Junniper [Completado] [Editando]

Colofón (final)

Creo que tengo muchas cosas que explicar.

Jamás hubiera pensado que podría pasar algo como esto. No cuando ya tengo todas estas hojas, mal arrancadas, con la letra tan apretada que alguna veces no puedo saber que es lo que contiene dentro de ellas.

Escribo lo siguiente porque los que encontraron estos escritos, les pido unas disculpa de parte de Dylan, que cometió una gran pifia.

Primero que nada, me presento.

Mi nombre (o unos de ellos) es Josiah Parravicini. Y soy en que hace llamar Junniper.

No te alarmes, estoy seguro de que nos entenderemos.

Eso sí, no entiendo cómo sucedió, pero por alguna razón, estos escritos llegaron a tus manos.

Cabe aclarar, de que tengo la responsabilidad de comentarte, de lo que fue de mí, después de mi juicio —porque admito, que sí, sí sucedió—. Así podrías entenderme más íntegramente.

Posteriormente de mi juicio, me encarcelaron de nuevo, pero en una comisaría. La jueza declaró que aplazaría sine die la vista del juicio, tal como ella había previsto en la carta. Mi hermano, después de mucho, pudo encontrar la carta de la chica que me gustaba, así probar mi inocencia.

En este punto debo decir (aunque debe ser muy evidente) que no todos los nombres son semejantes, como ven, Junniper no es mi verdadero nombre.

Así como Poppy, en realidad se llama Atenea.

Mistie, es Rowan.

Dylan, mi ex pareja, es Gisele.

Yo soy Josiah, porque Anne —que es Stacie, si recuerdan. Mi primera casa de acogida—. Me llamó así porque su hijo se iba a nombrar de ese modo, y pensaba que al crecer, él se hubiera parecido a mí. Podría decirse que soy "el impostor".

Aún así, hay nombres que son los verdaderos, pero es mejor dejarlo en el misterio, créeme.

Mi vida fue escrita por Dylan (otra chica completamente ajena a mi ex pareja) que es mi paciente en un internado, en el que soy psiquiatra.

Ella en un principio fue internada por problemas pulmonares, pero luego desarrolló un problema de aislamiento social, al estar internada durante muchísimos años. Se volvió más solitaria, al punto de que sufría de alucinaciones. La única persona con la cual es capaz de conversar es conmigo.

Recuerdo nuestra segunda sección en la que ella, con sus ojos entornados, opacos, y con poca vitalidad, ella me preguntó:

—¿Quién es usted?

Puedo... recordar que me extrañó en demasía, me ajusté los lentes, y me volví hacia ella, porque estaba buscando unos papeles en mi archivo.

—¿De qué hablas? Si te sabes de memoria mi nombre.

Se formó un silencio denso. Tragué saliva.

—No le preguntaba cómo se llama. Le pregunto quién es usted. Que le ha sucedido para que se convierta en lo que es ahora, del por qué sus ojos brotan brillos como unos faroles, cuando se denota que sufrió mucho para poder estar de ese modo. Quiero que me diga quién es usted, me interesa porque estoy enamorada de Josiah. Cuénteme, ¿quién es usted?