Capítulo 23.

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El día en el restaurante había sido de locos. Desde que una de las chicas que atendía las mesas, dejara caer la charola con los platos y vasos que acababa de recoger de una mesa para desocuparla a una pareja que recién llegaba, hasta que Min Ho diera unas bebidas equivocadas a otra mesa.

Los clientes fueron despejando y vaciando el lugar conforme la noche avanzaba. Baek y Chan Yeol habían llegado poco antes de que Se Hun cerrara la puerta del local. Ellos también ayudaron a la hora de recoger las mesas y limpiar el piso y la barra.

Juntaron dos mesas. Luego de que los cuatro preparan algo para cenar, se sentaron para descansar un poco y probar alimento luego de toda la tarde sin hacerlo.

- No has vuelto por aquí con Kai.- comentó Min Ho sirviendo un poco de vino tinto en vasos de cristal.

Chan Yeol sonrió. Sin embargo, había algo parecido a una mueca triste en sus labios.

- Últimamente apenas lo veo.

- Eso es raro. Casi siempre andaban juntos, ¿no?

- Así es. No sé qué le pasa.

Se Hun buscó inútilmente los ojos de Min Ho. No los encontró. Así que intentó darle un trago al vino.

- ¿Por qué, acaso han terminado?

- No sé cuándo empezó a enfriarse todo. No sé, Min Ho.

- Lo extrañas.- dijo el pelinegro no como una pregunta.

Se Hun alzó la cara. Sus ojos ávidos miraron al mayor de todos como suplicándole silencio. No quería seguir escuchando a su hermano. Pero éste ya respondía:

- Claro que lo extraño.- confirmó en un suspiro con el tenedor en la mano, revolviendo la verdura. – Es muy raro su comportamiento. Ahora casi nunca va por mí después de las clases. Lo he llamado varias veces, pero siempre pone excusas. Así que mejor salgo con mis amigos o le pido a Baek que salgamos a caminar o algún lado.- el menor sonrió al castaño, que estaba sentado frente a él. - No pienso quedarme en casa de mi madre encerrado y amargado. Quiero y extraño a Kai, y sé que uno de estos días le pediré explicaciones. Por ahora no puedo. Ésta enfermo, en cama.

Se Hun se removió, tratando de evitar la incomodidad de aquella plática. Chan Yeol siguió hablando:

- Precisamente lo he llamado hoy para citarme con él, pero me ha dicho que desde antier en la noche comenzó a sentirse mal. Tenía dolor de huesos y cabeza.

- ¿Y no irás a verlo?- preguntó Baek probando la caliente cena. - ¿No te preocupa?

Chan Yeol rio bajito y bebió un poco más de vino. Pero sus ojos se pusieron llorosos.

Jong In, El novio de mi hermano menor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora