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Los rayos del son entraban por la ventana calentando la habitación, me acurruque más entre las cobijas, por qué a pesar de que el sol llegaba a la habitación, el resto de la casa se mantenía fría, a excepción de la habitación de Lú, quién ahora se encontraba a mi lado durmiendo aún, Harry seguramente la había puesto ahí antes de ir a trabajar, no había despertado completamente sola después de todo. Había sido un poco extraño desde la última vez que estuvimos juntos, había pasado a penas una semana, pero aún a mi edad, no quiero quedarme aquí toda la vida, casi no tengo contacto con mis amigas, mi familia...Dylan, en especial mi hermanito que seguramente ahora estará más grande y un poco menos infantil que la última vez que nos vimos, Harry no deja que salga mucho esto con Lu, casi siempre que quiero darme una escapada el ya está en casa y la verdad es que no tengo muchas ganas de enfrentarlo del por qué no puedo si quiera visitar más seguido a mi familia. Los últimos meses a sido más extraño, Harry se comporta a veces como un verdadero patán conmigo y a veces bueno...sucede que no me odia y le gusta pasar el rato conmigo.
Caminé hacia el guarda ropa y tome algún cómodo conjunto de las gavetas,e lo coloqué y salir de la habitación con los brazos llenos por la dulce niña que me ofrecía una sonrisa cada vez que cruzamos miradas. Fui a la planta baja de la casa y entre a la cocina, ahí estaba Mell, la señora que nos ayudaba en la casa y solo venía por las mañanas. Recuerdo cuando Harry la trajo a casa y me la presento, decía que era una señora que vivía en el pueblo y que estaba buscando trabajo para poder enviar a sus hijos a un buen colegio en Londres, era sumamente extraño por qué juraba conocer a todo el pueblo y esa señora nunca me había parecido familiar, al principio fue duro, por qué Harry no estaba y la señora a veces me daba oleadas de extrañes e incomodidad. Pero solo fue cuestión de semanas para adaptarme a su frío comportamiento.

– El señor Styles a pedido que tome su desayuno y se dirija al despacho principal. - dijo casi inaudible la mujer.

– Gracias. —coloqué a Lú sobre su sillita entrenadora y me dispuse a darle de comer con poco.

El desayuno estuvo sumamente tranquilo e incómodo como casi todos los días, Lu se cabeceada del sueño lo cual opte por llevármela a su habitación, subí las eternas escaleras y caminé por un sin fin de habitaciones para poder llegar a las principales, a veces todo esto lo hacía diario por qué no podía hacer algo más, había tomado la decisión de seguir con mis estudios hasta que Lú fuera completamente independiente de mi y así poder tener tiempo para mí. Estaba colocándome un suéter después de arropar a mi hija, salí de su habitación y caminé hacia las escaleras, en el trayecto pude notar como una de las habitaciones se abrían por detrás, un miedo se apoderó de mis huesos e hizo que caminara más rápido, a veces esto sucedía, a veces las puertas se abrían sin haber gente dentro de ellas, le había comentado esto a Harry pero el simplemente decía que era algo totalmente sacado de mi imaginación, mentía, el me ocultaba cosas, muchas cosas que no quería preguntar al respecto por qué sabía que su respuesta era que yo presentía ataques de estrés y que seguramente todo era por mi imaginación. Llegué al último escalón y caminé por la gran sala de estar, abrí la puerta y entre al gran salón de baile. A pesar de todo la casa era realmente acogedora y no hacía falta nada, nada más que gente llenando el salón, o familia quien pudiera visitarnos, mis papás no había venido desde el nacimiento de Lu y de vez en cuando me hacían llamadas, llamadas que no duraban ni 10 minutos, como si la tierra los hubiera tragado por completo, estaba molesta por qué ni una correspondencia había enviado si quiera, pero definitivamente me había dolido más la separación de mi hermano, era un niño inteligente y a veces terco, no me quejo, sus venas también son parte de mi.

– Buenos días Harry — dije entrando al despacho principal. Me acerque y besé su mejilla, algo no andaba bien por qué su semblante no había cambiado en lo absoluto.

Dulce o Truco   |H•S|  Where stories live. Discover now