Después de que Adele saliera de la bañera se puso la pijama y se quedó dormida. Simon se fue a su estudio para trabajar en algunos asuntos que tenía pendientes y para poder decidir qué hacer con el viaje, cómo decírselo a Adele.
Mientras tanto Angelo estaba despertando en su habitación, con un horrible dolor de cabeza y nauseas. Corrió al baño y vio el desastre, decidió darse una ducha para volver en sí. Al salir se puso ropa limpia y se tomó una pastilla para el dolor de cabeza que no había servido de nada porque seguía doliéndole. Entonces sonó su celular. Era un mensaje de Nathan.
"A las cinco en mi casa. A curar esa cruda lobo"
Angelo sonrió. Vio el reloj, eran las dos de la tarde y apenas iba despertando.
Bajó a la cocina por algo de comer o de beber y sé encontró con su padre.
—Buenos días—dijo Angelo abriendo él refrigerador.
—No puedo creer que desobedecieras a tu madre de nuevo y llegaras en ese estado deplorable.
—Ese no es un bonito saludo.
—No seas cínico Angelo. Esta muy mal lo que estás haciendo. ¿Por qué cambiaste de nuevo? Ya estabas siendo...
—Tu mismo dijiste que las personas cambian ¿no? Yo solo quiero divertirme papá.
—Pero no seas un irresponsable. Estás viendo cómo está tu madre. No la estás ayudando y corres más peligro que antes. Recuerda que...
—Ya estoy bastante grande como para poderme cuidar solo. Y estoy seguro de que solo quieres que sea un angelito porque vas a irte de nuevo y nos vas a dejar solos. ¿No es así?
—¡No! Quiero que te comportes y te cuides por tu propio bien y el de tu madre.
—A mí no me vengas con eso que escuché cuando hablabas por teléfono y decías algo sobre el siguiente viaje. ¿Ya se lo dijiste a mí madre? Apuesto a que no. Así que..—Angelo le dio un trago al jugo de naranja—. Estás desesperado porque yo esté todo el día en la casa haciendo tarea y leyendo la Biblia para que mi mamá no se preocupe por mí y pueda estar tranquila mientras tú te vuelves a ir. Excelente papá—Angelo aplaudió—. Excelente.
—Estas muy muy equivocado Angelo. Por favor, no quiero que te consumas en el alcohol a tu corta edad, no quiero que te pase absolutamente nada porque eres mi hijo y te amo. Es por eso que quiero que nos obedezcas.
—Como sea.
Angelo salió de la cocina.
—Y hoy no vas a salir jovencito. No quiero que saques ni un pie de esta casa.
Angelo sin decir nada volteó a verlo, abrió la puerta del jardín y con una sonrisa en el rostro puso un pie afuera y después el otro.
—Ups. Ya están mis dos pues afuera.
—No tienes remedio—dijo Simon fastidiado.
Angelo salió y encendió un cigarrillo.
No pensaba decirle a su padre que saldría esa tarde, ni a su madre ni a nadie. Se iría solo para no tener ninguna traba y disfrutar de su sábado en paz.

•••

Adele se despertó por el sonido de su celular. Atendió la llamada más dormida que despierta.
—¿Podrías venir al estudio como a las cinco? Para determinar lo que se va a hacer ahora—dijo Jonathan.
—Si... Claro—Adele volteó a ver el reloj. Eran las tres y media—. Ahí estaré.
—Muy bien Adele aquí nos vemos.
—Si, adiós.

Adele llamó a Melody y le dijo que estaría con Theo todo el día. Que aún no le daban resultados y que la vería en la noche. Bajó y vio a Simon en la cocina.
—¿Qué haces?—dijo Adele entrando.
—¿Por qué te levantaste?
—Jonathan me llamó. En unas horas iré al estudio—Adele se acercó a las ollas y vio la pasta que estaba cocinando Simon—. Hace años que no como tú famosa pasta.
—Ya es tiempo de volver a probarla. A ver si todavía tengo el toque—dijo Simon sonriendo.
—¿Y Angelo?
—En el patio. No ha entrado desde que se despertó.
—Sabes, he pensado mucho en eso... Ya sabes que.
—Si....
—No sé si quiero hacerlo.
—Lo sé. Es una difícil decisión.
—Démosle otra oportunidad ¿no lo crees? ¿No crees que es buena idea?
—Tal vez. Pero si vuelve a hacer algo como lo de anoche no habrá otra opción.
Adele solo asintió.
Fue por Angelo al patio y lo llamó para que fuera a comer con ellos.
Angelo comió rápido y en silencio. No pronunció ni una palabra y cuando terminó se puso de pie y se fue directo a su habitación. Adele y Simon se quedaron platicando un buen rato. Simon luchaba consigo mismo por decirle o no del viaje pero al final no lo hizo.
Adele fue a arreglarse para irse y Simon siguió trabajando. Cuando Adele se despidió de Simon Angelo ya estaba preparando su salida. Vio cómo se alejaba su madre con Peter y aprovechó para salir sin llamar la atención de su padre. Había cerrado la puerta de su habitación con seguro para que pensara que estaba ahí, cuando en realidad estaría con Nathan.

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