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(...)

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El frío del calabozo antigüo hacía que tiritara de frío mientras me abrazaba de las piernas. Me encontraba en una esquina sobre un bloque de cemento mientras oía en la oscuridad las ratas chillar a mi al rededor, sin sentirlas cerca pero si mi miedo.

Escuché una puerta abrirse, provocó que un poco de luz entrara hacia el cuarto de celda mientras escuchaba varios pasos aproximarse, escuché gritos y quejidos femeninos, era Damie, podría jurar que era ella. Me levanté rápidamente y esquivé las ratas que se cruzaban a toda prisa de mi lugar, corrí estampandome sobre los barrotes fríos y oxidados de mi celda.




-¡Suéltame!.


Gritó mi amiga confirmando que era ella la que entraba a la fuerza. Escuché la voz de una mujer riéndose bajito, era Larisa.


-Mira quien está aquí, Damie.

-¡_____! -Gritó ella mientras se acercaba a mi celda llorando.



Larisa la tomó de los cabellos alzandola de un jalón, el grito de dolor de Damie hizo que me estremeciera y me llenará de coraje.



-¡Larisa suéltala!.

-Cállate la puta boca o terminarás igual que tu madre...muerta.


Sonreía de lado mientras soltaba a Damie y el hombre acompañante la metía a la celda que se encontraba frente a la mía. Sentí mis mejillas empapadas de lágrimas mientras apretaba mis puños aún agarrando los barrotes de la celda. La vi a los ojos, por primer vez ella hacia lo mismo y yo no pude sentir su control en mi cuerpo, apretó la mandíbula como si estuviera confundida por lo que pasaba, ella... simplemente ya no podía tener poder sobre mi.




-¿Sucede algo Larisa?.



Las palabras burlonas salían sin pensarlo de mi boca y ella gruñó fuertemente mientras abría la celda y entraba en ella, se acercó violentamente a mí pero yo no me moví, no le tenía miedo.


-Ten cuidado como me hablas cariño, por qué sin importar que tanto necesiten a tu hija en el ritual voy a ir  y la voy a destrozar como lo hice con tu ridícula madre Malahide.


"¿Malahide?", Pensé.


-Si crees que te tengo miedo estás muy equivocada.





La tomé del cuello sin importarme que  estuviera más alta que yo. La pude estampar fuertemente contra la pared rocosa. Pero antes de poder hacer otro movimiento brusco, sentí las grandes y rasposas manos del hombre que la acompañaba. Ella sonreía mientras se tomaba el cuello, miró al hombre parado a mis espaldas tomándome de un agarre. El hombre apretó mis brazos haciéndome sentir como si su agarre quemara mi piel, tanto que un grito ahogado salió de mis labios, escuchaba a Damie llorar y gritarle que me soltará pero no lo haría claramente, sentí a Larisa esfumarse de ahí mientras el hombre seguía sosteniendo mis brazos, me tomo de la cabeza y me hizo hincar del dolor, me tomo del cuello. Solo pude sentir mi cara estamparse con el piso húmedo de la celda.






(...)

H

Habíamos llegado a la línea destino en el metro de París, nos bajamos con nuestras maletas, James había pedido un auto hasta donde nos encontrábamos. Tardo al rededor de 30 min la agencia en llevarnos el auto. Yo meneje mientras él tomaba el mapa que había en su maletín.







-Iremos hacia el palacio de Luxemburgo, ahí nos veremos con Liam y Javadd, después entraremos a ver al consejo, quieren reunirnos primero y... También a William Tomlinson.

Dulce o Truco   |H•S|  Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin