El final

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•Narra Adele•

Estaba en mi estudio tocando el piano. Me había llegado una idea a la mente y tenía que pasarla a las notas musicales. Empecé a escribir en una hoja que encontré aquí en el estudio, después la pasaré a mi libreta verde.
—Que milagro que se escucha una hermosa melodía—dijo Simon. Volteé y lo vi en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
—Lo se, ya estaba echándose a perder aquí solo el pobre piano.
Me hice a un lado y golpeé el asiento para que se sentara a mi lado. Lo hizo y me abrazó.
—¿Melody sigue en la academia?
Asentí.
—David tuvo un problema familiar y me pidió permiso para ausentarse esta noche así que yo iré por Melody.
—Yo voy contigo. La recogemos y vamos a cenar, ¿que te parece?
—Excelente—sonreí—. Hace años que no cenamos afuera.
—Muy bien.
Seguí tocando el piano mientras recibía de vez en cuando besos de Simon en mi mejilla. De repente sonó mi celular y leí el mensaje de Melody diciéndome que ya fuera por ella.
—Hora de irnos.
—¿Quieres que llame a Peter?
—No. Quiero salir al menos un día nosotros solos.
—Entiendo. Vamos.

Simon condujo hasta la academia. Me sentía muy libre y relajada. Sentía como si estuviéramos en el pasado, cuando salíamos juntos y nos íbamos en auto hasta los lugares con los que siempre me sorprendía. Él me mostró Londres, cada rincón de la ciudad. Recuerdo cuando estaba completamente sola y solo iba de la oficina a mi casa en una ciudad completamente extraña para mí. A veces extraño Brighton y mi vida antes de mudarme pero no es nada comparada con la vida que tengo ahora.
Simon me sacó de mis pensamientos cuando tomó mi mano.
—Llegamos—dijo sonriendo—. Te perdiste un rato.
—Si jaja. Lo siento.
—¿La llamarás?
Asentí.
Saqué el celular y marqué su numero.
—¿A dónde iremos a cenar?
—No lo sé. Tu eliges. O mejor dejemos que elija Melody, para que sea celebración por el éxito de su actuación en el show.
Escuché los tonos hasta que me mandó a buzón. Volví a intentar pero volvió a mandarme a buzón. Le mandé un mensaje para decirle que ya estábamos afuera e intenté llamarle pero ella me mandó un mensaje antes.

•Narrador normal•

Maire había tapado la boca de Melody con cinta para que no se escucharan sus gritos, aunque no era necesario pues se había deshecho del guardia de seguridad fácilmente. Su plan era llevarse a Melody a otro lugar pero Adele llegó bastante rápido y no le dio tiempo. No le importó, solo quería vengarse, el lugar era lo de menos.
Melody estaba hecha un mar de lágrimas y ya no podía más con el pánico, no sabía que hacer. Maire la estaba amarrando de las manos cuando le llegó el mensaje a Melody de su madre. Volteó a ver el celular sin saber que hacer.
—Okay—Maire buscó el celular sin soltar a Melody. Ella empezó a retorcerse para intentar zafarse—. Mierda, ¡quédate quieta!—y dicho eso le soltó una cachetada que la dejó con la mejilla sobre el suelo e intensificó su llanto.
—Veamos—dijo Maire—. Vamos a decirle a tu mami que entre. De seguro querrá ver a su pequeñita bailarina tonta en este estado.
Maire comenzó a escribir la respuesta al mensaje. Melody en cambio, solo pensaba en formas de salir, escaparse y llamar a la policía. Le parecía imposible. Empezó a gritar pero sus gritos se ahogaban con la cinta en su boca.
Maire volteó a verla fastidiada.
—¡Podrías dejar de retorcerte! Maldita sea. ¿Cuántos golpes tengo que darte para que te quedes quieta?—se acercó a Melody y volvió a golpearla, esta vez en el abdomen. Melody se quedó quieta mientras apretaba los ojos por el dolor e intentaba recobrar la normalidad de su respiración pero era casi imposible.
Maire mandó el mensaje y dejó el celular lo más lejos que pudo de Melody. Volteó a verla y sonrió orgullosa.
—Por fin pagará lo que debe, lamento que tenga que ser contigo pero eres lo que más ama. El otro idiota de tu hermano lamentablemente se me escapó. ¿A dónde se fue? A una carcel ¿no? Jajajaja. Pero bueno—se puso a un lado de Melody y ella empezó a temblar—. Tengo que conformarme contigo—y sin decir nada más volvió a golpear a Melody sacándole un grito y muchas más lágrimas.

Then and now... And always Where stories live. Discover now