Dulce o Truco |H•S|

6

-Nací el 01 de febrero de 1867.

Sus ojos esmeraldas miraban hacía el espejo del viejo tocador, mis ojos voltearon a la misma dirección, no me había dado cuenta, era algo que lo había tomado muy a la ligera. Eso explicaba la fachada de algunas partes de la casa, los muebles, las habitaciones que por cierto se encontrabas en una muy buena condición, antes de continuar, me veía fijamente mientras yo inspeccionaba el lugar que había habitado durante más de un año, por qué había dejado pasar el tiempo sin investigar un poco. Mi cuerpo trataba de no tambalearse por toda la habitación mientras el me observaba. 1867 eso había sido hace más de un siglo, lo único que podía pensar era en no caer sobre el suelo, quería más respuestas, pero mi cerebro nuevamente se estaba desconectando, estaba temblorosa y tenía mucho miedo, el padre de mi hija era una jodida momia?.

-No eso no es así. - me giré a verlo, una mano estaba sobre su nuca rascando la un poco nervioso.

-O sea que tienes...- mis rostro lleno de horror se fue relajando poco a poco- Tienes más de 150 años?.

Una cara de horror se formó en su bello y bien conservado rostro, la sonrisa que tenía hace unos minutos se había esfumado para ponerse un poco más ruda. La realidad de sus años le habían caído como un balde de agua fría, nunca se había puesto a pensar en el tiempo que llevaba ahí. Sus labios se despegaron meticulosamente para poder pensar en que diría ahora. Me acerque a su rostro lo tome con ambas manos y lo observé. Aquellos 150 años no eran un muy notorios.

-Continua Harry...- me senté nuevamente en el lugar que estaba hace unos segundos.

-Mi familia es proveniente de una dinastía muy antigua de inglaterra. Fundada desde la época del renacimiento o incluso mucho más tiempo atrás. No somos vampiros. -sonrie- Pero si poseemos unas habilidades que nadie que no lleve nuestra sangre puede tener. -tomó mi mano apretándola un poco, mi aliento entrecortado, mi mirada hacia nuestras manos para después volver a verle el rostro, el choque de su piel y mi piel hacían que mi corazón se acelerará y estuviera apunto de estallar.

-Entonces que son?. -borró su sonrisa agachando su mirada.

-Escucha no tenemos un nombre en específico, realmente somos y vivimos como personas normales, con los mismos hábitos, comemos, dormimos, y esas cosas. -vuelve a sonreir- No somos una clase de animal, hombre lobo o vampiro, ni nada que puedas leer en esas historias ficticias, donde vuelan o se transforman en algún animal, al menos que yo sepa. -soltó mis manos y se paró- Mi familia no es la única, hay más generaciones por todo el mundo. En Londres solo se conservan dos linajes desendientes de este tipo de "poderes" si queremos llamarlo así. Los Malik y los Styles.

Mis ojos se abrieron con impresión, no podíamos estar hablando de la familia de...

-Javadd...Javadd Malik es mi mejor amigo desde que tengo memoria y sentido de razón.

Mis músculos se tensaron y juraba que estaba a punto de desmayarme ahora sí. Como era posible que mi mejor amigo de la secundaria era está clase de persona. Ahora entiendo cómo es que le costaba hacer amistades con los demás adolescentes. Por un momento no me di cuenta de que durante todo el tiempo que fuimos amigos jamás me había invitado a ir a su casa, ni si quiera yo se lo había sugerido. La mayoría de las veces se la pasaba en la mía charlando gustoso con mi familia, con mis padres e incluso cuando Dylan aún balbuceaba. Pero había algo que no cuadraba y que no entendía. Como era que se había conservado en ese momento haciéndose pasar por un adolescente de 14 años. Si Harry decía que no podían transformarse en algún animal o cualquier cosa que quisiera, como era que Javadd lo había logrado. Un dolor en mí cien provocó que hiciera una muñeca de dolor, mucha información pasaba por mi cabeza, pistas unidas a la vez, pistas que ni si quiera yo sabía que lo eran, estaba completamente cegada. En qué pueblo vivía, en dónde había estado todo este tiempo mi mente que no me hacía ver la verdad de las cosas, de todo lo que pasaba a mi alrededor.