" O N C E "

4.3K 244 36
                                    

- Lo mejor será que esta noche te quedes aquí por seguridad, no sabes si ese imbécil sigue ahí fuera.

- Pero... - Musité, mordiendo seguidamente mi labio ante los nervios que sentía.

- Por favor, te lo pido como un... amigo. No quiero que te pase nada y aquí estarás a salvo - Respondió casi en una súplica.

Pensé unos segundos en si era buena idea, volver a tenerle cerca iba a ser difícil y más sabiendo lo que sentía por él pero finalmente acepté. Sabía que estaba preocupado y yo también estaba asustada, así que desde mi punto de vista, era lo mejor.

Jackson me sonrió cálidamente al escuchar mi respuesta.

- Bien, antes de nada voy a curar tu herida, siéntate en el sofá y espérame.

- Está bien - Musité con una pequeña sonrisa para luego sentarme en el sofá.

Mientras Jackson había ido a coger el botiquín, yo observé su casa. Era acogedora, todo estaba en su sitio y muy limpio, era una persona muy ordenada, al contrario de mí.

Cuando me quise dar cuenta Jackson se había sentado a mi lado.

- Vale, esto te va a doler un poco pero intenta aguantar todo lo que puedas - Dijo este con un algodón en la mano.

Yo asentí y cerré los ojos un tanto nerviosa. Jackson puso una de sus manos en mi mejilla y estas se sonrojaron rápidamente. Acto seguido noté el algodón en mi labio, sintiendo un dolor intenso. Cerré mis ojos con más fuerza y solté un ahogado quejido.

- Sé que te duele pero tengo que curártelo, no tardaré nada, te lo prometo - Murmuró suavemente, acariciando mi mejilla.

Volví a asentir y volvió a pasar el algodón por mi labio, aguanté todo lo que pude y después de varios segundos terminó.

- Ya está.

Abrí mis ojos y me esbozó una dulce sonrisa haciendo que me pusiera más tímida.

- Gracias - Musité.

- No hay de qué - Respondió aún con la sonrisa en sus labios. - Puedes ducharte si quieres, te puedo dejar un pijama mío ya que tu camisa está rota... - Murmuró esto último, mordiendo acto seguido su belfo inferior con nerviosismo.

Acto seguido miré mi camisa, no me acordaba de que se me veía completamente el sostén.

Mis mejillas comenzaron a arder y me tapé como pude.

- No te preocupes, no he visto nada - Continuó, riendo con timidez.

- Vale pues... iré a ducharme - Musité avergonzada.

- Te enseño donde está el baño.

Se levantó y me tomó de la mano delicadamente,la descarga eléctrica volvió a pasar por todo mi cuerpo y las mariposas salieron de su refugio. Fuimos hacia el baño y entramos en este.

- Aquí es, mi dormitorio es la puerta que está aquí a la izquierda, te dejaré ahí el pijama, cuando termines ven al salón, te esperaré ahí y me das tu ropa para que la lave.

Asentí y le dediqué una sonrisa, el me la devolvió y se fue cerrando la puerta. Yo me giré y abrí el agua para que se calentara, me quité toda la ropa y me miré en el espejo para ver mi labio, estaba hinchado pero ya no tenía sangre, me dolía pero no tanto gracias a que Jackson lo curó. Comprobé el agua y entré, dejé que esta recorriera mi cuerpo mientras pensaba en todo lo sucedido, en qué hubiera pasado si Jackson no hubiera aparecido, fue como mi ángel de la guarda, cada vez hacía algo que me enamoraba más.

EDITANDO. »El novio de mi hermana«   |Jackson Wang.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora