Capítulo 11

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Alex.

Ayer Lynn no había estado como siempre. Después de pasar un bonito momento, se levantó de la cama y se fue al baño. Estuvo encerrada tanto tiempo que se hizo tarde y no pude llevarla a las 9 al psiquiátrico como me dijeron.
Cuando se decidió a salir tenía la cara roja de llorar y el rímel corrído.
Se montó en el coche sin decir ni una palabra y así seguimos todo el camino. La dejé en la puerta y ni se despidió de mi. Entro sin más por la puerta principal y avanzó por el pasillo.
Alice, me miró extrañada y la siguió. Y todavía no sé nada de ella.

-Tío, ¿en qué planeta estas? Llevo hablándote un rato- dice Álvaro captando mi atención.

-Es.. Estaba pensando en mis cosas- digo aturdido.

-En Lynn basicamente. ¡Como te has pillado eh!

-Cállate capullo- digo enfadado y le lanzo el paño de la mesa.

-No te juzgo, la tía está buenísima, aunque un poco delgada.

-Tiene problemas con ese tema- digo cabreado.

-Si, no te digo que no los tenga, solo que se nota- dice y yo me quedo callado mirando la comida. ¿Habrá comido bien hoy? ¿Habrá desayunado?

-¿Sabes? Estoy preocupado. Ayer se marchó sin decir nada y aún no sé nada de ella. Es una chica complicada y me da miedo que haga alguna locura.

-¿Locura? ¿A qué te refieres?

-Se ha intentado suicidar dos veces- digo con el corazón en la garganta. La respiración se me ha acelerado y casi no me salía la voz.

-¡Joder! ¿Y ayer por qué se marchó?

-No lo sé y ojalá lo supiera- digo con los ojos lágrimosos-. Me ha dado fuerte esta chica eh- me río y me seco el ojo con el dedo.

-Pero fuerte que te ha dado si- dice Álvaro que me da una palmadita en la espalda.

-Es que es, es inexplicable tío, como si acabarán de inventarla- Álvaro me mira pero no dice nada. Se mantiene callado buscando una forma de salir de la conversación.

-Tenemos que vernos con los chicos, me llamaron ayer para ver que tal. Les conté que estabas ocupado con tu padre, no di más detalles.

-Gracias, me habría enfadado si hubieras dado más.

-Lo sé. Si alguien tiene que contarlo eres tú. Me dijeron de quedar esta noche, ¿qué te parece?

-Vale, está bien.

-Pero, por favor, anímate o nos vas a contagiar esa tristeza- dice y me aprieta el hombro con cariño-. Ahora voy a salir con Natalia.

-¿Hoy si?

-Hoy si.

-Tío es super rara- digo y él levanta las cejas.

-Eh que yo a ti no te juzgo porque tu chica tampoco es muy normal.

-Pero Natalia solo te quiere para follar y a veces ni eso, si no, piensa en ayer. Te dejó plantado.

-Ya lo sé pero a mi ella tampoco me importa, es por pasar el rato.

-Pues búscate a otra para pasar el rato y ya verás que lo pasas mejor- dicho esto, asiente, coge las llaves y se va dejándome solo en casa.

De inmediato voy a mi habitación y cojo mi móvil. Marco el teléfono de mi padre con la esperanza de poder hablar con Lynn, pero no me contesta. Espero tres minutos y vuelvo a llamar, pero sigo sin obtener respuesta.
Me muerdo las uñas mientras pienso en Lynn, quizás esté enfadada pero no sé por qué.
Cuando miro de nuevo el móvil con la intención de volver a llamar, me sobresalto al ver la hora, las 21:30h. Me he quedado totalmente dormido.
Unos nudillos en la puerta apresurados me confirman que efectivamente llegamos tarde.

-Hemos quedado en media hora. ¡Date prisa!- grita Álvaro desde fuera.

-Lo intento- grito y me meto rápidamente en la ducha. Necesito un baño de agua fría.

