Capítulo 9...

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Pov   Anastasia






Nos encontramos en el departamento. Taylor invitó a Gail a una cena romántica así que estamos solos esta tarde-noche. Estoy nerviosa, trato de verlo como un amigo pero su belleza me lo hace casi imposible. No se que pasará por su cabeza, que pensará de mi. Lo que es seguro es que no puedo dejar de mirarlo, sus maravillosos ojos grises es lo que más me llama la atención, tengo que distraerme de alguna manera.

-Cuéntame algo de ti Christian, lo que sea.-

Es casi un ruego. Mis emociones me están jugando una mala pasada, llevándome a imaginar todas clases de escenarios en los que él esta a mi lado, pero no como un amigo.

-No hay mucho que saber de mi, vivo solo en las calles.-

-Bueno cuentame algo que te guste, no se cualquier cosa.-

Piensa por unos minutos y al fin responde.

-La primera semana en que me escapé del hospital vagaba por un parque, me gustaba mirar a los niños jugar, me pasaba la mayor parte del dia en esos lugares. Me gustaba sentir el sol en mi piel y escuchar sus risas. Un día una niña se me acercó, tenia un copo de nieve en la mano, se sentó a mi lado y sin decir palabra me extendió su copo. Yo la miré y negué con la cabeza pero ella me dijo: "come, se ve que tienes hambre." Lo tome de sus pequeñas manos y lo probé, era casi tan dulce como la niña. Se lo agradecí y se quedó conmigo un rato contandome que iba al jardín y que unos niños la molestaban todos los días por ser más pequeña que los demás. Yo solamente la escuchaba hasta que me dijo: "¿Qué puedo hacer señor?.  Tengo miedo". Entonces le pregunté cual era su jardin y era el que estaba a una cuadra del parque, yo habia pasado varias veces por ahí. Ella se fue y no pude responderle, me puse mal, realmente mal. Queria ayudarla pero no sabia como, asi que al otro dia fui al jardin y la esperé hasta que salió, iba de la mano de una mujer mayor que me miraba asustada. La niña en cambio corrió hacia mi y abrazó mis piernas, la tomé en mis brazos y le dije: "habla con tus padres, dile lo que te hacen esos niños, ellos sabrán que hacer". Le di un beso en la frente y la deposite en el suelo. La mujer que escuchó lo que le dije, solo asintió y se la llevo... nunca más la volvi a ver. Tuve problemas esa noche en que terminé en la comisaria y tuve que irme de ese lugar. Recuerdo perfectamente su rostro, a veces sueño con ella. Desearía encontrarla algun día y saber que se encuentra bien.-

Su relato me conmueve, tanto que no me doy cuenta que estoy llorando hasta que él con delicadeza me seca una lagrima con su dedo pulgar. Es tan extraño... hay una conexion entre nosotros, algo que no podria explicarlo con palabras, es como si fuera que esto ya lo vivimos.

-Hace poco estaba por aqui cerca también en un parque, estaba tan cansado ese día. La noche anterior caminé para buscar un refugio ya que llovía, no lo encontré, asi que estaba muy cansado, con frío y mucha hambre. Los sentidos me estaban fallando. Me senté en una banca a descansar y a los minutos se sentó a mi lado un mimo. Lo miré y estaba haciendome muecas extrañas, yo no tenia fuerzas para hablar asi que trate de decirle en señas también que no lo entendia. Ya el hombre se estaba impacientando, pude notarlo porque su cara estaba roja... de repente se para delante mio y me grita: "que te sentaste sobre una paloma muerta, ¡joder!." Despues se dio vuelta y se fue echando humo.-.

Nos reimos tan fuerte que tengo que agarrarme la panza. Es tan gracioso, no puedo creer lo que le pasó.
Después de este momento tan intimo nos quedamos en silencio, nuestras manos estan unidas y no se en que momento pasó. El ambiente a nuestro alrededor cambia, volviendose más denso, cargado de esa corriente que solo siento al tocarlo. Jadeo de la impresión, esto está mal no puedo pensar en él de esa manera, no puedo verlo como hombre si quiero ayudarlo. Crece en mi la desesperación porque... realmente me gusta.

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