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Los pecados no se pueden deshacer, sólo perdonar.
—Ígor Stravinski

Línea del tiempo número 7:
Hace dos años, aproximadamente en julio.

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Siempre recordaré este momento; cuando las paredes santurronas contoneaba el fulgor de un día brillante y blanquecino

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Siempre recordaré este momento; cuando las paredes santurronas contoneaba el fulgor de un día brillante y blanquecino. Cosa que en el momento de despertar no me hizo mucha gracia.

—Coño, despierta crío —me ordenó Agustín. En este momento compartíamos habitación en casa de los Hernández. No me molestaba en lo absoluto—. Voy tarde a la universidad y te tengo que llevar al instituto.

Lo observé por el rabillo del ojo, abrazando mi cobija añil en mis piernas; ni siquiera me quitaba el frío ya que sólo tapaba el centro de mis piernas, quiere decir que debo estar púrpura porque Agustín le gusta roncar con el aire acondicionado a 22 grados.

—Serás boludo —espetó antes de agarrar mi pierna gélida y tirar de ella. Caí directo al suelo, aterrizando en mi trasero.

—Está bien. —Me encogí de hombros alzando mi brazo para cepillarla a mis ojos—. Lo siento.

—Tú tuviste la culpa de todos modos. —Me observó de arriba a abajo—. No me disculparé por eso.

Me levanté impulsándome con mi piernas; quitándome la ropa de dormir para darme una ducha álgida al mismo tiempo que observaba mis pies descalzos en tonos violetas y azules quemarse en el suelo frío.

Coloqué el conjunto que me iba a colocar junto con una toalla de "8 que mandó a bordar mi hermano de colores brunos mientras juntaba los zapatos en un perpendicular; unos deportivos parecidos a lo que Agustín tenía puestos el día de hoy.

Una vez despojado, me encaminé desnudo hacia el baño. Me detengo cuando siento que la puerta suena por los nudillos de alguien.

—Hijo mío, tu hermano está acusando que eres un inconsciente en la cocina, ¿qué hiciste ahora? —me preguntó Cande, mi madre.

—Nada, sabes que él es una nena sensible.

Ella se acercó para agarrar mis mejillas y pasándome la toalla que estaba encima de la cama.

—Me imagino que eres así de revelador con tu amiga. —Me guiña el ojo colocando la toalla en mis manos.

Never —bromeé y siento sus labios en mi mejilla. Una vez que tenía la toalla en la cintura me encaminé a la ducha y una vez que me di la vuelta me da una nalgada.

Junniper  [Completado] [Editando]Where stories live. Discover now