2

3.4K 121 3
                                    

Habían pasado 2 meses después de aquel encuentro, esa misma tarde me había tomado una post-day, no confiaba en el chico, así que inmediatamente al salir de aquella casona me dirigí a la farmacia, compré la píldora y me la tomé, algunas semanas después presente algunos síntomas como; mareos, falta de apetito e incluso había estado vomitando en las madrugadas, había leído que podrían ser efectos de la misma píldora, que mi cuerpo presentaría posiblemente algunos cambios hormonales, y que posiblemente mi periodo se retrasaría algunos días, pero ya había pasado más de un mes y no me había llegado, nerviosa toque la puerta de Damie y ella abrió, sonrió nerviosa y salió tomándome de la mano, ella sabía perfectamente que significaba. Un poco triste tome la caja morada y me senté en el retrete, hice el procedimiento, después de 5 minutos lo supe, supe que todo había cambiado, ahora todos esos síntomas se convirtieron en uno solo, juraba que estallaría ahí mismo, sabía lo que significaba ahora.

Tres días después, había tomado una decisión, no sabía que haría con el embarazo, pero sabía que tenía que ir con él, tenía que decirle y enfrentar esto con él o sin él, después lo haría con mis padres. Una brisa se estampó frente a mi cara antes de tocar la puerta azotando la aldaba, aquellos ojos verdes y esa sonrisa coqueta estaba frente mío, como si me estuviera esperando, otro escalofrío recorrió mi espina dorsal, me abrace a mi misma mental y físicamente, el se acercó a mí y borro su sonrisa.

—Estoy....—pero antes de terminar y como era su maldita costumbre, me interrumpió.

—Lo sé, ¿A qué otra posible cosa vendrías?, Al menos que quieras repetir lo de la otra noche —me miró seriamente— Y no lo sé, si se nota en tu cara que algo te ocurre.

—No e dormido nada Harry — contesté mirándole de la misma manera.

—Lo que tú quieras hacer por mi está bien.

Me dejó entrar, la casa se veía más grande de lo que recordaba, o al menos de lo que pude llegar a ver aquella mañana que salí echa prisa, me invitó a sentarme pero no le acepté, él se servía un poco de uno de los licores que había en un mini bar cerca de la sala, pronto bebió todo y carraspeo su garganta para verme fijamente durante los próximos largos 10 minutos.

– Voy a tenerlo — dije viéndolo directamente a los ojos mientras caminaba hasta las posaderas del sofá y me sentada de lado— Tengo ya casi 9 semanas y...creo que puedo con esto.

– Tienes que estar totalmente segura, un "creo que puedo" no sirve de nada si te la pasarás lamentando un embarazo no deseado, pero quiero que sepas que...yo te apoyaré siempre ____.

– Yo...—fruncí el ceño confundida— yo no recuerdo haberte dicho mi nombre.

– No recuerdas lo de esa noche, ¿Por qué recordarías cuando te acercaste a mí y me lo dijiste antes de abandonar el club?.

Después fueron mis padres.
Otro obstáculo ante unos padres ridículamente apegados a sus creencias católicas, cuando se enteraron casi me matan, juro que hubiera deseado que lo hicieran en ese momento, pero ningún dolor aferrado a mi cuerpo podría alejarme de la cruda realidad, harry se vio obligado a pedirme matrimonio ya que era menor de edad aún. Cuando nació mi bebé  yo ya tenía los 18, el parto fue un 30 de octubre, curiosamente el mismo día que su padre y yo nos habíamos conocido, fue el dolor más grande que mi cuerpo pudo haber experimentado hasta ahora, fueron horas de parto, aún recuerdo verme en aquél espejo pujando con todas mis fuerzas, había sentido como me desmayaba al final cuando ella fue retirada completamente de mi cuerpo, recuerdo también haber dado un vistazo por la ventana que daba hacía un gran balcón, era luna llena, la noche era fría y la luna era la única que deslumbraba aquella oscura noche, ningúna estrella, solo...la luna, de ahí su nombre, Harry insistió en nombrarla Lúnula del latín, luna.
Octubre se había vuelto un poco cómico en mi vida, la maldita época de Halloween. Hoy mi bebé cumple un año exactamente, era una hermosa niña de cabellos caramelos y ojos verdes, un poco más oscuros que los de Harry, la niña había sacado un poco más mi carácter, le gustaba que la cargará todo el tiempo y juguetear con ella en brazos por toda la mansión, pero cuando su padre llegaba tomaba actitudes distintas, le tenía un sumo respeto a su progenitor, era una pequeña demasiado desarrollada mentalmente, como si supiera como comportarse con cada persona.

Dulce o Truco   |H•S|  Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu