Capítulo 34...

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POV CHRISTIAN







La respiración se queda atorada en mi garganta, me pongo de pie y camino de un lado a otro pasando la mano libre por el pelo. No lo puedo creer.

-¿Dónde está Elena?.-

-Christian, Christian, Christian... esa no es la pregunta correcta. Te daré solo dos oportunidades más. Sino lo haces bien... ella pagará por tu error.-

La sangre me hierve y el corazón se me dispara al saber que la castigará, la lastimará de la peor manera, eso lo sé. Pienso como sumiso, pienso como ella y vuelvo a intentarlo.

-¿Por qué haces esto?.-

-No... ya van dos...-

Me dice y sé que está perdiendo la poca paciencia que tiene, pero la hija de puta lo está disfrutando. Recuerdo los dias de adolescencia en los que era su sumiso, esos días que tanto he querido olvidar. Y recuerdo como siempre me castigaba cuando hablaba de más o hacia algo que no le gustaba. No entiendo este ensañamiento hacia Ana, no entiendo que quiere conseguir con esto así que tomo asiento resignado y le pregunto.

-¿Qué quiere mi ama?.-

Escucho su suspiro de satisfacción, casi puedo ver su sonrisa malévola en su asqueroso rostro.

-Muy bien querido, muy bien. Y ya que has echo bien tu última pregunta te responderé... a ti, te quiero a ti y esta zorra cazafortunas es una entrometida que quiere robarme lo que es mio. Así que haré lo que tenga que hacer para sacarla del medio.-

Me dice y cuelga sin dejarme decir una palabra más, levanto la vista para encontrar los ojos de Taylor llenos de desaprobación. Sawyer espera en la misma posición. Suspiro pesadamente y les digo lo que sé.

-Elena Lincon la tiene. Ella tiene a Ana.-

-Sawyer rastrea la llamada y averigua todo lo que puedas de esa jodida bruja.-

Le dice Taylor y se sienta a mi lado, ya que me seguía mientras daba vueltas cuando hablaba con ella.

-¿Qué tiene esta mujer en contra de Ana, Christian?. Debes hablar con la verdad...-.

Asiento tapandome la cara con las dos manos, esto es demasiado para mi, esto es demasiado para soportar.

-Ella me sedujo y me introdujo a los 15 años en ese oscuro mundo, me dijo que me quiere a mi y que Ana era un estorbo. Lo siento Taylor, lo siento mucho...-

Me quiebro y lloro como un niño pequeño, lloro por la impotencia de, sin querer, haberla metido en mi mundo. Mis jodidas sombras llegaron a ella. Mis sombras encontraron a mi dulce ángel.

-No puedes culparte por todo muchacho, esta mujer está loca.-

-Lo sé, pero le hará daño Taylor. La lastimará físicamente. Me lo dijo y ella siempre cumple con su palabra. Sé de lo que es capaz.-

Mi voz se convierte en un susurro en la última frase. Aguantando las ganas de tirarme por el balcón de esta torre tan alta como mi miedo. No quiero saber que le hará, no quiero pensar más.

-Ella es capaz de todo, tengo miedo... realmente tengo miedo.-

Le digo y se que sueno como un asqueroso cobarde, un jodido cobarde que llora en los brazos musculosos de un guardaespaldas quien frota mis hombros para intentar calmarme, agradezco internamente que no toque mi espalda, mis lágrimas mojan su camisa de lino blanca y me avergüenzo de mi mismo. Me separo de él limpiando mi cara.

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