Dulce o Truco |H•S|

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Alguna vez se han puesto a pensar sobre ese día que muchos esperan una vez al año?. La época dónde suceden muchos echos escalofriantes, desgarradores y algunos que otros casos, felices?.
Los disfraces, los monstruos, las hadas, los angeles, los dulces en calabacitas, eso, nada de eso era lo mío, pero desgraciadamente tenía un hermanito de 5 años al cual cuidar de él y sus ilusiones de cada halloween hasta que pasará por la dura pubertad y dejara de interesarse en esas cosas infantiles, cientos de casas las cuales visitar, lugares que recorrer, escuchar niños de 11 años a punto de ser adolescentes quejándose lo ridículos que se veían los niños, niños pequeños riéndose y otros llorando, al menos esa era la mejor parte en mi recorrido, ver a niños asustados por lo realistas que suelen decorar las casas, casas... La mejor y peor parte de halloween, la mejor si te tocaba alguna señora de mayor edad, esas son las que suelen tener espíritu hallowideño o como diga, se preparan tanto que parece que su verdadero objetivo es engordar niños, darles los más ricos y exquisitos chocolates, caramelos, y todo tipo de golosina que pueda pudrirse entre tus dientes y después mandarte al Odontólogo, y por otro lado había casas a las que nadie iba, por qué nunca daban nada o por qué estaban abandonadas, no estaban específicamente ubicadas, pero si una, una en especial, una a la cual la mayoría o más bien nadie iba, desde niña se que nadie se acerca a esa maldita casa, se encontraba casi a las afueras de Cheshire.

Un día antes de Halloween.

Estaba caminando en mi habitación buscando una corona de ángel, maldita sea acá vamos de nuevo, mi hermano insistió ese día hasta no poder, mi deber era complacerlo ya que no era lo suficientemente cruel para verlo llorar toda la noche, además no creo que sea taaan aburrido después de todo.
Eran al rededor de las nueve de la noche, habíamos estado recorriendo las calles del pueblo durante ya algunas horas, estaba cansada y Dylan aún con pila en si cerebro, no sé si era por el caramelo o por qué a esa edad los niños no perdonan la hora de descansar, caminando por las húmedas calles de Cheshire, algunos niños venían caminando de lado contrario de camino a su casa, mientras que otros se dirigían a las últimas casas, algunos jóvenes, de casi mi misma edad tomaban rumbo a la casa de algún amigo o desconocido para asistir a alguna fiesta de Halloween, era típico que a estas horas todo diera un giro y a los jóvenes les tocará disfrutar el resto de la noche. Sumida en mis pensamientos choque con una grieta de la banqueta haciendo que me parará en seco, estábamos en el límite del pueblo, ahora frente a los dos se encontraba un camino rocoso, un puente que daba hacía el otro extremo de esta pequeña comunidad de la fría Inglaterra, Dylan me aló hacía adelante para que continuara con él.

-No pequeño.- dije tomándolo de vuelta.

-Por favor. -me miró- Quiero ir ahí ____.

Su vista y si dedito regordete señaló la colina que se posaba tras el bosque frente nosotros.
Por instinto o tal vez estupidez, caminé con él unos metros más hasta llegar al puente y cruzarlo, que carajos pasaba, realmente mis piernas se movían sin sentido, como si mi cerebro había dejado de funcionar y mi cuerpo cobrará vida propia, el frío pronto se hizo más notorio cuando entramos al bosque, nos guiamos por el aún visible camino del bosque, hacía muchos años que no entraba a este maldito lugar, me daba miedo, siempre me daba miedo, no podía girar mi cabeza, Dylan seguía guiandome como si él supiera realmente el destino.

Y fue ahí, cuando estábamos a un metro de aquel Gran portón de barrotes oxidados, nos acercamos aún más y lo que pudimos notar fue aquella inicial en el centro |S| Dylan apretó mi mano haciéndo que mi vista girará hacia abajo a donde el mismo se encontraba, las puertas se abrieron dejándonos pasar, di un salto mirando aquel extraño suceso, de esas veces que te quedas helada sin poder moverte, ese sentimiento de miedo y curiosidad que no deja que huyas de ahí.