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Capítulo cuarenta y cinco.

Luke salió del edificio con velocidad y tomó el primer taxi que se le presentó. Se supone que a las tres de la tarde terminaría su última clase y faltaban diez minutos para que eso sucediera. Ashton ciertamente le había dicho la dirección del lugar deseándole suerte.

Trató de quitar de su mente a Healy que la había dejado en el sofá aún durmiendo, esperaba que no se preocupara tanto si veía que él no estaba ahí.

Un extraño sentimiento se albergaba en el estómago de Luke, estaba nervioso, estaba seguro que Michael lo había visto con Healy. Y quería evitar a toda costa que se enfadara o se sintiera lastimado.

Y en ese mismo instante cayó en cuenta en que Michael ya formaba gran parte de su vida y que quería protegerlo a toda costa. Se había enamorado profundamente de Michael Clifford y ni siquiera se había dado cuenta de como tan rápido había sucedido.

El taxista se estacionó fuera de la institución y el rubio rápidamente le entregó el dinero correspondiente entre sus manos temblorosas.

Ni siquiera entendía por qué estaba tan nervioso. Quizá porque tenía un mal presentimiento.

Se bajó del automóvil mordiendo su labio inferior y caminó con pasos inseguros hasta el estacionamiento. Divisó el auto de Michael y esperó cerca de él.

Jugó con una piedrita en el suelo mientras tanto, hasta que su corazón dio un salto al escuchar el timbre indicando la última clase de Michael por terminada.

Gran parte del alumnado salió por las puertas principales y el rubio buscó con la mirada al teñido.

Y lo vio acercándose distraídamente charlando con un chico pelirrojo, venía con un semblante algo deprimente hasta que sus ojos verdes grisáceos chocaron con los esperanzados ojos azulados de Luke.

Detuvo sus pasos casi por inercia y le murmuró algo al chico quien lo miró con confusión sin separar la mirada de el rubio, el otro chico asintió y se alejó del teñido caminando hacia otra dirección.

Michael sintió ganas de llorar al verlo, tenía tantas emociones encontradas. Pero no eran precisamente de felicidad. Desvió la mirada y luego la bajó mirando la punta de sus pies.

Luke lo miraba con el ceño fruncido.

¿Eso era una mala señal?

the sound of your voice ;; mukeWhere stories live. Discover now