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Capítulo catorce.

Ya era casi medianoche y Luke estaba sentado en su hamaca esperanzado de que Michael hiciera un vídeo nuevo a Youtube.

Una amplia sonrisa iluminó el rostro del rubio al escuchar la voz suave de Michael desde el interior del departamento. Y se detuvo a pensar, cómo era posible que alguien que él conocía tuviera tal hermosa voz. Pensó que podría oír su voz toda la vida y jamás se cansaría, de hecho caería rendido a sus pies.

Luego de un rato, Michael terminó su canción y Luke decidió quedarse en su lugar para esperar que el chico saliera. Y así fue, Michael salió frotando su cabello con aspecto cansado con un pijama que Luke jamás se lo había visto. Consistía en unos pantalones cortos negros que le quedaban tan ajustados que pasaban fácilmente por pantalentas, dejando ver las largas piernas pálidas y cremosas del chico. Además de un suéter de hilo blanco que le quedaba algo grande.

Luke se obligó a sí mismo a quitar las mirada de las piernas del chico antes de que éste se percatara que él estaba ahí.

—Oh, hola Luke.— saludó Michael al notarlo y se sentó sobre la hamaca.

El rubio se sonrojó fuertemente y desvió la mirada asintiendo y murmurando un saludo.

—Te ves cansado.— comentó Luke mirándolo levemente.

—Lo estoy.— respondió el teñido.

—Extrañé esto. — mencionó Luke luego de un rato en un silencio prolongado.— Estar contigo por las noches, hablando de cosas superfluas para entretenernos y evadir la realidad. Como si el tiempo se detuviera y nos dejara ser nosotros mismos por un rato.

Una sonrisa creció en los labios de Michael y lo miró con cariño claro en sus ojos.

—Yo también lo extrañé ¿Pero sabes? Deberíamos detener el tiempo nosotros mismos y cambiar el rumbo de las cosas.

—¿A qué te refieres?

—A que envés de estar en un balcón aparte a mi lado, deberías estar tú en mi balcón a mi lado ¿Entiendes? ¿Por qué no mejor no vienes y detenemos el tiempo juntos? — preguntó el teñido con la emoción brotando en su voz.

Luke se lo pensó unos segundos y sabiendo que estaba mal, que era arriesgado. Con dificultad se alzó en la barandilla del balcón y maniobró hasta saltar al balcón siguiente cayendo en su trasero con una risa creciendo en su garganta.

Miró a Michael entre las lágrimas de su felicidad y divisó su rostro en una expresión de shock y preocupación.

—Jesús, ¿Qué acabas de hacer Luke? ¿Estás demente? Pudiste haber caído. —Se arrodilló Michael a su lado mirándolo para chequear si todo estaba bien con él y no se había roto algo al caer.

Luke soltó unas risitas más y dijo mirándolo a los ojos, fundiéndose en ese color verde de sus ojos y dijo:

—Detengamos el tiempo juntos, Mikey.

the sound of your voice ;; mukeWhere stories live. Discover now