Then and now... And always

Mi culpa

(Ya saben cómo funciona esto de las canciones jejeje)

—Melody, contéstame.
Angelo y mi padre me veían esperando alguna respuesta pero yo estaba tan enojada y triste a la vez que no me salían las palabras. Respiré hondo, acomodé mi cabello y los vi a ambos.
—Es solo un chico que conocí hace un tiempo—le dije a mi padre—. Y lo quiero y es mi novio y ¿sabes? Lo hubieras sabido si hubieras estado aquí. Y no me hizo nada—volteé a ver a Angelo—. Así que déjame en paz.
Dicho eso me fui directo a las escaleras.
—Melody, un segundo—dijo mi padre detrás de mí.
—Papá en serio no estoy de humor—dije subiendo rápidamente los escalones.
—Ven aquí jovencita...
—Déjala papá, ha de estar en sus días.
Volteé y le lancé una mirada fulminante a Angelo a la que respondió solo levantando los hombros. Seguí subiendo hacia mi habitación y me encerré con seguro para que nadie entrara. Me senté en la cama y empecé a respirar hondo, después más rápido y por fin me eché a llorar. Tomé mi cojín y lo aventé hacia la pared con un grito.
Creí que esta vez iba a ser diferente, que en serio les interesaba por mí misma, que Theo me defendería, pero me equivoqué de nuevo.

•Narra Adele•

Cuando salí de la ducha y me puse ropa cómoda vi a Simon afuera de la habitación de Melody.
—Ábreme—decía Simon tocando la puerta.
—¿Qué pasa?—dije acercándome a él.
—Llegó hecha una furia. Y me dijo que tiene novio, ¿tú lo sabías?
—Si. Empezó a salir con él hace ya varios días. Cuando estaba en el hospital sin poder moverme me contaba de él.
—¿En serio? ¿Y cómo es? O... ¿Cuántos años tiene? ¿Cómo se llama? ¿Por qué no me dijo nada?
—Sabes bien porque no te dijo nada Simon—lo tomé del hombro y bajó la mirada arrepentido—. No la habrías escuchado.
—Pero ahora llega enfadada y no me deja entrar. No ha de ser un buen muchacho.
—Creo que debemos dejarla sola un rato y después volvemos. No te preocupes, yo hablo con ella.
Le di un beso en la mejilla y lo conduje hacia la cocina para hacer la cena.
—¿Cómo va ese ojo?—le dije a Angelo que estaba tirado (literalmente) en el sofá.
Solo levantó el dedo pulgar.
—Pero ya no aguanto el olor de esta carne—dijo haciendo cara de asco.
—Bueno, es tu castigo por andar de peleonero—le sonreí y me fui a la cocina.
Simon me ayudó a cocinar como en los viejos tiempos. Se ponía detrás de mí y me rodeaba con sus brazos. Me daba besos en la mejilla y me ayudaba con los ingredientes. Me sentía como en las nubes, como si estuviéramos en el pasado cuando nos acabábamos de casar.
Llamé a Angelo para que fuera a sentarse y a cenar, Simon se quedó con él. Yo puse mi cena y la de Melody en una charola, Simon se ofreció a subirla por mí pero le dije que podía hacerlo sola. Tenía que empezar a valerme por mí misma.
Toqué a la puerta de Melody.
—Querida, Mely. Mely cariño traje tu cena.
—No tengo hambre—escuché su voz apagada muy cerca de la puerta.
—Cariño abre la puerta que esto pesa y mi energía se está acabando.
Después de un minuto abrió la puerta y me dejó pasar. Vi varios cojines en el suelo junto a la pared y a Melody con el cabello revuelto y el rímel corrido. Dejé la cena en el tocador y me senté a su lado en la cama.
—Cuéntame—dije abrazándola.
Empezó a suspirar y a sollozar antes de recostarse sobre mi pecho y llorar sin control. Dejé que se desahogara. Después se enderezó un poco, limpié con un pañuelo sus lágrimas y el rímel y esperé a que estuviera lista para hablar.
—Soy invisible mamá. Los padres de Theo solo querían sacarme información tuya y Theo no les dijo nada. Él sabe que me molesta... Yo... No quiero ser el centro de atención pero tampoco quiero que me usen como los paparazzis.
Me sentí pésimo por ella y culpable de que le pasara eso. Le di un beso en la frente.
—No te pongas triste Melody. De seguro solo fue por el impacto de la noticia pero después ni lo recordarán.
—Bueno, eso espero pero... Por ahora quiero evitarlos en la medida de lo posible.
—Deja que se acostumbren. Perdóname por hacer todo más difícil cariño.
—No no, no es tu culpa—dijo abrazándome—. No es tu culpa.