¿Q- Qué?

Sé que estoy tensa, sin embargo siento como el peso de sus palabras desaparecen cuando alguien golpea la puerta con algo de fuerza. Dash me da una última mirada antes de levantarse y dirigirse a la misma. Cuando la abre, una gran cantidad de globos aparece en mi campo de visión. El contraste que el azul y el rosa creaban, me hace sonreír.

—Acaba de llegar el mejor tío del mundo —La voz de Ethan se escucha detrás de la estúpida cantidad de globos y, con mucha dificultad y con ayuda de Dash, él intenta ingresar a la habitación. La mata de cabello blanco característica de él me hace sonreír—. ¿Cómo está la madre más loca de todo el mundo?

—Te dije que ya conozco el camino, Elton —Ella, quien discute con mi hermano mayor, se detiene de golpe cuando se enfrente al delgado chico con cabello blanco. Sus ojos están obre él y la veo tragar saliva—. Y-yo...

—¿Es el día de no dejarme dormir? —Intento bromear, pero mi voz me abandona en un falso intento de risa. Toda la atención cae sobre mí, haciendo que la tensión desaparezca un poco—. ¿Qué ocurre?

—Vine a visitarte —Ella empieza, huyendo de la mirada de Ethan, quien parece bastante interesado en la castaña—, pero puedo venir otro día.

—Ella... —Antes de que sea capaz de detenerla, ella huye, dejándome con las palabras en la boca y con una habitación llena de testosterona—. Bien —suspiro—, creo que la asustaste, Ethan.

El peli-blanco abre la boca, pero no dice nada. Parece sorprendido, pero un silbido lo abandona.

—¿Acaso no la vieron? —dice, completamente asombrado—. Si logro llevarla a saca mi madre la amará.

—Ethan no...

—¡Me casaré con ella! —Ethan corre, dejando a Dash con la palabra en la boca. Una risa me abandona, sin embargo la tensión parece regresar nuevamente a mí. La propuesta algo extraña de Dash me hace tragar duro.

No me quería casar con él.

No por el simple hecho de que él lo hacía porque estaba embarazada.

—¿Crees que la deje en paz alguna vez?

—No —Dash rasca su cuello y despide a Elton con una sacudida de mano, quien guiña un ojo en mi dirección antes de abandonar la habitación por completo—. Elton ha estado detrás de ella desde que fue a buscarme a la universidad una vez. Fue antes de que llegaras a la ciudad.

—¿Se conocían?

—No tanto como eso —El tatuado suelta un suspiro, para luego regresar a la cama junto a mí. Su duro cuerpo se hace espacio junto al mío y él no duda en rodear mi estomago con su brazo. No paso por alto el hecho de que sus dedos trazan líneas imaginarias en mi cadera, enviando corrientes eléctricas a todas mis terminaciones nerviosas—, solo sé que Ella golpea tan fuerte como tú —Él se ríe, haciéndome sonreír—, Ethan intentó sobrepasarse y Ella lo golpeó. Fue divertido.

—¿Golpe a primera vista? —No puedo evitar reír ante mi nulo intento de broma, sin embargo el moreno junto a mí suelta una risa.

—Lo nuestro fue algo así como tropiezo a primera vista, nena.

~*~

—No puedo creer que no pueda usar mis pantalones —Me quejo, aceptando la bolsa que Dash tiende en mi dirección. Era el día en el que me darían el alta. Una semana después de la propuesta del moreno—. No usaré pantalones de yoga siempre.

—Solo por ahora —Dash besa mi frente mientras sonríe en mi dirección. Luego de aleja, para dejarse caer sobre la cama que había sido mía desde el ataque de Colín—. Lo bueno es que podré ver tu trasero.

BAD GUYS I: AGGRESSIVE © |EN EDICIÓN|Où les histoires vivent. Découvrez maintenant