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Hay un nuevo mundo
y es a la vuelta de la esquina.
Hay un nuevo mundo.
Este está llegando a su fin.
—Benjamin Wallfisch

——

—Suélteme —pedí observando el pavimento que por alguna razón, se notaba algo... lúgubre.

¿O será mi espíritu?

No me respondió. Esta era unas de las sensaciones más erial que he escarmentado; un abrótano el cual penetraba y con su densidad lograba hacerme despertar.

—¡Suéltenme! ¡Ya! —exclamé con fervor y en un tono de voz que le hizo abrir los ojos—. Usted... Es la peor persona que he conocido. Es cierto que nadie es perfecto y aunque usted lo parezca y sea tan talentoso, es una mierda de persona. Ya no me interesa si se molesta conmigo. No me parece en la manera tan espantosa de como me habló, y digo con propiedad que no me lo merezco. Es cierto, conozco a su "hermano" y le prometo que no hice nada para que usted me tratara de esa manera. Lo admito, aquí ahora. —Tragué saliva—. Me encanta su hermano; él me gusta mucho, y podría decir que lo amaba, pero, no puedo asegurar que amo de él... Si no lo conozco, es la verdad.

"Y le aseguro que no tengo ni la más remota idea de lo que usted habla, pero no me creerá de todas maneras. Me queda decir que lo desprecio y espero que usted y... —mis orejas se coloraron de rojo. No puedo creer que diga esto— su hermano se pudran en el infierno.

Y con eso, me largué, sin nada más que mi cuerpo; un compartimento de sangre y sólo eso.

Me abracé a mí misma y traté de hacer el menor ruido posible pero, sin proveerlo, mi mirada conectó con la de Florentino.

Él fue detrás de mí. En el momento en que sacaba las llaves de mi auto, Florentino me sujetó del brazo.

Me encogí de hombros, bucéfala y completamente exangüe; sólo pude soltar un bufido. Sólo un pequeña lucita que brillaba sobre nuestra piel, la oscuridad y la gotas de la lluvia que nunca cesaba. Me volteé a verlo a los ojos.

—Vamos, Minnie. No me digas que Agustín pudo contigo.

Me solté de su agarre sin ninguna dificultad, llevando ambas manos a las llaves, pasando la yema de los dedos en el argentado metal.

—No quiero hablar sobre eso —respondí francamente.

—Voy a hablar con Agustín. Te recomiendo que termines Rojo magenta para que vea que tú puedes.

Junniper  [Completado] [Editando]Where stories live. Discover now