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Un cálido viento entro por mi ventana, estaba viendo  tras de ella el pueblo tibio y húmedo de Cheshire, ya era junio y el clima lo sabía, todos lo sabíamos, un par de personas se paseaban por las calles, se reían y se tomaban de las manos aquellas parejas enamoradas, era tan triste y a la vez tan extraño sentir esto cuando veía una pareja tan enamorada.

-En que piensas ____. -una dulce voz se escuchó a mis espaldas, era Damie

-Hola Damie. - la miré, estaba tan dulce como siempre, su mirada estaba tan cálida. Era una bella persona, ayer me desperté por la mañana y ella estaba charlando algunas cosas con mi madre, me recargue en el arco de la puerta mientras las observa, sus risas y sus charlas, esa sensación de extrañes como si no las hubiera visto en millones de años.

-Soltó vine a ver cómo te encontrabas. - me sonrió, sacándome del trance- Hoy habrá una fiesta en casa de un amigo, es nuevo en  la universidad. Por cierto este año si entrar verdad?.

-Si, creo que me perdí de mucho
este año. -dije recordando aquel accidente que había tenido en las escaleras de mi casa.

-No puedo creer que estuvieras 1 año en coma. -dijo susurrando un tanto triste.

-Ni yo. -sonreí confundida.

El resto del día estuve acomodando algunas cosas en mi alcoba, era la primera semana que la pasaba en mi casa después de haber estado en coma durante muchos meses. Recuerdo haber despertado con una sensación de asco y tristeza, juraba que estaba soñando algo que no podía descifrar aún, me dolía la cabeza de solo pensarlo y de solo estar tratando de recuperar la memoria de lo que pasó antes de caer en coma. Dicen mis padres que me caí muy fuerte y mi cabeza se estampó con el último escalón con el milagro de no haber sufrido un golpe en la nuca o que hubiera quedado paralítica de por vida.

-Dylan ven aquí pequeño demonio, dónde está mi ropa, la escondiste cierto?.

-No ____ está ahí en tu armario lo juro.- dijo saliendo de su habitación que se encontraba justo frente a la mía.

-Si pero faltan cosas en mi armario, y también mi perfume favoritos, si lo tiraste dímelo, no me enojaré tanto. -dije acercándome a él sigilosamente.

-Lo juro lo juro por mi vida que no tomé nada de tu cochina habitación! Tu habitación siempre permaneció cerrada desde que entraste al hospital. -empuñó sus ojitos esperando el golpe.

-Te creo. - sonreí al ver su cara sumamente asustada. Cerré la puerta de mi habitación y me giré a ver todo el entorno mientras me cruzaba de brazos pensando en dónde estarían mis demás cosas.

La tarde paso rápido, ya el sol se había metido casi por completo, no había encontrado nada de lo que le faltaba en el armario, mi madre dijo que seguramente estarían por ahí, que las cosas se aparecen cuando menos las buscas. Tomé mi chaqueta guinda y me la coloque, me acerque a mi buró y saque mi cargador, conecte mi teléfono y me puse a maquillarme un poco, no tenía muchas ganas de ponerme base, contour y todas esas cosas. Un sonido desde mi ventana se oía como si tirarán piedritas. Sonreí por qué sabía de quién se trataba. Corrí y la abrí asomándo mi rostro.

-Ya voy. -le sonreí a Damie que reía conmigo mientras entraba a mi casa.

Baje las escaleras lentamente, con miedo a que sucediera otro accidente. Miré a mi hermosa amiga entrar a la sala y saludar a mis papás quienes se encontraban viendo la televisión y mi papá leía un libro.

-Ahora regreso, iré con Damie a una fiesta.

-Con cuidado. -dijeron mis papás son despegar su vista de lo que estaban haciendo.

Tome la mano de mi amiga y salí con ella de la casa. Damie me platicaba lo bien que le estaba llendo a su madre en el negocio de la boutique. La verdad es que era una gran modista, se merecía todo el éxito que tenía hasta ahora, la señora Victoria era una de las mejores diseñadoras de Cheshire, sus vestidos de noche eran lo mejor de los aparadores, era tan detallista y delicada con su trabajo, que si viviera en Londres su trabajo tendría mejor progreso. El padre de Damie las había abandonado ya hace más de 5 años, su madre había estado en depresión durante 3 años seguidos pero pudo sobresalir de sus problemas gracias a qué Damie la ayudó en el proceso, ella era una chica realmente dulce.

Dulce o Truco   |H•S|  Where stories live. Discover now