—Está bien —digo algo desalentada.

—Quiero conocerlo. Dices que es tan simpático.

Realmente ahora no tengo ganas de ver a Jason, además necesito hablar con él y sincerarme, creo que es hora de que sepa porque tanta inseguridad, estoy harta de que me trate como una muñeca de porcelana.

—No quiero molestarlo ahora, está algo ocupado con... algo de la escuela... el trabajo, si está haciendo una columna, no lo quiero interrumpir —miento. Ella se queda observándome con cara de incredulidad.

—¿Por qué no quieres que venga? —pregunta.

—¿Por qué dices eso? —pregunto poniendo cara de desentendida.

—Es obvio que me estás mintiendo. No te preocupes, no me lo voy a robar —dice con ironía.

La tomo de la mano y subimos corriendo hasta mi habitación.

—Estoy peleada con Jason, y no quiero arreglarme con él así, sin ni siquiera hablar.

—¿Dónde tienes guardadas las escopetas? —dice mirando los alrededores—. ¿Qué sucedió?, estaban bien esta mañana, ¿Cierto?

—Sí.

—¿Entonces, qué te hizo ese bastardo?

—No le digas así. No es nada grave, es solo que, ¿Cómo te explico...? Me respeta demasiado.

—¿Te respeta demasiado? —dice confusa.

Asiento.

—¿No quieres verlo porque, "te respeta demasiado"? —repite mis palabras con asombro—. ¿Estás tomándome el pelo?

—No. Es la verdad, Jason es muy respetuoso.

—Kimberly, debes estar mal de la cabeza, cualquier chica sobre la faz de la tierra, desearía encontrar a un hombre "respetuoso". O es que te convertiste en ninfómana y no me habías dicho —dice fingiendo una cara de sorpresa.

—No, pero, sabes las hormonas son bastantes traicioneras. Hoy estaba en su casa medio desnuda, encima de él y él simplemente dijo no. Es algo a lo que no le encuentro explicación alguna, es hombre, los hombres se prenden hasta con una cucaracha en mini falda, entonces, ¿Por qué no él?

—Kimberly, él es diferente. Bueno por lo que me has dicho, yo digo que no lo presiones, lo que sí debes hacer es hablar con él, y preguntarle el tiempo que necesita, inviertan los papeles, hazle las preguntas que le haría un chico necesitado a su novia que tiene miedo.

—Sí. Voy a hablar con él y le voy a contar todo.

—¿Todo?

—Todo —le digo mirándola a los ojos.

—¿Incluso lo que... me hicieron? —titubea.

—Para contar la historia completa, tengo que contarle cómo pasó todo, y eso te incluye a ti. ¿Te molesta que lo haga?

—Pienso en que no me mirará con los mismos ojos, quizás me va a ver con lástima. Pero, si confías en él tanto como para revelárselo, pues hazlo, yo también lo hago. Es un poco extraño, porque por primera vez en la vida alguien que no es de nuestras familias va a saber algo así.

—Te entiendo. Pero te prometo que no será así.

Seguimos muy animadas hablando acerca de todo lo que he hecho en Harvard y lo maravilloso que me ha ido en las clases. Le hablo acerca de Tom. Antes no había hablado con ella sobre nuestra amistad. Me dice que vendrá en primavera para estudiar psicología en Walden University.

TRUST ME© El amor rompe todas las barreras.Where stories live. Discover now