Hablemos

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•Narra Adele•

Después de todos los abrazos y bienvenidas, comentarios de apoyo y amor, nos sentamos en la sala para que todos me platicaran de lo que me había perdido. Mi banda me contó todo lo que habían practicado, lo que habían dicho de mí en la televisión. Mis coristas me contaron chismes de otros artistas. En pocas palabras me pusieron al día. Después Laura se puso de pie y le pidió ayuda a Ana para empezar a servir la comida. Yo también me puse de pie y todos se negaron rotundamente a que yo ayudara. Aun así, cuando todos estaban platicando entre ellos me puse de pie y fui a la cocina. Ana había preparado comida a montones. Lily, Louisa y Melody ponían los platos y mis coristas los cubiertos.
—Huele delicioso—dije detrás de Ana y Laura.
—¿Qué te dijimos sobre quedarte sentada?—dijo Laura regañándome con un tenedor en alto.
—Quería ver que están preparando—dije asomándose a las ollas.
—Jajajaja solo es pasta y carne con tomate—dijo Ana calentando la comida.
—Yo traje el postre—dijo Laura viéndome con esa mirada de orgullo que conozco bastante bien.
—Eso me parece perfecto jaja.
En eso sonó el interfono. Caminé lentamente hasta la pared y levanté el teléfono. Por un momento olvidé mi herida, así que al poner el teléfono en mi oreja lo hice muy fuerte y solté un quejido que hizo que Laura volteara a verme. Le dije que estaba bien y contesté.
—¿Si?
—Disculpe. Aquí hay un chico que busca a la señorita Melody Konecki. Ha venido las últimas semanas y no me han permitido dejarlo pasar pero sigue insistiendo. Su nombre es Theo Pierce.
Volteé a ver a Melody. Estaba sonriendo mientras Louisa le decía algo pero cuando Louisa fue por más platos se puso seria. De seguro ella le había negado la entrada a Theo. No me ha comentado nada de él en estos últimos días y al parecer no se han hablado desde la noticia.
—Déjalo pasar—dije por fin.
—Muy bien. Enseguida lo dejo entrar—dijo el guardia.
—Gracias—colgué.
Melody tenía que arreglar ese asunto. No podía dejarlo tirado.
Caminé hasta donde Louisa estaba sacando los platos.
—Lou...
Volteó a ver a sonriendo.
—¿Si? ¿Necesitas ayuda tía Adele?
—Si, necesito que me hagas un favor.
—Con gusto—dijo con los platos en las manos. Me puse a sacar más platos para disimular.
—¿Melody ha hablado con Theo?
Louisa negó.
—No desde que salió la noticia sobre ellos. Creo que esta apenada y asustada de lo que piense Theo de ella. No ha respondido sus mensajes ni nada.
—Me acaban de llamar de la entrada del fraccionamiento diciéndome que Theo está allá afuera y lo dejé pasar...
—Pero si le decimos a Melody no va a querer salir a hablar con él.
—Exacto. Así que necesito decirle otra cosa.
—Yo me encargo—dijo sonriendo con complicidad—. No te preocupes.
—Gracias Lou.
—No hay de qué.
Se alejó hacia la mesa y siguió poniendo los platos.

