gemir tan fuerte, pero con uno de mis dedos comienzo a estimular su clítoris haciendo que eche la cabeza hacia atrás y gima, pero me mire con pasión mientras se deja llevar y se corre de la manera más espectacular gritando mi nombre y yo dejándome ir gritando el suyo.

Me dejo caer encima de ella tratando de regular mi respiración, maldición fue tan intensa que aún no me creo que este haciendo esto con mi exquisita asistente.

- Christian me ahogas - dice con dificultad, haciendo que caiga en cuenta que estaba encima de ella.

- Lo siento - digo jadeando mientras me acuesto a su lado.

Nos quedamos un rato en silencio y vaya que ha sido lo mejor que me ha pasado, pero siento que me pase un poco con Ana, fui muy brusco con ella, aunque no se quejó, creo que me pase. Veo como ella se levanta y hace una mueca de dolor, pero me da la espalda mientras camina con dificultad.

- ¿Estás bien? - le pregunto preocupado, ella se gira sonriendo.

- Si - dice mientras me guiña un ojo - No te preocupes - me dice mientras camina hacia el baño y se encierra en el.

Y sigo creyendo que me pase con ella, fui muy brusco, pero maldición como no serlo con ella, es tan apasionada que no lo pude evitar. Me levanto y me acerco al baño y escucho la ducha, entró y la veo de espaldas con la frente recostada en los azulejos del baño mientras el agua cae por su cuerpo, entro en la ducha haciéndola sobresaltar.

- ¿Te lastime? - le pregunto con dulzura y ella niega sin abrir sus ojos.

- Es solo que me acorde de algo - dice encogiéndose de hombros, pero siento que hay algo más.

- Ven duchémonos y luego a dormir - le digo con cariño, no lo puedo evitar, ella asiente agachando la cabeza, con dos de mis dedos alzo su barbilla obligándola a mirarme, sus ojos están tristes, sin su brillo habitual, pero lo dejo pasar por el momento, no quiero ser inoportuno. La abrazo y ella me corresponde mientras el agua cae sobre nosotros.

***

Después de ducharnos y secarnos nos acomodamos en la gran cama. La atraigo hacia mis brazos, nos dejamos llevar por el cansancio y los brazos de Morfeo.

Escucho como algo suena, pero no le prestó atención, abro mis ojos y sonrió al ver a la hermosa castaña a mi lado tranquilamente dormida.

Miro mi reloj y se nos hizo tarde.

- Ana - la llamo y ella se remueve - Nena, ya es tarde - le digo haciendo que abra sus ojos y se levante enseguida.

- ¡Mierda! - dice mientras se levanta y hace una mueca de dolor, me siento mal al verla así.

- No te preocupes puedes llegar tarde - le digo y ella sonríe mientras rueda los ojos - Vamos - le digo divertido mientras comenzamos a correr por la habitación recogiendo nuestras cosas.

***

Llegue a tiempo, pero Anastasia no tenía auto y se fue en un taxi, sé que llegara muy tarde, pero lo vale y más aún porque el culpable soy yo y eso me encanta. Miro mi agenda y en una hora tengo una reunión con Elena, espero que Ana ya allá llegado para ese entonces, me dispongo a trabajar un poco mientras tanto.

~*~

Escucho gritos y me parece extraño. Me acerco a la puerta con cautela asomando mi cabeza como un chismoso en mi propia empresa.

- ¡Estúpida insolente, buena para nada! - le grita Elena a Anastasia.

- Ya le dije señora Lincoln que no es de su incumbencia y además no tiene derecho a tratarme así - dice con tristeza Ana.

- Cállate estúpida - le dice Leila burlona - Tras de que llegas tarde, te crees la jefa, no eres nadie que eso te quede claro - le dice con burla y mi ira va en aumento.

- Estás despedida - le dice Elena mientras se ríe con Leila, está última se acerca a sus cosas y se las tira al suelo mientras la empuja haciéndola caer, veo como Anastasia tiene sus ojos cristalizados.

- Recoge estorbo y lárgate - dice Leila mientras se mofan de lo que hacen ¿ Quién se han creído para tratar a mi nena así?

- ¿ QUÉ MIERDAS PASÁ AQUÍ? - grito fuera de mis casillas sorprendiendo a todos los presentes.

- Christian querido - dice Elena nerviosa, pero mi ira es más grande.

- ¡Todos a mi oficina ahora y de una vez les digo par de arpías que si se meten con Anastasia se meten conmigo, así que ya adentro! - le grito rojo por el cólera mientras me acerco a Ana y la ayudo a levantar.

¿ Qué les hará Christian al par de brujas?... 😈😈

Miru y Ana 😘

50 FANTASÍAS JUNTO A TÍ  #FSOG  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora