Mi nombre es Lynn

Capítulo 18

—Tengo muchas ganas de que conozcas a mi madre—dice Alex mientras me abraza. El frío de la calle entra por la ventana y me recorre por el cuerpo proporcionándome un escalofrío.

—Yo también quiero conocerla y ver a tu padre, le hará ilusión.

—Quería hablar contigo de psicólogo a paciente, pero no le he dejado—yo asiento y dejo mi cabeza apoyada en la almohada. Con los dedos le acaricio la espalda y Alex recibe cada movimiento.

—Tengo una idea—digo emocionada y me siento en la cama—. Túmbate boca abajo— Alex me hace caso de inmediato—. Voy a contar los lunares de tu espalda.

—Tengo muchos, ¿y si te pierdes?

—Pues vuelvo a empezar, tenemos tiempo—Alex se gira y me atrae hacia él dejando mi pecho encima del suyo. Me agarra la cara con las dos manos y me besa. Separamos nuestras bocas y con la respiración agitada me vuelve a besar, así una y otra vez.

—¿Qué vas a hacer en las vacaciones?— me pregunta Alex.

—Quiero ir a Alemania, hace muchísimos años que no voy.

—¿Cuándo te irías?

—El 26 por la mañana temprano cogería el vuelo, así podré ir a tu casa a cenar y al día siguiente preparar las maletas.

—¿No es muy precipitado?

—No, si apenas tengo cosas. En un momento tengo la maleta hecha. Anne y yo vamos a ir mañana a comprar los billetes.

—No quiero arruinarte el viaje pero es que yo lo veo muy precipitado.. Mañana estamos a 22, te quieres ir el 26 y encima estamos en Navidad. ¡Todo el mundo viaja!

—Pero no todo el mundo irá a Alemania y si es así, pues mala suerte. Otra vez será. 

—Ojalá tengas suerte y vayas si es lo que quieres. Te echaré de menos. 

—Vuelvo el día 8, tampoco es tanto...

—Te echo de menos aunque pasen dos horas, imagínate 13 días..— le abrazo y pego mi nariz a la suya.

—Va a pasar rápido te lo prometo.

—¿Anne va contigo?— pregunta mientras me acaricia la nariz.

—Le he dicho que venga, pero no tiene muchas ganas.. Ya mañana decidirá.

—Prefiero que vayas con ella, pero claro eso es su decisión.

—¿Y por qué no sola?

—¿Vas a pasar nochevieja sola? Por fin puedes celebrar la Navidad con una familia.. No lo desaproveches.

—Mi intención tampoco es pasarla acompañada, me da igual la Navidad y las fiestas. Solo quiero ir a Alemania, como si fuera en otra fecha del año.

—Vale pero, el 24 no te va a dar igual, o por lo menos, disimula. A mi madre le encanta la Navidad y se va a sentir mal si te ve amargada.

—Está bien— digo poniendo los ojos en blanco—. Vamos a vestirnos.

—¿Por qué no nos quedamos un ratito más?— dice con el labio inferior sacado.

—Porque me está entrando frío— digo y me levanto, dándome igual su respuesta. Me coloco el jersey y los leggins que estaban en la silla. Me miro en el espejo y me toqueteo un poco el pelo.

—Estás genial, no hace falta que te peines—yo le sonrío a través del espejo y me doy la vuelta.

—Podríamos quedar con tus amigos, ¿qué te parece?