Capítulo 37...

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POV CHRISTIAN






Me quedo como en shock, ahora no tengo dudas... este hijo de puta es el hermano de Anastasia. ¿Cómo haré para alejarlo de ella?. ¿Hasta donde puedo confiar en él?. No mucho ciertamente porque siempre tendré un ojo en él, siempre lo vigilaré. El bastardo llora desconsoladamente ante la verdad. Taylor le ha dicho como lo obtuvo y le mostró la carta que dejó el padre de Ana. Se maldice una y otra vez por ayudar a Elena a que esto pasara, muy en el fondo siento lastima por él.

-Ahora entiendo esa inexplicable conexión que sentía hacia ella, estúpidamente la confundí con amor de parejas, ahora entiendo que el sentimiento era más importante que eso, más fuerte y puro, mucho más.-

Dice entre los sollozos y los gritos que da, mi madre se acerca a él y lo abraza buscando calmarlo un poco, él se deja ser seguramente necesitando más que nunca el apoyo de alguien. En la sala solo se escucha su llanto, nadie dice nada y yo no pienso consolarlo. Que de mi no espere nada... nunca.

-¡Hay que encontrarla ya!. ¡Por el amor de Dios hay que salvarla de esa mujer!.-

Grita desesperado, un nudo inevitable se forma en mi garganta ante el dolor y la desesperación de cada palabra que dice. Ese es mi mayor deseo, por lo que he rezado estos tres días, por lo que seguiré rezando aún cuando la encuentre porque no me alcanzará la vida para pedirle perdón. Muy a mi pesar me pongo de pie y camino hacia él, pongo una mano en su hombro sin decir una palabra. El clava sus ojos verdes en mi y solo hay una súplica explícita en ellos: salvala.
Los dejo y camino al cuarto de control donde Sawyer y sus hombres trabajan sobre las computadoras.

-Señor, justo iba a llamarlo. Hay novedades.-

-¿Qué tienes?.-

-Descubrimos que tiene un nuevo... mmm... hombre, un tal Isaac. Compró una propiedad hace no más de dos semanas. Pero rastree su cuenta bancaria y el sujeto tiene 5.000 dolares en ella, es un hombre de bajos recursos y al ser el sum... bueno lo que sea. Creo que Elena Lincon la compró a su nombre.-

Si no estuviera en esta situación seguramente me reiría de como no puede decir la palabra sumiso, pero en estas circunstancias solo asiento. Puede ser verdad.

-No quiero más suposiciones Sawyer, quiero resultados.-

-Lo sé señor, ya mandé a un hombre a vigilar y me acaba de informar que efectivamente hay movimientos en la propiedad.-

-Vamos para allá entonces.-

-Señor, con todo respeto... yo le recomendaría que se quede a esperar la confirmación.-

Lo tomo del cuello con ambas manos, la ira apoderándose de mi, lo apreto con fuerza.

-No me vuelvas a decir lo que puedo o no hacer, es mi mujer la que está en peligro.-

Le hablo pegado a su cara y con los dientes apretados. Estos inútiles han tardado tres malditos días en encontrarla, eso suponiendo que esté ahí. Lo suelto cuando veo que le falta el aire y retrocedo. Me fulmina con la mirada acomodándose la chaqueta.

-Como usted ordene señor.-

Me dice rojo de la rabia contenida. Salimos y le informo a Taylor y a mi familia lo que sabemos, el insiste en que vallamos ya y nos ponemos en marcha. Vamos en tres camionetas distintas. Elliot insistió en venir y no me quedó más remedio que aceptar. Ahora vamos Taylor, Sawyer, Elliot y yo en una sola camioneta a toda velocidad. Nos dirigimos hacia la casa en completo silencio hasta que el sonido del celular de Sawyer nos hace dar un salto a todos.

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