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Capítulo sesenta y cuatro.

—Esas estrellas están juntas ¿Las ves? En una fila. Esas tres.— murmuró Luke mirando el cielo.

—Sí, las veo.— respondido Michael con una sonrisa. —¿Ves esa de ahí? — apuntó.— La más brillante.

Luke asintió al distinguirla entre las demás estrellas.

—Esa estrella, aunque sea la más brillante entre las demás, jamás superará el brillo de tus ojos. Tú eres el que más brilla Lukey, en todos los mundos y universos existentes; incluido en el mío. —murmuró Michael contemplando el rostro de Luke mirando el cielo.

El rubio desvió la mirada hasta coincidir con los ojos de Michael. Mirándolo con las cejas alzadas.

—¿Eso le dices a todas tus conquistas?— rió suavemente Luke.

—Jamás se lo había dicho a alguien más Luke. Ni siquiera lo había pensado, sólo las palabras salieron con lo que realmente pienso, porque eres especial, Lukey. —respondió Michael con toda la sinceridad del mundo.

Luke sonrió y besó la barbilla de Michael.

—Te quiero Michael. Te quiero más de lo que podría querer a alguien. —susurró Luke besando repetitivamente por alrededor del rostro del teñido. —Eres.—lo besó—El. —besó otra vez —Mejor.

Michael rió haciendo una mueca.

—Basta, me haces cosquillas. — murmuró haciendo muecas mientras Luke besaba todo su rostro. Sin embargo, Luke no se detuvo.— ¡Ay! — exclamó riendo.

Sujetó el rostro de Luke entre sus manos y lo acercó a sus labios. Giró sus cuerpos dejando a Luke debajo de él y Michael comenzó a besarlo en los labios.

Al principio fue un beso completamente inocente, solo un roce de labios. Pero Michael profundizó el beso formándolo en uno más ansioso, estaba degustando la boca de Luke por completo.

—Me encantas Luke.— gimió Michael acariciando la silueta del rubio. Luke gimió igualmente y pasó sus manos por sobre los jeans del teñido, acercándose al miembro del chico.

Michael soltó un gran gemido cuando Luke posó su mano por su erección.

—No hagas eso.— jadeó.— No hagas eso si no quieres que pase esto a algo más.

Cuando Michael dijo esas palabras Luke cayó en cuenta que estaban aún en la playa, sobre el techo del automóvil del chico, con sus abrigos puestos cubriéndose del frío invierno.

—Lo siento.— susurró el rubio avergonzado depositando un suave beso sobre los labios rojizos de Michael para luego recostarse junto a él abrazándolo por el torso.

🌻🌻🌻

oc, me da vergüenza cuando escribo éstas escenas so, bai.

the sound of your voice ;; mukeWhere stories live. Discover now