Capítulo 21...

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POV GRACE ( especial)







Hace dos días se cumplieron los dos años que perdí a mi pequeño bebé de ojos grises. Todavía recuerdo su mirada asustada cuando despertó del coma, igual a la que tenia cuando lo encontré de pequeño, perdida y asustada. Lo amé desde ese instante aunque todo a su alrededor era difícil. Saber por lo que pasó con su madre biológica, como lo encontraron los policías, sus pesadillas y su fobia a ser tocado, todo eso me hacía amarlo más. El dolor que sentí cuando me llamaron del hospital primero para decirme que habia tenido un accidente y luego para decirme que había desaparecido, fue casi insoportable, me culpé todo este tiempo por no ser la madre que él necesitaba, por haberme dejado convencer de ir a descansar una vez que él despertó, si me hubiera quedado a su lado ahora no estaria sufriendo de esta manera. Trato de ser fuerte frente a mi marido y mis hijos, pero el dolor está ahí, apretando mi corazón, sintiendo su falta y aunque no era muy cercano a nosotros siempre fue especial para mi, siempre fue mi bebé... y siempre lo será.

Estoy en el hospital, hoy me llamaron de urgencia por una niña con leucemia, encontraron a un donante, lo que es un milagro. Así que estamos en el procedimiento correspondiente para hacer la transfusión.

Todo fue un éxito así que la niña se recuperará pronto, su familia está feliz y no dejan de agradecerme. Si tan solo me devolvieran a mi bebe... eso sería suficiente agradecimiento para mi, daría mi fortuna entera si él estuviera de vuelta. Haría cualquier cosa... o por lo menos encontrar su cuerpo y enterrarlo como corresponde, tener un lugar donde ir a llorarlo, una madre nunca debería pasar por algo parecido. La vida se ha ensañado demasiado con él, lo que es totalmente injusto.
Lágrimas caen de mis ojos por la angustia y el dolor en el momento que escucho mi teléfono celular sonando en el bolsillo de mi delantal. Lo tomo y me seco las lágrimas antes de atender, es Elliot.

-Hola hijo, ¿Cómo te va?.-

-Hola mamá. ¿Podemos reunirnos hoy?. Necesito hablar contigo de algo.-

Su voz está cargada de ansiedad, lo que es raro, él suele ser un chico muy tranquilo y alegre.

-Claro que si, estoy en el hospital ahora... te veré en el café Mayrose a las seis si estás deacuerdo.-

-Mamá... mejor te espero en casa...-

Mmm ese tono solo significa que cualquier cosa que tenga que decirme es delicado.

-Está bien cariño, te veré en casa. Hasta pronto.-

-¡Perfecto!, nos vemos luego.-

Cuelgo y guardo el celular de vuelta en el bolsillo con una sensación extraña en mi pecho. Conozco demasiado bien a Elliot, él es un libro abierto y si recurre a mi es porque de verdad sea lo que sea que tenga que decirme es muy importante para él.
Sigo con mi ronda, por lo que resta de la tarde. Cuidar la salud de los pequeños siempre me llenó el alma, desde que supe que era estéril cuando era una adolescente quise ser pediatra. Rodearme de niños era mi sueño, y cuando Elliot llegó a nuestras vidas llenó ese vacío que sentía al no poder darle hijos al hombre más maravilloso del mundo como lo es mi Cary. Luego se unió Christian con su terrible historia a pesar de su corta edad, para terminar de completarse con la llegada de Mia, la princesa de la casa y quien sin saberlo en su momento ayudó mucho a Christian ya que por ella pudo hablar de nuevo.
Éramos felices, Cary y yo lo éramos, no importaba cuantos problemas nos dieran nuestros hijos, éramos felices por el simple echo de tenerlos.
Ahora todo cambió, estamos más unidos que antes... pero eso lo produjo la tragedia de Christian, una sombra se posó en la familia Grey y nada la desaparecerá. Es muy triste.

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