s i e t e

81.5K 7.7K 5.3K
                                    

Me tropecé al bajar los dos últimos escalones del conservatorio. Alcé los brazos de una manera ridícula, traté de mantener el equilibrio y conseguí no caer al suelo gracias a mi querida pared. De no haber sido por ella, estaría espatarrada en el suelo con un dolor de cóccix terrible. Dejé la cabeza bien alta, sin ápice de vergüenza, a pesar de que el conserje me había visto y me miraba con una sonrisilla divertida. Sólo me había tropezado. Ni siquiera me había caído, ¿Tan gracioso es que una pobre alumna estresada se tropiece al final de las escaleras?

Mierda. — Escuché a mi derecha. Era una voz masculina, familiar, que escuchaba casi a diario. Me giré en la dirección de la voz, topándome con Yoongi. Enarqué una ceja al ver que estaba con el teléfono en las manos.

— No me lo digas, esperabas a que me cayera para grabarlo y subirlo a YouTube.

— Sí. — respondió, sin más, guardando su teléfono móvil en los bolsillos del pantalón de su uniforme. Yo odiaba llevarlo, pero al parecer él se sentía cómodo con aquella camisa tan fea con el escudo del instituto bordado en el lado izquierdo de pecho. — El vídeo de tu caída se haría viral y yo estaría a un paso de ser millonario.

Me acerqué a él. Yoongi siguió el ritmo de mi marcha casi de inmediato, así que los dos caminamos juntos fuera del enorme hall del conservatorio, hacia la calle. Tuve la sensación de que Yoongi estaba allí porque me esperaba a la salida de clases.

— ¿Has salido ahora de clases? — pregunté, curiosa. Tenía la esperanza de que Yoongi dijera que me había esperado, aunque, si lo pensaba bien, era algo un poco... perturbador. Él no sabía mi horario. ¿Y si era verdad eso de que era una acosador y violador? No tenía pinta de serlo, pero siempre me decían que las apariencias engañan. No fui lo suficientemente atrevida como para preguntar a Yoongi si me estaba esperando, así que opte por una pregunta algo más discreta e indirecta.

— Sí.

— Ah... ¿Y qué clase?

— Segunda planta, dos-

— No, idiota, digo qué asignatura.

— Aprende a formular bien las preguntas. — replicó. A pesar de que sabía de sobra a qué me refería, Yoongi no respondió a mi segunda pregunta. Se quedó callado, hincó las manos en los bolsillos de su pantalón y caminó a mi lado con los labios levemente fruncidos.

No tenía el don de la palabra dese hace mucho tiempo, así que yo también guardé silencio. Suspiré. Quería saber algo más de Yoongi. Mi sexto sentido, mi intuición femenina o lo que fuera me decía que debía ser su amiga. Quería que Yoongi fuera mi amigo. Parecía simpático. Muy en el fondo de su corazón frío, oscuro y prácticamente inexistente. No tenía ni la más mínima idea de por qué actuaba así, tan frío y distante. Quizá era su forma de ser y no podía hacer nada para cambiarla. Bueno, mi objetivo principal no era cambiar su carácter, sólo pretendía ser más cercana a él.

Con apatía, Yoongi sacó los auriculares del bolsillo más pequeño de su mochila. Los desenredó con una agilidad impresionante, conectó la clavija a su teléfono y se los incrustó en los oídos, ignorándome. Puso una canción a todo volumen. Caminaba a un metro de mi, y aún así yo era capaz de escuchar perfectamente el ritmo frenético de algún rap. Así que no escucha a Girls' Generation... Y tampoco quiere responder a mis preguntas. Puse los ojos en blanco. A pesar del evidente desinterés de Yoongi en continuar con la conversación -que ya di por muerta-, yo decidí si hacerlo. Carraspeé para llamar su atención, pero miré hacia el cielo.

— Hace demasiado calor para ser septiembre, ¿no crees? — comenté, con la esperanza de que dijera algo igual de cliché que mi pregunta. Era una viejo recurso para iniciar un diálogo con alguien. Funcionaba en los ascensores y en las películas. ¿Por que no iba a funcionar con él? Yoongi continuó callado, y yo perdí la paciencia. — Eh, tío, encima de que te estoy acompañando ni te dignas a hablarme.

First Love » Suga; BTS✔ ¡Segunda parte ya a la venta!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora