First Love » Suga; BTS✔ ¡Segunda parte ya a la venta!

t r e i n t a y n u e v e (ii)

yoonguita

Audio (00:15)
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save me
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estás despierto?
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Sí
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Creo que nadie ha cogido mi móvil y se ha hecho como 100 selcas con él
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Y tampoco nadie ha cambiado su nombre de contacto a ''reina Aerin puta ama''
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¿Qué coño es lo del audio?
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¿Es una máquina para mezclar el cemento?
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es haneul roncando
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las paredes tiemblan
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puedes hacerme un hueco en tu cama? 😓
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No
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sólo quiero dormir
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porfaporfaporfa00:11
haneul ronca demasiado, creo que soyoung está teniendo sueños húmedos y las chicas de la habitación de al lado no dejan de hablar y de reírse como focas
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SOYOUNG ES SONÁMBULA Y HASTA SE HA COMUNICADO CON HANEUL POR LO QUE MÁS QUIERAS SÁLVAME TENGO MIEDO Y LA CABAÑA SEGURO QUE SE CAE
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porfavor
✔✔ leído a las 00:11

está la ventana grande de tu cabaña abierta?
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Para ti no.
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Eso es un sí
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Intentaré no hacer mucho ruido
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Vas a cagarla
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Como siempre
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Puedes dormir en la cama de Park
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EWW NOOOO
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ABORTAR MISIOM ABORTAT MISION LA PROFESORA ME HA PILFADO OMG
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BUENDS NOCHWSSS
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Me escondí detrás de una palmera gigantesca, intentando que la profesora de turno no me viera pasearme en pijama por el círculo de cabañas a las tantas de la noche. En teoría, todo el mundo debía estar dormido a las once, pero yo era incapaz de dormir en la misma habitación que una sonámbula y una roncadora que se comunicaban a base de palabras ininteligibles. Debería haber grabado cómo Zorra Uno y Zorra Dos mantenían una conversación en sueños. El colchón de mi litera estaba duro y las sábanas eran demasiado ásperas, así que intenté dormir enrollada en la enorme toalla que utilicé para secarme el cuerpo al salir de la ducha. No me funcionó, obviamente, porque las otras dos no paraban de hacer ruiditos y de roncar.

Así que salí de la cabaña con el teléfono en la mano, correteando con un pijama de color rosa pastel que me quedaba gigantesco. Divisé la cabaña donde dormía Yoongi y me dirigí hacia ella, aunque tuve la mala suerte de toparme con una profesora que me gritó para que volviera a mi cabaña. Lo que no sabía ni veía la imbécil de la profesora -me caía fatal, pero sabía que era recíproco- es que, en cada esquina, había algún chico que se estaba intentando escapar de su cabaña para ir a la de las chicas. Si no fuera por la claridad de la luna y por la luz de unos farolillos que iluminaban el sendero de piedras que rodeaba las cabañas, tuviera que haber ido a tientas. Cuando la profesora me perdió de vista, suspiré aliviada y esperé con ansias a que pillara a alguno de los tíos que también se escondían detrás de árboles o las propias cabañas. Chasqueé la lengua; no vio a ninguno. Bueno, realmente hizo la vista gorda. ¡Era imposible que no viera a unos chicos de metro ochenta detrás de un árbol igual de fino que Yoongi!