Jong In, El novio de mi hermano menor.

Final KaiHun.

Se Hun

El vuelo hasta Bora Bora había sido demasiado cansado, tedioso y largo. Viajaron muy temprano hacia Japón. Un vuelo que había durado casi dos horas. Llegaron al aeropuerto y esperaron una hora y doce minutos para poder tomar el vuelo hacia Tahití. Esa vez el vuelo fue de doce doras. Jong In llevaba unos días demasiado callado, como preocupado o nervioso. Pensó que era por volver a ver a Chan Yeol después de mucho tiempo; Y en su boda. Sintió una clase de espina entrando a su corazón y su pecho dolió espantosamente. Tal vez Jong In aún sintiera algo por su hermano menor y no se atrevía a decírselo.

Dirigió la mirada hacia el baño, escuchando que el mayor tomaba una ducha. Sintió sus ojos aguarse. No podría soportar si lo que estaba viviendo con Jong In era una total y reverenda mentira. Se Hun lo amaba como estaba seguro jamás iba a amar a alguien. El moreno era su vida. La felicidad de amanecer un nuevo día más, la satisfacción de tener a alguien a su lado, convivir y esperar la noche para dormir a su lado enredado en su pecho y sus brazos. Sintió que el aire comenzaba a faltarle, que no podía respirar correctamente. Se puso de pie, caminó hacia el ventanal que daba hacia afuera de la habitación.

A pesar de que habían llegado al hotel cuando el sol ya se había ocultado, pudieron apreciar la belleza del lugar. Aunque estaba seguro que de día sería cien veces mejor. La luna iluminaba desde lo alto, reflejada en el océano. Se Hun inhalaba profundamente y soltaba el aire lentamente; Se sentía mareado y sin fuerzas. Sus piernas temblaron y sus rodillas se doblaron.

- Ey. ¿Qué pasa?.- escuchó preocupada la voz del mayor detrás suyo y aquellas grandes manos rodeando firmemente su cintura.

- Sólo estoy cansado.- trató con todas sus fuerzas de sonreír, pero falló.

- Ven acá. Vamos a que te duches y luego a descansar.

El moreno lo cargó y llevó entre sus brazos a la ducha. Lo puso de pie en el suelo. Fue desvistiéndolo lentamente. Acariciando con las manos y punta de los dedos aquella suave, tersa y pálida piel del menor. Cuando lo tuvo desnudo, entró con él nuevamente bajo el chorro de agua y comenzó a bañarlo; bajo ningún motivo soltando su cintura.

La cama era tan confortable, fresca y cómoda que el pelinegro no tardó en quedarse dormido sintiendo las delicadas caricias que Jong In hacía en su espalda y los esporádicos besos que éste dejaba en su frente.

Se había despertado y levantado tarde. El mayor no estaba con él en la habitación. Luego de vestirse rápido, fue a la puerta y la abrió. De acuerdo, eso no se lo esperaba. Sus pies se detuvieron instantáneamente y su cuerpo se tensó, pero su cerebro reaccionó tan rápido como pudo y todo volvió a funcionar. Cerró de prisa la puerta sin hacer ruido quedándose de pie con el corazón latiéndole desbocadamente.

Chan Yeol y Jong In estaban fuera de las habitaciones, en el pasillo. Platicaban y reían en voz baja. Su hermano tenía una cara llena de expectación y emoción que lo hacía parecer demasiado feliz. Suspiró hondamente con los ojos cerrados.

El día era perfecto para la boda. El clima, el lugar, la playa, las personas, los peces, el mar. Todo excepcionalmente maravilloso. Chan Yeol y Baek no pudieron decidir mejor lugar para casarse. Su hermano siempre había deseado que si llegaba a casarse, le encantaría que fuera en la playa, y Baek estando de acuerdo, cumplió el deseo de su amor, del amor de su vida. Sonrió sin darse cuenta al tiempo que lo miraba.