Adrien.
No podía creer lo que tenía en mis manos.
Era simplemente algo ridículo.
Era un aviso de los juzgados del estado, el cuál expresaba que el martes de la siguiente semana se me requería en la sala del juzgado familiar número tres.
Me había quedado sin palabras, solo estaba ahí observando el papel, que me decía que era el padre de un niño de cinco meses de edad.
Lo único que pensé fue que era una jodida broma.
Mientras leía el aviso pasaba mis manos por mi pelo, y me detenía de ratos con la mano en mi cabeza dandole pequeños jalones a mi cabello.
Pensaba que era tonto el asunto, ya que el objetivo de la demanda, era que al terminar diera un "Subsidio familiar" cada semana. Pero para comprobar que el niño era hijo mío tenía que ir a que me tomaran muestras de sangre cuatro días antes de la audiencia.
Creía que era la forma más ridícula en la que una chica me había tratado de sacar dinero, ya que tenía poco más de un año sin tener relaciones.
No era la primera vez que una chica hacía algo para sacarme dinero, estaba la chica que me amenazo con que su padre era policía y me podía arrestar, o la que me amenazo con que su hermano me iba a golpear. Pero nada se acercaba a esa estupidez.
Pero claro que no lo tome a la ligera, de inmediato le marque a mi padre leyéndole el aviso, y pidiéndole su consejo.
Mi padre opino lo mismo que yo opinaba, que quien estaba haciendo eso era para sacar dinero, a parte de que ni siquiera nombraban quien me estaba demandando, y decía que iba a conocer el nombre y o identidad de la persona hasta el día de la audiencia.
Me dijo que no tenía de nada que preocuparme, ya que contrataría al mejor abogado de todos, y que prácticamente ya teníamos el caso ganado; literalmente me pidió que solo me preocupara de la universidad. Y que el resto se lo dejara a el.
Así que obedecí, simplemente trate de centrarme más en las dos cosas que en ese momento me tenían preocupado. Mis calificaciones y si podría algún día superar a Eliane.
Con respecto a mis calificaciones no me preocupaba demasiado, desde que me había apartado de Anua, no tenía razón por la cual avergonzarme de ser el mejor de la clase.
En ocasiones seguía frecuentando a Gaspar, era raro; el seguía saliendo con Amélie y usualmente cuando lo visitaba ella estaba ahí.
En una ocasión estábamos los tres en su sala de estar, junto con Camille y Nathalie quienes también habían ido de visita y veíamos fotos de la preparatoria; todo iba bien hasta que vi la foto del cumpleaños de Eliane, Amélie en aquella fotografía salía al lado de Gaspar intentando limpiarle el rostro después de haberle embarrado una rebanada de pastel, Nathalie salía molestando a Camille, como si fuera a hacerle lo mismo que Amélie acababa de hacerle a Gaspar, y yo salía tomando el rostro de Eliane mientras le daba un beso en la mejilla.
-No recordaba esta foto- admití, Amélie le dirigió una mirada llena de pena a Gaspar; pero yo sabía que Amélie no sentía pena por el, ese sentimiento iba dirigido a mi,
-Adrien...- empezó a decir Gaspar, pero dejo la oración al aire cuando se dio cuenta que había empezado a llorar, no tengo palabras para explicar lo raro que era aquella situación. -Quédate la foto, tengo otra copia-
-Fue demasiado repentino- confesé, la mirada de Amélie se suavizaba cada vez más, al igual que la de Nathalie y Camille,
-Adrien, lo siento pero An...- empezó a decir Camille, pero todos la miraron con el ceño fruncido y ella pensó mejor sus palabras, -Todos la extrañamos-
