CAPÍTULO IV

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POV CHRISTIAN

Después de ver como Anastasia salió de todos los colores por verme sin mi camisa, una sonrisa de suficiencia se forma en mi rostro, maldición es que me encanta todo de ella, su profesionalismo, su carácter, su cuerpo, oh por Dios como contonea ese trasero que tiene, nunca me había pasado algo así, la deseo con locura y lo único que quisiera es tenerla debajo de mi cuerpo gimiendo mi nombre mientras me pide que le dé más, es que de solo pensarlo ya tengo una notoria erección, maldición, saco esos pensamientos de mi cabeza y me dispongo a colocarme una camisa, ya que la que tenia se manchó de café que regué por pensar en mi hermosa asistente de ojos azules, ¡ya basta Grey!, me reprendo y continuo con mi trabajo.

Comienzo a leer los papeles que me trajo Anastasia y están correctamente, es la mejor en lo que hace, lo cual me alegra.

Hace más de dos horas que termino la jornada laboral, pero necesitaba terminar unos documentos. Me dirijo a la salida y veo como Anastasia hasta ahora empaca sus cosas para irse.

-¿Qué haces a esta hora aun en el trabajo? - le cuestiono haciendo que de un respingón del susto.

-Maldición Christian, me asustaste - dice frustrada, pero se tapa enseguida la boca, mierda su nombre suena muy bien en su boca - perdón señor Grey - dice apenada.

-Tranquila, fue mi culpa - le digo tranquilo y ella asiente - Bueno responde mi pregunta - le digo y ella parece ponerse nerviosa.

- Yo - dice y mira a todos lados - Me entretuve leyendo uno de los contratos y se me paso el tiempo - dice rápidamente mientras toma su bolso - Pero ya me voy - dice mientras corre al ascensor, desde esa última vez nunca volvimos a estar los dos en un ascensor.

- Señor Grey - dice una voz demasiado conocida para mí, que me está comenzando a molestar de cierta manera.

- Señorita Williams - la saludo de forma educada a lo que ella sonríe coquetamente mientras baja aún más su escote, esto es frustrante.

-Bueno me retiro, buenas noches - dice incomoda Anastasia alejándose de nosotros, no por favor no me dejes con esta mujer.

- Espera Anastasia yo también me voy - digo mientras huyo de Leila.

Lleva así ya un mes en el que se me insinúa, me coquetea sin descaro y aunque ya le deje claro que no me interesa, ella persiste y ya me canse de decirle lo mismo, así que la deje estar.

Alcanzo a Anastasia en el ascensor y me adentro en el antes de que sus puertas se cierren y la loca de Leila me alcance, soy un caballero pero esta situación me está hartando. Suspiro cansado y miro de reojo a Anastasia mirando su celular con el ceño fruncido.

Bajamos en silencio y al llegar al aparcamiento Anastasia sigue mirando el dichoso aparato y sale sin dedicarme una sola mirada, sé que ya no hay la misma confianza del primer día y que desde que la grite por culpa de Leila se volvió más fría, pero estaba al lado de sus narices pudo al menos sonreírme o algo. Camina al frente mío y me pierdo en el movimiento de su trasero.

- ¡Sí! - grita feliz Anastasia haciéndome sobresaltar a la vez que choco con ella haciendo que casi caiga, pero la tome rápidamente en mis brazos, huele delicioso y aunque esta de espaldas sé que se sonrojo.

- ¿Estás bien? - le pregunto mientras la suelto lentamente, pero es lo último que quiero hacer.

- Si señor - se sonrojada - Hasta mañana señor Grey - dice mientras corre a su auto.

Pero qué mujer más rara, y después dicen que el bipolar soy yo. Suspiro resignado y me subo al Audi donde me espera Taylor para llevarme a mi fortaleza con mi soledad.

En el camino siento como mi celular vibra haciéndome saber que me llego un mensaje de texto, pero que raro es de un número que no conozco, lo abro curioso y lo que dice me hace sentir, no sé como...

¿Quieres cumplir tus fantasías?... acepta ser mío y yo seré tuya... cumplamos nuestras fantasías... ¿aceptas Christian Grey?
Att: Tú diosa secreta.

¿Qué es esta mierda?, nunca en mi vida me había llegado algo así, bueno si se me insinuaban pero no con tal descaro, por Dios, llamo al número pero me suena apagado, ¿quién será?, Por lo menos aparentemente es una mujer ¿será la loca de Leila?, si es así la despido. Cómo quisiera que fuera la portadora de unos ojos azules que me traen loco, pero creó que es imposible, no la creó capaz, ella aparenta ser tan pura.

Llamo rápidamente a Welch y le pido que me busque el responsable de dicha broma. Llego a mi ático y aún tengo esas palabras en mi mente, aunque la curiosidad me ínsita a saber más, mi cordura no la deja, y no la dejara, es simplemente una estupidez.

Recibo la llama de Welch y me dice que el número es inrastreable, que el que lo mando es muy listo, pero que seguirá buscando.

Genial ahora alguien quiere cumplir mis fantasías, simplemente es absurdo. Lo dejo pasar y me dispongo a tocar un poco el piano

1 semana después

Ya ha pasado una semana del mensaje y todos los días me llegan más, de que acepte que no me arrepentiré y Welch está que se lo lleva el demonio porque por primera vez no ha podido dar con una persona, y a mí me mata la curiosidad, cada vez que vibra mi celular sé que es esa persona y quisiera aceptar para terminar con esta duda, pero me resisto.

En un principio pensé el Leila, pero ya está vigilada y ella simplemente no es, entones ¿Quién será?, no lo sé pero quiero saber o simplemente ver qué pasa.

Mi celular vibra y lo miro encontrándome con el mismo número de hace una semana.

Grey deja de meditarlo tanto, conmigo estarás seguro y lo más importante será un secreto solo entre los dos, te llevare a los límites del placer y deseo, solo acepta...
Att: Tú diosa secreta.

No sé qué hacer, y en este momento creo que ganara mi parte irracional, quiero saber quién es y que pasara si acepto, porque si es verdad todo lo que promete no tengo porque arrepentirme y quizás pueda sacarme a Anastasia de la cabeza. Tomo el celular y tecleo una simple pero contundente respuesta.

Acepto...

50 FANTASÍAS JUNTO A TÍ  #FSOG  COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora