16

62 21 4
                                    

[~]

Que agradecida estoy, soy afortunada por tener... Una segunda oportunidad.
—Kate Morton.

——

Sé que es una extraña forma de celebrar pero es tanta mi emoción que me fui a sunnyside a beberme un vaso de nata con pan de Dios y un helado de nueces pacanas.

Sí, mi economía alcanza para comer algún premio de reconocimiento —por suerte no es un premio de consolación. Igualmente me parece dulce/amargo—.

Y el mejor premio... Es ver a mi querido Junniper.

En sólo pensar que puede llegar en cualquier momento me pongo parsimoniosamente y me pongo a reír como tonta. Ya quiero verlo.

Él único que sabe que voy aquí para ver a Junniper, bueno además del buen servicio del establecimiento es el señor Calvim (El dueño de Sunnyside).

Él siempre se dirige a mí cada vez que Junniper entra con su aspecto común; camisola a botones, pantalón cobrizo —a veces color menta, a veces color hoja, a veces color caoba—, el cabello áureo entrecano, sus deífico y grandes ojos añil cerúleo acompañado de sus ojeras con tonalidades violetas en su descolorido pero sonrosada dermis; a veces lee libros sobre administración de empresas y en su mochila se ve colgando una gorra de "8.

No sabía qué significaba "8 hasta que investigué; me costó mucho saber el significado pero, además de ser el icono que es familiarizado con Gus, debido a que lo usaba al principio de su carrera y gracias a eso tuvo su fama como el "chico americano misterioso" porque la gorra no permitía ver su rostro. Es una marca de ropa Coreana que hizo una colaboración con G-Dragón; cantante y icono de moda de Corea del sur.

¿Será que Junniper será fan de Agustín o algo por el estilo?

Al pensar esto y por no prestar atención a lo que hacía me embarré helado en la cara. Tratando de poder alcanzar una servilleta no pude ver la señales que me daba el señor Calvim.

Aupé la mirada y me encontré con los fanales utópicos de Junniper; él no me observaba en ese momento pero al sentir mi mirada se dispuso a mí. Mi corazón se hundió en mi pecho como en un océano impetuoso haciendo que perdiera el control de mi cuerpo, sólo imaginando como la ondina de las sirenas cantaban su nombre entre suspiros y mis latidos se aceleraban, tanto que hasta Junniper podría escucharlos y degustarlos.

Me coloré rápidamente y escondí mi rostro, a mirarlo de reojo se quedó plantado observando por un segundo; oh basta, me voy a morir del nerviosismo.

Parecía sorprendido, como si estuviese mirando a un cadaver, lo que me hizo estar más nerviosa. Esperaba que dijera algo, pero no lo hizo.

Sé que mi razón se volvió nula por un segundo y todos esos pensamientos de él apartando la mirada y se iba por su camino era algo que no podía soportar; ya son un año y medio que ha sido así.

Mi ojo derecho saltó una lágrima mientras se alejana y se apartaba de mí, pero ya no... No podía dejar que...

Sin pensar en algo razonable me levanté, lo agarré por los hombros y lo hice voltear; tenía los ojos desorbitados.

—¡...! —Antes de que pudiera decir algo planté mis labios contra los suyos.

Dancé mi comisura y lo lamí lentamente, dejando un camino perlado en sus labios. No me había dado cuenta que aún tenía los labios levemente manchados de helado y al separarme Junniper sin querer lo barnizaba con aquel líquido dulzón; sé que tenía una mirada risueña, como si hubiera salido de un ensueño en los confines del inframundo y hubiera regresado a su anima de golpe. También sé que yo tenía un coloración con una vanagloria grana en mis mejillas y para hacerme romper más mi moribundo corazón en mi pecho, Junniper, analizándome con dislate y con su pecho cadavérico respirando con calma, él se relamió sus labios.

Junniper  [Completado] [Editando]Where stories live. Discover now