Se fue

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•Narra Angelo•

Tocan a la puerta de una manera bastante insistente. No quiero levantarme del sofá, no quiero ni moverme pero ya me está hartando el ruido. Me puse de pie de mala gana y caminé hasta la puerta principal. Abrí la puerta un poco y vi a Louisa de pie en la entrada.
—Oh... Angelo, lo lamento, no esperaba—comenzó nerviosa—. Ya sabes, Emmm... ¿está Melody? Bueno, mi madre fue al hospital con tu madre y dijo que estaba aquí y...
—Si. Está en su cuarto pero creo que no está de humor para visitas.
La música de Melody estaba a tan fuerte que se escuchaba hasta la puerta principal. Louisa se percató y yo entorné los ojos para que se diera cuenta de cuanto me molestaba.
—¿Lleva mucho ahí?
—Toda la mañana con la música y se encerró desde ayer en la noche. Creo que no ha salido de ahí desde entonces.
—Oh—bajó la mirada como sin saber qué hacer.
—Pasa—dije abriendo la puerta por completo.
Sonrió y viéndome entró a la casa.
—Gracias—sus grandes ojos se clavaron sobre mí y me sentí extraño. Desvié la mirada.
Nos quedamos parados en medio del recibidor sin saber qué hacer.
—¿Y tú estás... Bien?—preguntó para romper el silencio.
—Tengo que admitir que ya lo veía venir. La verdad no sé qué rayos le pasó a mi padre. Ayer explotó la bomba.
—Y Melody no lo soportó.
Negué.

*La noche anterior*

Melody estaba tirada materialmente en el sofá "viendo" la televisión. Me senté a su lado.
—¿Estás viendo infomerciales?—dije viendo en la pantalla a una tipa sobre una máquina de ejercicio.
Melody solo levantó los hombros y siguió mordiéndose las uñas.
—Bueno, si no te importa, le cambiaré.
No dijo nada, solo siguió con la vista fija en la televisión mordiéndose las uñas.
—Melody, nuestros padres van a hacer lo que sea mejor para todos ¿Okay? Tienen quince años casados, sabrán que hacer.
—Yo quiero que todo este bien Angelo.
—Yo también Mel.
—¿Por qué cuando parece que todo va estar bien pasa algo y volvemos a caer en lo mismo?
—No lo sé—dije viendo la televisión. Había un partido de futbol y Tottenham estaba ganando por dos goles—. Hey ¡mira! Están repitiendo el partido y Tottenham está ganando.
Melody volteó a ver la pantalla y aún con cara afligida se acomodó en el sofá subiendo las piernas y abrazándolas contra su pecho.
Nos quedamos viendo el partido en silencio. Cuándo cometieron una falta contra un jugador de nuestro equipo los dos soltamos un grito contra el jugador contrario. Volteé a verla y ella volteó a verme sonriendo con tristeza. La acerqué a mí y la abracé de lado.
—Deja de llorar chillona.
Sonriendo me dio un golpe en el costado y seguimos viendo el partido.
Entonces se abrió la puerta principal. Ambos volteamos hacia la entrada. Me puse de pie y salí de la sala. Entonces vi a mi padre subiendo las escaleras. No le dije nada, se veía enfadado así que volví a la sala y me senté junto a Melody.
—Es papá—dije despreocupado pero se escuchó un portazo que nos hizo saltar.
Salimos de la sala y subimos las escaleras. Le dije a Melody que esperara.
Entré a la habitación de mis padres y ahí estaba, mi padre metiendo sus cosas a una maleta.
—¿Qué haces?—dije confundido.
—Tu madre necesita tiempo, le daré tiempo. Yo necesito tiempo, me daré tiempo. Me pidió que me fuera y me iré. Esta casa es suya.
—¡Oye! Pero, ¿qué...?—dije poniéndome frente a él.
—Angelo, por favor hazte a un lado.
Me esquivó y siguió guardando sus cosas en la maleta.
—¿Se van a divorciar?—le pregunté preocupado.
—No. Solo, es para aclarar nuestras mentes por ahora.
—Entonces te dijo que te vayas y ¿tú no le dijiste nada?
—Tal vez tenga razón. Tal vez tenga que irme. De todos modos, pronto será el primer viaje del proyecto.
—Ay no me jodas—dije enfadado—. Eres un imbécil—le grité.
—No me hables así jovencito.
—Date cuenta de lo que estás haciendo.
Cerró la maleta y la puso sobre el piso.
—¿Qué pasó con lo que me dijiste en la casa del árbol? ¿Qué no dejarías que te absorbiera el trabajo de nuevo?
Se quedó callado viéndome hasta que, aún sin decir nada, tomó la maleta y salió de la habitación. Lo seguí.
—¿Papá? ¿A dónde vas?—dijo Melody viendo la maleta.
—No te preocupes Melody. Es por el bien de todos.
—No... No no, esto no está bien—dijo empezando a llorar. Mi padre empezó a bajar las escaleras y Melody empezó a seguirlo pero la detuve—. Papá detente.
—Déjalo—le dije abrazándola.
—Los amo—dijo mi padre desde el último escalón.
—No mientas—le grité—. Si en verdad lo hicieras pensarías mejor lo que estás a punto de hacer.
—Les juro que es por el bien de todos.
—Vete a la mierda.
Decepcionado, enojado, cansado, triste; lo que sea que significara la expresión de mi padre, fue lo último que vimos antes de que cerrara la puerta tras él.
—¿Se van a divorciar?—dijo Melody en llanto.
—No lo sé. Yo...
—Nuestra familia se fue al caño—corrió a su cuarto y cerró la puerta con un golpe.
Me senté en un escalón intentando no golpear el piso por mi furia. David entró después de un rato por la puerta principal. Me vio con pesar sin decir nada. Me levanté y me fui a mi habitación.

Then and now... And always Where stories live. Discover now