Después de estar un tiempo pensando salí de la ducha, cogí una toalla y me sequé el pelo, luego me la rodeé en el cuerpo, salí del baño y me dirigí a la puerta que me indicó, la abrí y me quedé sorprendida al ver su habitación. Tenía una cama de matrimonio enorme junto a una mesita de noche donde había una foto y un reloj. Me acerqué a mirar la foto y vi que eran sus padres, la volví a dejar en el sitio y continué inspeccionando la habitación. Tenía un escritorio donde había un ordenador y varias cosas más, miré unas estanterías donde habían muchas figuras de anime, me quedé perpleja al ver eso, era como yo tal y como me dijo.

Después de inspeccionar un poco más decidí vestirme, cogí el pijama que tenía encima de la cama y su olor llegó hasta mí. Mis mejillas se sonrojaron, me encantaba su olor. Recordé que mi ropa interior la iba a poner a lavar así que directamente me puse el pijama, era una camiseta blanca de marga corta que me venía bastante grande junto a unos pantalones negros que también me venían grandes. Fui al baño otra vez y me cepillé el cabello con un cepillo que encontré, recogí mi ropa sucia y fui al salón. Ahí no encontré a Jackson hasta que escuché un ruido que venía de la izquierda. Fui hacia allí y encontré a Jackson en la cocina, él se percató de mi presencia y se giró para mirarme.

- Vaya, te queda mejor mi pijama a tí que a mí. - Dijo riendo. Yo reí con él y negué con la cabeza.

- Me viene muy grande. - Respondí entre risas. - ¿Dónde dejo mi ropa? - Pregunté enseñando esta.

Jackson la cogió de mis manos,antes de meterla en la lavadora cogió mi camisa y me la enseñó.

- No creo que te sirva de mucho, ¿la tiro?

Yo suspiré y asentí. Este tiró mi camisa y lo demás lo puso a lavar. Mientras tanto me percaté de que estaba cocinando algo así que me acerqué a mirar y vi que era chocolate.

- Chocolate caliente, que rico. - Mencioné con emoción, pues me encantaba en demasía.

Jackson soltó una pequeña risa mientras lo movía un poco. Acto seguido sacó dos tazas, sirvió el chocolate y me entregó una de ellas.

- Gracias. - Musité con una pequeña sonrisa.

Él me guiñó el ojo y mi corazón dio un vuelco en ese mismo momento al mismo tiempo que mis mejillas ardían. Nunca me acostumbraría a eso.

Jackson cogió su taza y se dirigió al salón seguido por mí. Se sentó en el sofá y yo me senté a su lado, acomodándome con las piernas cruzadas.

- ¿Puedo preguntarte algo? - Preguntó sin más, haciendo que le observara.

Yo asentí y le escuché atentamente.

- ¿Qué hacías a la una de la madrugada andando sola por la calle?

- Había salido a pasear, me gusta ver las estrellas, me relaja. - Murmuré sin muchos rodeos antes de darle un sorbo a mi chocolate.

- Pero has visto que es peligroso.

- Lo sé, pero nunca me había pasado nada - Mencioné encogiéndome de hombros.

- ¿Desde cuando sales a esa hora?

Aquella pregunta hizo que me quedara unos segundos en silencio pensando en la respuesta, decidiendo ser finalmente sincera.

- Desde que te fuiste - Musité en un bajo susurro.

- ¿Por qué?

- Necesitaba despejar mi mente.

Jackson soltó un pequeño suspiro.

- Me siento culpable.

- No, tú no tienes la culpa de nada. Además si no hubiera sido por tí no se que habría pasado - Respondí con firmeza. - ¿Puedo preguntarte qué hacías tú a esas horas por la calle?

- Estaba con unos amigos. Necesitaba entretenerme y cuando iba volviendo a casa escuché gritos y miré a ver que era, entonces te ví. ‐ Respondió, dándome cuenta en ese momento de cómo su cuerpo se tensó.

- ¿Por qué necesitabas entretenerte? - Pregunté sutilmente.

Jackson mordió su labio en un acto nervioso y seguidamente me miró.

- Porque no paro de pensar en tí.

Al escuchar aquello mi estómago se embriagó de un agradable cosquilleo, notando cómo mis mejillas volvían a arder.

-Lo siento, no quería incomodarte - Mencionó con rapidez.

- No, no me has incomodado tranquilo... A mí me pasa lo mismo. - Musité llevando mi mirada hacia la taza, pues no tenía valor cómo para mirarle.

Jackson no dijo nada y lo agradecí, sabía que si continuábamos esa conversación no iba a poder evitar sacar totalmente mis sentimientos y era mejor así.

Después de un rato hablando de otras cosas terminamos el chocolate y lo dejamos encima de la mesa. Jackson puso la TV y yo me recosté en sus piernas mientras empezábamos a ver una película.

Noté poco después cómo empezó a acariciar mi cabello, haciendo que la tranquilidad se apoderara de mi cuerpo, provocando que poco después me quedara dormida.







🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤🖤

Fin del capítulo.

Espero que os haya gustado.

Besitos. ♡

EDITANDO. »El novio de mi hermana«   |Jackson Wang.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu