Ruedo los ojos, para luego hacer mi camino hacía el baño. Dash había ido a mi casa por ropa para mí, sin embargo el viaje había sido en vano, puesto que ni uno solo de mis jeans cerraba por completo. Había aumentado de peso y con ello mi estomago había empezado a sobresalir más de lo que lo hacía.

Después de tener los medicamentos sería libre. Tenía que mantener reposo, pero, según el médico, el bebé y yo estábamos fuera de peligro.

Con un último suspiro me deshago de la bata que cubre mi cuerpo y no tardo en buscar la ropa interior que Dash había traído para mí. Al parecer el tener que revisar mi armario era algo divertido para él, lo cual me incomodaba un poco.

Estábamos comportándonos como una pareja estable, sin embargo, era algo que no éramos. Nos amábamos, sin embargo, el establecer un matrimonio por un hijo era algo que no me gustaba.

No quería que Dash se casara conmigo solo porque íbamos a tener un hijo.

—¡Holly date prisa! —Suelto una risa, colocándome la ropa con rapidez. Me encontraba completamente despeinada y con unas grandes ojeras, sin embargo era algo que, por el momento, no me molestaba.

Cuando salgo de la habitación, me encuentro con Dash quien está cargando la bolsa que había permanecido con él durante todo este tiempo. Sus ojos grises caen sobre mi estomago, haciéndome sentir un poco más incómoda. Se acerca a mí, y con determinación coloca su palma sobre la blusa que cubre mi piel.

—¿Te sientes bien?

—Sí —sonrío—, solo algo cansada.

—Te llevaré a casa —Su ceño se frunce y su mano se enlaza con la mía. Minutos después, hacemos nuestro camino fuera de la habitación, encontrándome con Ethan, quien está junto a Elton.

—¿Están listos?

—Sí —Ethan responde. Mi ceño se frunce.

—¿Qué hacen aquí? —pregunto, observándolos—. ¿Qué ocurre?

Ethan observa a Dash, quien se está tenso de un segundo a otro. Su mano sujeta la mía, sin embargo es como si estuviera cargando una gran piedra.

>>¿Dash?

—Richard apareció muerto —Dash dice, sin siquiera poner los ojos en mí—. Encontraron huellas de Alexander Parks en el cuerpo de esa basura.

Sé que mis ojos están abiertos, y espero a que alguien más agregue alguien.

—Papá está en la cárcel —Elton dice, rascándose la barbilla—, los periodistas están aquí porque alguien reveló la historia detrás de ti. Todos saben que mi padre y tu madre eran hermanos.

—Vamos —Dash interrumpe, tirando de mi mano con suavidad. Su agarre es firme y, sin dudar, lo sigo con pie firme.

¿Todos sabían la historia detrás mi nacimiento? ¿ellos sabían que era resultado de un incesto? ¿de un maldito y asqueroso incesto?

Dash me había explicado que detrás de esa relación había mucho más que aún no sabía. Lo único que era cierto, es el hecho de que Darikson Parks estaba detrás de todo esto. Él era mi abuelo, el padre de mi madre y del mismísimo Alexander Parks.

Él fue el hombre que arruinó todo. Él había dejado que sus dos hijos se enamoraran para luego alejarlos de la peor manera existente.

Los gritos y las voces llamándome antes de que seamos capaces de poner un pie fuera del hospital me ensórdense. Los flashes que caen sobre nosotros empujan a Dash a cubrirme de ellos. Sus brazos se envuelven a mí alrededor, llevándome con él.

Dash dice algo, sin embargo las preguntas por parte de los periodistas son las únicas que rondan mi cabeza.

"¿Eres resultado de un incesto?"

"¿Qué se siente tener a un padre asesino?"

Siento que el auto está a kilómetros, sin embargo, cuando me doy cuenta, Dash me está cargando y, en menos de unos minutos, estoy dentro de un amplio auto. Los golpes en las ventanillas me ponen nerviosa, sin embargo Ethan y Elton se encargan de alejar a las personas del estacionamiento.

—¿Por qué hacen esto? —digo, completamente asustada. Dash se toma su tiempo al ocupar el lugar del piloto—, ¿Quién reveló algo que ni siquiera yo sabía?

—No tengo idea —dice, luce cansado, pero el enojo elimina eso de su rostro—. Ethan está investigando.

El auto cobra vida y, con rapidez, Dash abandona el estacionamiento del hospital. Observo a la estúpida cantidad de periodista desde la seguridad del auto, y suelto un bufido por lo bajo.

—Semanas atrás era una desconocida —Una risa carente de humor abandona mis labios—, ahora soy el resultado de un incesto.

—Olvida todo eso —Dash dice, su mano se posa en mi pierna y la aprieta con suavidad—. Olvida todo lo referente a los Parks, nena, desde ahora ellos estarán fuera de la tuya.

Niego con lentitud. No podía alejarme de esa familia sabiendo que Darikson podía sacar a Adrien de la cárcel.

—Hablaré con Darikson Parks —digo, dándole una rápida mirada a Dash. Sé que no le gusta mi idea, sin embargo no estaba pidiendo su permiso—. Te amo, Dash, pero no decides por mí.

—No te quiero cerca de él, Holly —dice, su voz es dura y de inmediato sé que está enojado—. Darikson Parks es algo que no puedo controlar.

—Es el hombre que arruinó la vida de mis padres —digo, frunciendo el ceño—, está arruinando mi vida justo ahora, no puedo dejar que arruine la vida de Adrien encerrándolo en esa cárcel. Si hay algo que pueda hacer lo haré.

El silencio nos envuelve mientras Dash conduce. Noto que no toma el camino hacía mi casa y reconozco de inmediato a donde nos dirigimos. Él me estaba llevando a casa de su madre. Estaría en la misma casa que la madre de Dash. La misma que pensaba que su hija había sido violada por mi causa.

—Iré contigo —dice, luego de unos minutos—, después de todo Adrien es mi hermano.  

BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|Where stories live. Discover now