Ayuda

840 74 28
                                    


—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Por dios!—gritó Melody histérica en el momento del disparo.
Desde el balcón todo se veía pequeño y lejano. No podían percibir bien lo que estaba sucediendo pero Melody pudo ver perfectamente cuando su madre caía al suelo después del sonido del disparo.
Corrió hasta la orilla del balcón al ver que Adele caía y sintió como alguien la tomaba con fuerza de la cintura.
Por un momento olvidó todo, incluso olvidó que si se movía unos pocos centímetros más podía caer; pero la desesperación de ver a su madre siendo herida le nubló la vista, la mente. Todo era borroso y confuso para ella.
Volteó rápidamente a ver quién la sostenía y David invadió su espacio visual.
—Señorita con cuidado—dijo con su voz profunda pero nerviosismo y, sorprendentemente, miedo impregnados en la voz.
—Mi mamá... David—Melody empezó a retorcerse entre los brazos de David para que la soltara—. Mi mamá...
—Tenemos que salir de aquí—dijo intentando tomarla de la mano.
Melody, temblando de nervios e histeria, esquivó a David y volteó a ver la escena de nuevo.
Su madre estaba rodeada por hombres para que nadie pudiera verla, pero desde arriba era perfectamente posible admirar la escena. Un guardia la tomó en sus brazos y la sacó del lugar. Todo era un caos en el público, la banda también salió corriendo del escenario. Correr... Eso era lo que tenía que hacer.
Esquivó a David y vio a Laura abrazando a Louisa.
Laura tenía una cara de pánico y la vista fija en el escenario. Louisa estaba sollozando. Melody hizo contacto visual con Louisa. Solo en ese momento Melody se dio cuenta de que ella también tenía los ojos llenos de lágrimas.

David volvió a tomarla de la mano pero Melody se zafó de nuevo y empezó a correr, tenía que llegar con su madre y saber lo que estaba pasando.
—Señorita Melody—gritó David detrás de ella—. ¡Señorita deténgase!
Pero no lo hizo.
Empezó a correr como nunca había corrido en su vida. Iba tan rápido que sentía que flotaba pero tuvo que detenerse al ver que la multitud enardecida se dirigía hacia ella. Volteó a todos lados en busca de un atajo que no implicara tener que cruzar a todas esas personas igual de histéricas que ella. Volteó hacia atrás y vio a Laura y a Louisa corriendo hacia ella.
—Melody—dijo Louisa con lágrimas en las mejillas.
—Tengo que llegar con mi madre. Tengo... Tengo que estar con ella...—justo después de decir eso Melody se lanzó a correr entre la gente.
Intentaba encontrar espacios libres pero estaban sofocándola. Empujaba a todo aquel que se cruzara en su camino, varios le decían que iba en el camino equivocado pero ¿qué sabían ellos?
Cuando ya no podía respirar sintió que la tomaban del brazo y la jalaban en dirección contraria.
—¡No!—gritó histérica. Volteó y vio a David.
—¡Por aquí!—gritó David haciendo espacio entre la gente.
Melody lo siguió y por fin pudo ver el escenario.
Entraron a los camerinos y pudo ver a Laura con Angie. Ambas histéricas.
—¿Dónde está mi madre?—dijo Melody desesperada.
—La están subiendo a la ambulancia—dijo Angie en pleno llanto.
Melody se quedó viendo el piso unos segundos pensando en su siguiente movimiento. Levantó la vista y vio a Louisa atrás de Laura. Louisa asintió, adivinando los pensamientos de Melody.
Cuando por fin David la soltó, tomó una gran bocanada de aire y se echó a correr de nuevo hacia el sonido de la sirena de la ambulancia.
—¡Melody!—gritó Angie.
—¡Espéranos!—gritó Laura.
Melody sin detenerse volteó y vio a Laura y a Louisa corriendo para alcanzarla.
Era un lindo gesto que Laura no quisiera detenerla y la acompañara, pero no había tiempo para detenerse a agradecer.

Cuando salió, una ráfaga de viento, anunciando la tormenta que se avecinaba, movió su cabello. Quitó un mechón de su rostro y vio como el vestido de su madre colgaba de una camilla. Solo podía ver sus pies, los paramédicos le impedían verla. Exhausta siguió corriendo hasta estar justo detrás de los paramédicos. Hizo espacio entre ellos y por fin pudo verla de cerca.
Melody soltó un sollozo y se cubrió la boca empezando a llorar.
—Ma...m...—no podía ni hablar. Empezó a temblar en demasía.
Adele estaba amarrada a la camilla y su cabello estaba lleno de sangre del lado derecho de su cabeza. Sus ojos cerrados y su boca abierta. La sangre que manchaba su cabello también manchaba su cuello. Melody no pudo más y cerró los ojos. Sintió que alguien la abrazaba, no sabía quién era pero se dio vuelta y lloró como nunca había llorado entre los brazos de esa persona.
—Dios mío—escuchó y supo que la que la abrazaba era Laura. Su voz temblaba.
—¿Son familiares?—dijo un paramédico.
—Ella...
—Pero ¿es menor de edad?
—Si pero...
—Déjenme ir con ella...—dijo Melody sacando fuerzas de algún lugar de su interior.

Then and now... And always Where stories live. Discover now