•Narra Melody•

—¿Tienes más platos Louisa?—le pregunté—. Me faltan dos aquí.
—Aquí tienes—se acercó a mí y me los dio. Los coloqué y empecé a contar su estaban todos los necesarios.
Estoy más que feliz por qué mi madre por fin salió del hospital. Verla rodeada de todos los que la amamos y tan contenta me pone contenta a mi. Aunque todos sabemos que falta alguien, pero nadie quiere comentarlo. No puedo evitar ponerme triste por la ausencia de mi padre y tampoco puedo quitarme de la cabeza a Theo pero creo que es mejor así. Últimamente me ha mandado mensajes y ha venido al fraccionamiento pero les digo a los guardias que digan que no estoy o que no le permitan la entrada. Algún día se dará por vencido y espero que entienda que solo quiero protegerlo de la difícil vida contra los paparazzis, que lo protejo porque en realidad me importa.
—Diecisiete, falta un lugar—dije señalando un espacio vacío.
—Yo me encargo de eso—dijo Louisa.
Se escuchó el timbre y todos automáticamente volteamos a vernos. Algo en mi estómago se revolvió y mi esperanza aumentó. Tal vez mi padre estaba esperando afuera, con un ramo de flores y una gran sonrisa. Volteé a ver a Louisa que corría hacia mi.
—Mi madre ordenó otro pastel y lo pedimos a domicilio—me susurró. Mis esperanzas murieron—. ¿Podrías ir por él?
—Claro—fingí una sonrisa.
Caminé hasta la puerta de entrada. Derrick, el baterista, iba a abrir la puerta pero le indiqué que yo lo haría.
Tomé las llaves, abrí la cerradura y lo vi.
Theo estaba caminando de un lado a otro frente al camino hacia la entrada. Veía al piso y se acomodaba el cabello. Me congelé. Levantó la vista y me vio. Levantó la mano y sonrió con los labios. Estuve a punto de cerrar la puerta pero Louisa me aventó hacia afuera y cerró ella la puerta. Volteé enojada pero ya no podía verla.
—Melody—dijo Theo agarrando la reja—. ¿Podemos hablar por favor?
—Ammm... Yo...—volteé desesperada a la puerta pero ya no había otra opción. Me acerqué hasta él sin abrir la reja.
—¿Por qué no me respondes mis llamadas, mis mensajes? ¿Por qué no me dejabas entrar? ¿Por qué te alejaste?—dijo con el ceño fruncido.
—Yo—bajé la mirada y me crucé de brazos—. Lo siento... Yo solo quería protegerte Theo. No quiero que te estén siguiendo como lo hacen con nosotros. Y creí que estarías enojado porque no te dije que yo...
—Eres hija de Adele. Cuando lo vi casi me caigo de mi silla Melody. ¿Por qué no me lo dijiste?
—Bueno, en primera porque no puedo ir gritándolo a medio mundo y en segunda porque no sabía cómo reaccionarías. A veces... Las personas solo me usan para sacar información. Siempre termino sin importarle a nadie más que para llegar a mi madre—lo vi a los ojos.
—Pero tú eres la única que me importa. No quiero que te alejes de mí Melody. No me importa que seas hija de la reina, yo solo quiero estar contigo.
Mi corazón empezó a latir muy fuerte. Como siempre me sonrojé y me mordí el labio inferior.
—Esque quiero protegerte de los paparazzis, de la vida de los famosos. Creo que es lo mejor.
—No no lo es Melody. No me importa todo eso. Haría cualquier cosa para estar a tu lado. Por ejemplo, tirar esta reja—dijo moviendo un poco los barrotes.
Sonreí. Abrí y lo dejé pasar.
—En serio Melody. No te alejes de mí. No les hagas caso a los de la farándula. Yo te quiero mucho y no quiero que esos estupidos rumores nos separen. Me importas, me importas mucho porque eres una chica hermosa e inteligente.
Tomó mi mano y lo vi a los ojos.
—¿Quieres ser mi novia? Por favor. Estos días que estuvimos separados me sentía tan desesperado. En serio te...
No lo dejé terminar porque lo abracé con fuerza. Tuve que ponerme de puntas para poner mi cara sobre su hombro.
Me devolvió el abrazo y sentí cómo caía un peso de encima. Vi por la ventana a Lily y a Louisa aplaudiendo y saltando de la felicidad. Me reí un poco y les saqué la lengua.
Después Theo me puso frente a él.
—Espero que ese hermoso abrazo sea un si—dijo sonriendo.
Asentí sin decir nada y luego pasó algo que nunca había pasado en mi vida. Me besó. Y me quedé tan sorprendida que no supe reaccionar al principio pero después decidí soltarme y disfrutar lo que estaba pasando. Pasé mis brazos al rededor de su cuello y cerré los ojos. ¡Dios mío! Mi primer beso, siento que mis pies de ser paran del suelo es como si estuviera flotando, me siento tan ligera, tan viva ¡y es hermoso!

Then and now... And always Where stories live. Discover now