Salgo del baño arreglado y vestido a las 21:50h. Tengo diez minutos para llegar al sitio donde hemos quedado y solo necesito 5 minutos en coche.
Aprovecho y vuelvo a llamar a mi padre. Al tercer timbre, me coge.

-Dime hijo, ¿cómo estas?

-¿Cómo está Lynn?- pregunto apresuradamente-. No sé nada de ella desde anoche y estoy preocupado.

-Está muy bien. Le han dado permiso para salir de aquí- las palabras salen de su boca rápidamente pero yo tardo en recapacitar. ¡Lynn va a salir!

-¿En serio? ¡Es genial!

-Si hijo, yo también me alegro. Se porta muy bien y está respondiendo correctamente a todos los análisis y pruebas. Me ha dicho que va a matricularse en la universidad, es lo primero que va a hacer.

-¿Cuándo le han dado el permiso? Y, ¿cuándo se va?

-Esta tarde Alice mientras yo estaba con ella nos ha dado la noticia. Y en cuanto a lo otro, mañana por la mañana se va a casa con Anne.

-Mañana iré a verla, tú me llevas.

-No, lo siento- dice mi padre susurrando. Abro los ojos y me quedo confundido.

-¿Cómo que no? Papá.. ¿No lo dirás en serio?

-Si. Lynn me ha pedido por favor que no vayas a verla más- el corazón me va a mil y me quedo sin aliento.

-¿Por qué? Tiene que tener alguna explicación. ¡Tengo que hablar con ella!

-Alex, escuchame, siento mucho lo que ha pasado pero ya lo sabes, Lynn es muy sensible y si no quiere que la veas, no la verás. Lo siento hijo, espero que lo entiendas- cuando termina de hablar, le cuelgo y tiro el móvil al suelo. Acto seguido le pego puñetazos a la pared hasta que Álvaro me para.

-Ya.. Ya, cálmate.. Ya.. Ya- dice Álvaro sin parar sujetándome las manos-. Todo se va a arreglar sea lo que sea, tranquilo.

Estoy aturdido y no sé bien como reaccionar. Escucho la voz de Álvaro pero no lo que dice. Las piernas me tiemblan y me empiezan a sudar las manos. Me pregunto una y otra vez que he hecho para que esté así. Y es que, aunque era ella la que le quitaba la respiración, cuanto más lejos la tenía más se ahogaba.

-¿Qué vas a pedirte?- me pregunta Marina mientras yo pienso en Lynn. Aún no sé porque he venido.

-No tengo muchas ganas de comer, así que pediré un entrante y ya está- Martina me mira sorprendida con los ojos bien abiertos.

-¿Que tú no tienes ganas de comer? Alex.. ¿Tienes fiebre?- pregunta Valeria desde el otro lado de la mesa.

-No tengo ganas de comer y no, no tengo fiebre.

-Mañana viene mi profesor nuevo al fin. Llevamos todo el mes sin nadie- dice Álvaro cambiando de tema.

-Profesor.. Vaya asco. Las mías casi todas son profesoras- dice Javi mirándonos y levantando las cejas. Las chicas se ríen y yo me mantengo al margen.

-Bueno tío, yo no elijo los profes- contesta de nuevo Álvaro y se ríe-. Ojalá pudiera.

-Chicos yo me voy a ir- digo al fin, después de pensármelo varias veces.

-Pero si ni siquiera hemos comido Alex- dice Martina cogiéndome del brazo.

-No me encuentro muy bien disculpad. Mañana nos vemos en la uni- digo levantándome del sitio y despidiéndome con la mano.

Llego a casa y me quito los zapatos. Aturdido voy a la cocina a por una taza de café pero Álvaro se ha bebido todo lo que quedaba. Subo al cuarto a ponerme el pijama y me meto del tirón en la cama. Quiero dejar de pensar en Lynn y es la mejor forma de conseguirlo. Quizás mañana sea distinto.

Mi nombre es LynnWhere stories live. Discover now