El de antes

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•Narra Simon•

El doctor me dijo que ya le hicieron algunas intervenciones quirúrgicas, que hasta ahora todo va bien. Por enésima vez le pedí que me dejara verla y por fin aceptó.
Siento que estoy muriendo de la desesperación, ya no soporto estar así. Necesito que Adele esté bien, necesito que se recupere.

Tanto silencio, tanto estrés, tanto miedo, todo está acabando conmigo. Me siento como una vil cucaracha y la culpa me está carcomiendo. No estaba ahí, no estuve con ella y no me refiero al día del disparo, me refiero a los últimos años. Pero todo era para lograr mi objetivo, es indispensable, aunque ahora ya ni siquiera sé si en verdad es indispensable. El gran proyecto, la jefatura del proyecto "Water for all". Llevamos años preparándolo y yo llevo años esforzándome por lograr obtener ese puesto. Dos compañeros y yo nos ofrecimos, no sólo por el hecho de que ayudaremos a los más necesitados a tener agua pura, sino por la gran cantidad de dinero que recibirá el que quede encargado.
Ahora estoy aquí, el proyecto se me ha borrado de la mente por ahora, aunque a veces me pongo a trabajar desde mi celular, no puedo concentrarme, pensando en Adele.

El proyecto es tan importante que lo hemos estado planeando desde que Angelo estaba por cumplir trece.

*Pasado*

La carrera de Adele va en ascenso y parece que no se va a detener.
Todos estos años hemos estado viajando, los niños están creciendo muy rápido y me alegro de que lo hagan de esta forma, que vivan todas estas hermosas experiencias. Claro que hemos tenido algunos problemas pero son pequeños comparados con todo lo bueno que nos ha pasado.
No puedo creer que Angelo ya vaya a cumplir trece años. Todavía recuerdo esos ultrasonidos, esa emoción de tener un hijo con Adele y aquí estamos casi trece años después.
Angelo es el típico niño travieso, a veces me hace enfadar solo por gusto, y lo amo. Melody es mucho más tranquila pero parece que nunca se va a separar de su madre.
Los momentos difíciles son cuando Adele tiene que viajar sola y me quedo con los niños. Angelo se enfada por no poder ir con ella y Melody se pone demasiado triste. Hago todos mis esfuerzos por mantenerlos distraídos pero es imposible.
La carrera de mi hermano también va muy bien, ya casi no lo veo, se la ha pasado en Estados Unidos por la gira de su nuevo álbum pero este año volverá para festejar el cumpleaños de mis hijos con nosotros. La fiesta de Angelo es la más próxima. Será un día antes de que Adele se vaya a París para unos premios a los que está nominada, por eso será una fiesta bastante especial y Sam no quizo perdérsela.

—¿Quién está listo para irse?—dijo Adele entrando a la sala. Volteé a verla, traía un vestido café holgado que tiene encaje en la parte de abajo y me deja ver sus piernas.
—Yo—dijo Melody corriendo hacia ella—. Le hice una carta al tío Sam. ¿Crees que le guste?
—Le va a fascinar cielo—le dio un gran beso en la mejilla y volteó a verme con una sonrisa. Hemos tenido varias peleas por cosas sin importancia pero hemos salido adelante. No voy a dejar que ninguna estupidez me quite a mi hermosa esposa—. ¿Y Angelo?
—Esta en su cuarto.
—Ya vine—dijo Angelo entrando. Despeinado y con Louie siguiéndolo.
—Vamos por tu tío.
—Si si—dijo sentándose a mi lado. Lo tomé del cuello y revolví su cabello. Él se rió y me goleo en el estomago.
—Esa me la pagaras—dije intentando atraparlo cuando huyó.
—Oigan hombres dejen sus peleas y vámonos ya. Si no no llegaremos a tiempo por Sam.
Me levanté y detuve a Adele tomándola de la mano. Volteó a verme extrañaba y la acerqué a mi tomándola de la cintura.
—Me encanta ese vestido—le dije sonriendo viéndola a los ojos. Me sostuvo la mirada por unos pocos segundos y después se sonrojó. Con todo el ajetreo de su carrera ya casi no teníamos tiempo para nosotros. Por eso, cuando vi que los niños ya estaban saliendo le di un beso que al separarnos la hizo suspirar. Abrió los ojos y me vio como entre extrañada y alegre.
—Creo que tengo que ponerme más seguido este vestido—me abrazó.
—Me harías un gran favor. Pero con todo te ves fenomenal.
Levanté su barbilla y le di otro beso rápido.
—Te voy a extrañar mucho—dijo recargándose en mi hombro mientras caminábamos hacia la salida.
—Y yo a ti. Los niños se van a volver locos de nuevo.
—Jajajaja. Eso lo heredaron de ti—dijo dándole un golpe en el brazo.
Caminó hacia la camioneta y volteó a verme mordiéndose el labio inferior. La jalé hacia mí de nuevo hasta quedar tan cerca que sentía su respiración.
—No juegues así conmigo.
—Jajajaja yo no estoy haciendo nada—le di otro beso y nos separamos al escuchar a Angelo.
—¡Guácala!—gritó riendo desde la camioneta. Melody también rió tímidamente.

Then and now... And always Where stories live. Discover now